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Unquillo, la tierra prometida para pintores, tenistas, poetas y pioneros

En la ciudad de David Nalbandian nació la fábula del Mono Relojero y el artista Spilimbergo se instaló hasta su muerte




UNQUILLO.- Con varias calles de tierra y apenas unos 15 mil habitantes, a Unquillo le sobran antecedentes para ser una ciudad fundamental, una ciudad capaz de aglutinar a tantos y tan valiosos artistas plásticos que bien podría ser declarada capital del color y de la forma o de la inspiración.
Enclavada en el corazón de las Sierras Chicas y a sólo a 27 kilómetros de Córdoba ciudad, la ciudad de Unquillo es para los vecinos una villa de calles sinuosas, vegetación abundante y casonas de estilo que reflejan un pasado de esplendor e invitan al descanso y la creación.
Tal vez fue el verdor del paisaje combinado con la pureza del aire y la tranquilidad de las tardes lo que motivó a grandes pintores y escultores a radicarse aquí.

David no fue el primero

Antes de que el mundo supiera de Unquillo por obra y gracia, volea y revés del tenista David Nalbandian, que con su última hazaña deportiva -ganó el Master de Shanghai- puso a esta villa en boca de todos, el universo artístico sabía que este pueblo era el hogar de Lino Enea Spilimbergo para vivir.
Pero muchos otros pintores y escultores, antes y ahora, eligieron quedarse en este punto de las sierras. Son tantos que hoy el municipio está realizando un censo de artistas, que permitirá saber con precisión cuántos creadores viven aquí.
Spilimbergo llegó a Unquillo en 1952 y vivió doce años dedicado a la pintura, habitó de manera austera hasta que murió en 1964. Esa casa fue convertida en museo y hoy es una visita obligada, no sólo para conocer detalles de la vida del pintor, sino porque alberga muestras y obras de artistas de prestigio internacional.
Entre las varias piezas del museo, se destacan obras de maestros como Egidio Cerrito, José Malanca, Ernesto Farina, Eugenio Rivolta, Emilio Caraffa y recientes donaciones de artistas contemporáneos, como Florentino Sanguinetti, Alvaro Izurieta o Carlos Alonso, que a su vez viven o visitan Unquillo.
Sin embargo, la obra más grande y reciente que incorporó el Museo Spilimbergo es un lienzo enorme de Guido Buffo, un italiano que vivió y murió en Unquillo y que se destacó como gran pintor.
Esa obra, sin título, fue recuperada gracias a la iniciativa de un grupo de amigos y al trabajo del Taller del Museo Municipal Doctor Genaro Pérez, de Córdoba, y hoy se exhiben en la habitación donde dormía Spilimbergo. La capilla de Buffo es otro destino obligado para quienes visitan Unquillo.
Los Quebrachitos es una cripta familiar que, en 1942, construyó Guido Buffo en honor de su esposa y de su hija, que murieron de tuberculosis. Buffo pintó todo el interior con la técnica renacentista del fresco italiano, como símbolo del amor por su esposa. La capilla reúne los conocimientos pictóricos, filosóficos, metafísicos, religiosos y astronómicos de Buffo.
Comenzó la obra en 1941 y la terminó en 1950. Y tiene la ventaja de que para llegar es necesario recorrer un hermoso camino arbolado que lleva al paraje de Cabana.

Antes de Disney

En ese camino también está la casa en la que vivió Cristiani Quirino, que publicó caricaturas en diarios y revistas, fue el autor del primer largometraje animado de la historia (en 1917) y autor de la fábula El mono relojero.
Quirino fue un pionero en la técnica del dibujo animado, anterior a Walt Disney. En breve, según dijeron en Unquillo, vendrán expertos desde Italia a rendirle homenaje y filmar su vida.
El Museo Rivolta, donde pasó sus últimos cuarenta años el artistas Eugenio Rivolta, tiene gran cantidad de piezas traídas de los diferentes viajes, considerado único en la zona por la diversidad de objetos.
Piezas arqueológicas de gran valor pertenecientes a culturas de diversos países, objetos de ciencias naturales, libros antiguos, instrumentos musicales, armas antiguas, dos telescopios, y obras de artistas argentinos y extranjeros y esculturas en diversos materiales.

Por amor al séptimo arte

Pero la actividad cultural en lo que fue "el pago de Unquillo", antigua región habitada por comechingones, comenzó muy temprano: desde sus orígenes Unquillo tuvo cine, en 1924 se hizo el primer cinematógrafo.
Esta inmensa novedad atraía a los artistas que pasaban sus vacaciones en la pensión Los Naranjos y se bañaban en los riachos cercanos.
Además de la vida cultural, es menester combinar con paseos por las Sierras Chicas, como la Quebrada de la vecina localidad de Río Ceballos, que hace años fue un pequeño pueblo cercano a la ciudad capital y ahora florece como uno de sus suburbios.
Unquillo está rodeada por la naturaleza, con ríos, sierras, lagos, diques. Y hay más: cuando está en la zona, Nalbandian es uno de los mejores guías para quienes quieren algo más que descansar. Arte, sierras, cultura y deporte, todo está presente en este rincón cordobés.

Datos útiles

Cómo llegar

Unquillo está a 27 km de Córdoba por ruta E-57

Dónde alojarse

En Unquillo, Residencial Amaya. En Río Ceballos, Hotel Howard Johnson, San Martín 5813, 456000. San Pedro, San Martín 3637

Paseos

Museo Spilimbergo: Avda. Spilimbergo s/n. 03543 489033
Informes: en Unquillo.
Capilla Buffo: horario de visita: en verano, lunes a viernes, de 16 a 19. Sábado y domingo, de 10 a 12 y de 14 a 17.
Casino Howard Johnson, San Martín 5813, 456000.

Más información

Dirección de Turismo de la Municipalidad, (03543) 48-8999, 48-8338 /48-8106
Por Jimena Massa
Corresponsal en Córdoba

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por Redacción OHLALÁ!


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