

USHUAIA.- Días interminables y noches casi inexistentes. Verano en la capital fueguina, bien al sur de la Argentina. Dueña de incontables paisajes y escenarios para descubrir, rodeada de abruptas montañas y bosques milenarios que culminan en la inmensidad del mar. A Ushuaia hay que recorrerla a pie. Todo está cerca y el clima veraniego rara vez imposibilita el paseo. La avenida costanera conduce hasta las amplias playas extendidas sobre la bahía.
Las siluetas de la Casa de Gobierno y la iglesia principal exhiben sus clásicos techados a dos aguas y sus elevadas torres. En la Costera Maipú, como la llaman los lugareños, se encuentra el Museo del Fin del Mundo donde se pueden ver testimonios relacionados con la antropología, la flora y la fauna de la región. Cercano, el antiguo presidio, hoy museo y Monumento Histórico Nacional.
Fue instalado en 1896 y tenía capacidad para 450 reclusos. Funcionó hasta 1947. Las celdas y distintas dependencias pueden visitarse. Aquí se alojaron peligrosos presos, entre ellos Santos Godino, más conocido como el Petiso Orejudo. Los presidiarios tuvieron marcada importancia en los orígenes de la ciudad, dado que trabajaron en la construcción de las redes cloacales y de agua corriente.
En la cárcel funcionaban talleres de carpintería, sastrería, zapatería e imprenta. La calefacción se obtenía con los leños traídos desde los aserraderos ubicados en lo que ahora es el parque nacional.
El tren más austral
En 1910 ellos tendieron los rieles para el tren más austral del mundo, que hoy funciona con fines turísticos. En la cárcel museo hay, también, un sector destinado a los testimonios marítimos y a la historia de Tierra del Fuego, modelos navales, restos de viejos barcos, salas dedicadas a la Fragata Sarmiento, Goleta Piedrabuena y otras embarcaciones, y la alusiva a las canoas que usaban los primitivos habitantes de estas tierras.
En torno de su arteria principal, la avenida San Martín, se suceden locales comerciales, restaurantes y confiterías. Es posible adquirir souvenirs y aprovechar el carácter de zona franca.
La rareza de cenar de día, dado que el reloj marca las 10 y todavía sigue la luz solar, es otro particular ingrediente. En la zona portuaria vale la pena admirar la descarga de centollas de los buques pesqueros. Una ceremonia marinera que deleita a los turistas.
No puede faltar la visita al Parque Nacional Tierra del Fuego, a 14 kilómetros de Ushuaia y sobre las costas del canal de Beagle. Distintas sendas interiores llevan a la cascada del río Pipo; a la bahía Ensenada, desde donde se obtienen panorámicas de toda la región, y a la laguna Negra, rodeada de turbales y hábitat de la drosera uniflora, pequeña planta carnívora.
El camino central finaliza en la bahía Lapataia donde también culmina la ruta nacional 3, tal como lo indica un vistoso cartel, a metros de las riberas del Beagle. Toda esta franja es ideal para la observación de aves marinas y para recorrer los restos de un picadero perteneciente a los indios yaganes, habitantes de otros tiempos.
Lengas, ñires y notros
Al parque también se puede llegar con el mencionado Tren del fin del mundo, que parte desde la ciudad y llega hasta Monte Oliva.
Todo el parque presenta una sucesión de montañas escarpadas, cursos de agua y valles tapizados por frondosa vegetación de canelos, notros, lengas, ñires y guindos. El colorido lo brindan las orquídeas blancas, las mutillas rojas y las armerias rosadas.
La excursión en catamarán por el canal de Beagle es otra de las que no debe faltar en un buen itinerario. La embarcación zarpa desde la ciudad o desde bahía Lapataia; incursiona por aguas heladas, que llevan hasta la antigua estancia de los Harberton; rodea el faro de Les Eclaireurs y atraviesa islotes con lobos marinos, cormoranes, pingüinos y otras aves.
Todo un periplo inolvidable, y ni hablar de la travesía a la Antártida. Zarpa desde el puerto para recorrer unos 1500 kilómetros abriéndose paso entre el hielo, y es sin duda el plato fuerte en los confines del mundo.
Rincones
- Otros puntos de interés lo constituyen los lagos Escondido y Fagnano, por la ruta 3, hacia el Norte. Se cruzan los Andes Fueguinos por el paso Garibaldi, con vistas espectaculares. Allí se extiende el Valle de Tierra Mayor, donde se realizan paseos en trineos tirados por perros y travesías en motos de nieve durante el invierno. A orillas del primer lago está la hostería Petrel, que alquila botes para pescar, y en el segundo, la hostería Kaiken, por donde se desciende a la playa hasta la desembocadura del río Turbio, ideal rincón pesquero de truchas y salmónidos.
Datos útiles
Cómo llegar: el pasaje aéreo, de ida y vuelta, cuesta desde 350 pesos, con tasas e impuestos. Por tierra, por la ruta nacional 3 cruzando en balsa a la isla por territorio chileno. No hay líneas regulares de micros que conecten Santa Cruz con Tierra del Fuego.
Alojamiento: la habitación doble en un hotel cinco estrellas cuesta 225 pesos; en uno de cuatro, desde 150; en uno de tres, desde 100; en uno de dos, desde 50, y en los de una, desde 30.
Antiguo presidio: abierto de 10 a 20. Visitas guiadas, a las 16.30 Entrada: 7 pesos; menores hasta 12 años, 1; estudiantes, 3, y jubilados, 5. Más información: 02901-437481.
Excursiones: la terrestre al parque (4 horas) cuesta 25 pesos; cabalgata por el parque nacional (2 horas), 50; trekking por el parque nacional, con navegación a la isla Redonda (7 horas e incluye traslado, guía y comida), 60; trekking por el glaciar Martial (7 horas con traslado, vianda, guía y equipos), 66; canales fueguinos en catamarán (2 horas y media, por canal de Beagle, isla de lobos y faro), 40.
Más información: Instituto Fueguino de Turismo. Av. Maipú 505, Ushuaia (02901-421423).
- Instituto Fueguino de Turismo. Marcelo T. de Alvear 790, Capital; 4311-0233.
En Internet:
Marcelo Ruggieri
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