Vacaciones en crucero, una tendencia que crece
A fines de noviembre llegarán los grandes barcos al puerto de Buenos Aires para comenzar otra temporada récord, por donde se espera que pasen cerca de 500.000 pasajeros
30 de septiembre de 2012
En la Argentina, la industria de los cruceros sigue con viento a favor. Cada año y desde hace varios ya, la cantidad de pasajeros que pasa por el puerto de Buenos Aires mantiene un crecimiento sostenido y se bate un nuevo récord.
Para esta temporada, que se inicia con la llegada de los primeros barcos el mes próximo, pero que arranca masivamente a fines de noviembre con los grandes cruceros, se espera que embarquen o hagan escala cerca de 500.000 pasajeros en la Terminal Quinquela Martín, atrás de Retiro, con buen porcentaje de brasileños. Un 15% más que la temporada anterior y casi cinco veces más que hace siete años, cuando apenas se contabilizaron 108.500 pasajeros.
No hay dudas de que el puerto de Buenos Aires, a pesar de tener los costos operativos más caros del mundo, es una escala y punto de partida estratégico y un buen negocio para las navieras internacionales.
Se anunciaron para esta temporada 163 recaladas (algunos barcos pasarán varias veces), según datos de Puerto Buenos Aires. Apenas cinco más que al año último, pero con una gran diferencia: está previsto que lleguen barcos mucho más grandes y que reciben a bordo muchísimos más pasajeros. Los buques más grandes que saldrán de Buenos Aires tienen capacidad para 3800 pasajeros, cuando otras temporadas las embarcaciones que se destinaban para el verano de América del Sur promediaban los 2500 pasajeros.
Para este verano 2012/13 se espera que alrededor de 160.000 argentinos se embarquen en Buenos Aires, también un 15% más que la temporada última.
Los cruceros que zarpan desde la terminal porteña siguen conquistando a pasajeros que nunca se habían subido a un barco y también a otros que buscan esquivar aeropuertos, viajes en avión y rutas cargadas en plena temporada alta. Para los que viven en Buenos Aires, simplemente implica tomar un taxi hasta el puerto y comenzar ahí mismo las vacaciones. Como se dice habitualmente, los cruceros son un destino en sí mismo, con todo para divertirse y disfrutar a bordo, con un plus, las escalas, en los diferentes puertos.
Lo mejor de lo mejor
Este verano, como siempre, los protagonistas de las salidas a Brasil serán las naves de Costa Cruceros e Ibero Cruceros, que pertenecen al grupo Costa y MSC Cruceros. Por supuesto traen barcos mucho más nuevos y más grandes.
"Será otra temporada histórica, con seis barcos en el puerto de Buenos Aires, tres de Costa y tres de Ibero Cruceros", comenta Pablo Laudonia, gerente comercial del grupo Costa.
Este año vuelve el Costa Fortuna y llegan por primera vez el Costa Serena y el Costa Fascinosa, que se inauguró hace seis meses y recibe a 3800 pasajeros a bordo.
"Como el mercado sudamericano crece exponencialmente, la idea es ofrecer barcos más nuevos para los pasajeros argentinos y brasileños. Para Costa e Ibero, esta región es más estratégica que el Caribe, porque nuestros productos son más afines con el gusto sudamericano", explica.
MSC Cruceros, la otra gran naviera que domina la terminal porteña, se suma a la tendencia de traer mejores barcos.
Este año llega al público argentino el MSC Musica, con capacidad para 3200 pasajeros y todas las comodidades a bordo. "Traer al Musica representa un crecimiento importante, un 23% más de capacidad de pasajeros argentinos que la temporada anterior", cuenta Javier Massignani, director comercial de MSC Cruceros.
"El Musica -explica Massignani- es un producto ciento por ciento destinado a los argentinos y adaptado al gusto local, con propuestas artísticas y temáticas conocidas por todos."
Para MSC, América también es un mercado estratégico. "Para nosotros, después del Mediterráneo es la región más importante, por eso llega a Brasil el MSC Fantasía, uno de los barcos más lindos y nuevos de la flota, con el Yacht Club, un sector VIP", agrega.
También con buen nivel de reservas, pero con más presencia de extranjeros desde Buenos Aires salen cruceros hacia la Patagonia, con escalas en Ushuaia y las Islas Malvinas, algunas rutas con final en Valparaíso y otras retornan a Buenos Aires.
Esta temporada vuelven el Celebrity Infinity, el Star Princess y el Veendam, de Holand, con recorridos similares.
De la mano de Brasil
El crecimiento de los cruceros en la Argentina viene de la mano del auge de esta industria en Brasil. Son mercados que se desarrollan en paralelo y se potencian uno con otro.
De hecho, durante la temporada, muchos cruceros vendrán con brasileños para una escala en muchos casos de dos días.
"El mercado de cruceros en América del Sur registró un impactante expansión: en los últimos 10 años creció un 3000%. De casi 50.000 pasajeros en 2000 se alcanzó la cifra récord aproximada de 1,5 millones de huéspedes durante la última temporada", resumió Pierfrancesco Vago, CEO de MSC Cruceros en su paso por Buenos Aires.
"Nos encontramos ante un mercado más maduro, en el cual la opción de vacaciones en cruceros se encuentra instaurada gracias al estable contexto político y el desarrollo de una nueva clase media, que ha impulsado la economía y, consecuentemente, el turismo", agregó Vago en una charla en el Seatrade, una conferencia sobre la industria de los cruceros que se desarrolló en el puerto hace 20 días y que reunió a los referentes del sector.
El negocio de turismo de cruceros en Brasil también crece año tras año: para esta temporada esperan cerca de 900.000 pasajeros en 386 salidas. El año último contabilizaron 792.000.
"El gran desafío de América del Sur -expuso Ricardo Amaral, presidente de Abremar, la asociación brasileña de cruceros marítimos en el Seatrade- es romper con la estacionalidad y ver a la región como un polo por desarrollarse."
Además de los cruceros que salen del puerto de Buenos Aires, también hay salidas de Santos y Río para navegar por el nordeste brasileño.
Por supuesto miles de alternativas por el Caribe, donde todo el año es temporada alta, desde Miami, Ft. Lauderdale o Panamá, la Polinesia y propuestas exóticas, también en pleno auge, como Australia, China, Dubai y sudeste asiático.
"Estamos vendiendo mucho y a diferentes lugares. La gente no puede ahorrar en dólares, siente que los pesos se desvalorizan, entonces aprovechan y viajan", cuenta Carlos Ryan, representante de cruceros Princess en el país.
Está claro que el mundo cada vez más se descubre desde la cubierta.
En pesos, al cambio oficial y con todo incluido
Los cruceros se comercializan en la Argentina en pesos, al codiciado cambio oficial y en muchos casos, según las promociones de los bancos, hasta en cómodas cuotas sin interés. Además, prácticamente son vacaciones con todo incluido (traslados, alojamiento, comidas, shows), sin demasiados gastos extras. Sólo se necesitan divisas durante las escalas en los puertos. Las bebidas y extras a bordo, en el momento del desembarco, se pueden cancelar con tarjetas de crédito.
También, como parte de una tendencia mundial, las navieras ofrecen la posibilidad de contratar cruceros all inclusive y pagarlo en Buenos Aires. Esto es que por alrededor de 25 o 50 dólares por día por pasajero, se accede a bebidas libres a bordo, incluido alcohol y al cambio oficial.