
Recorrida por la galería Dia:Beacon

El Dia:Beacon por dentro
Este sábado me embarqué en la línea Hudson del tren Metro-North que sale desde la terminal Grand Central de Nueva York. La razón del viaje era conocer Dia:Beacon , una galería ubicada a aproximadamente 105 kilómetros de la ciudad. El programa era tentador desde el minuto uno: una travesía de ochenta minutos en ferrocarril con la vista del Río Hudson desde el cuadrado de mi ventana.
Desde la estación Beacon hasta el museo hay una caminata de no más de diez minutos. El edificio de la galería, inaugurada en el año 2003, es una ex fábrica de más de 27.000m² de tres pisos, donde la empresa Nabisco imprimía paquetes de galletitas años atrás. Antes de entrar a la galería, recomiendo tomarse unos minutos para recorrer el jardín con árboles carpe dispuestos en fila por el artista Robert Irwin.
Esta galería no sufre la falta de espacio que sí tiene Nueva York. Sus fundadores se dieron el lujo de diagramar inmensas salas de exposición al servicio del arte. De hecho, las obras que se exponen allí tienen dimensiones y requerimientos que no serían adecuados en museos convencionales. Según diaart.org, la página oficial de la Fundación Dia:Beacon, el espacio fue pensado para cada obra de arte con anterioridad e incluso algunas salas fueron creadas en colaboración de los artistas que exponen allí sus trabajos.
Cada sala tiene grandes ventanales que iluminan los trabajos con luz natural y brindan al recorrido destellos verdes de los jardines exteriores y los valles de Beacon.
Este edificio, que es un modelo de la arquitectura industrial del siglo veinte, construido con ladrillo, acero, concreto y vidrio, cobija grandes obras de arte desde 1960 hasta el presente.
Desplazarse de una sala a otra, es como entrar y salir de universos con distintas reglas espacio-temporales. Todo está permitido: artistas que pintan sobre las paredes y otros que cavan agujero en sus pisos.
La colección incluye trabajos de Andy Warhol, Sol LeWitt (artista que plasma patrones según cálculos matemáticos en las paredes que "sirven como perfecta analogía de la composición musical y la interpretación"), Dan Flavin (que utiliza luces de neón como material), On Kawara (que realiza un lienzo con la fecha inscripta del día en que realiza cada trabajo, respetando el idioma del país donde se encuentre), Richard Serra (que juega con la relación entre el movimiento, el material y el espacio), John Chamberlain (que hace figuras con chatarras) y Agnes Martin (quién busca la máxima expresión de la paz y la tranquilidad mental posible en un lienzo), entre otros.
La vuelta en tren a Nueva York es un buen momento para destilar y reflexionar sobre las sensaciones que disparan la visita a la galería Dia:Beacon.

El jardín diagramado por Robert Irwin

La entrada del museo

Caminata desde la estación Beacon hasta la galería

Después de la muestra, un merecido pic-nic frente al río Hudson

La vista desde mi ventana, foto en el tren

Escultura de John Chamberlain

Las ventanas iluminan las obras con luz natural

Las obras de Andy Warhol traen pop a Dia
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