

COPENHAGUE (El País, de Madrid).- Como algunos otros barrios cosmopolitas que albergan en la actualidad las tiendas de creadores de ropa, restaurantes étnicos y bares de moda, Vesterbro, en Copenhague, fue primero una zona de prostitución y droga. Hoy este barrio emergente rebosa modernidad gracias al diseño que invade sus calles, y los inmigrantes asiáticos y del Oriente próximo llegados en los años sesenta y setenta le dan un aire multicultural.
La moda no incomoda
Vesterbro se extiende desde el oeste de la estación central de Copenhague hacia Frederiksberg. El recorrido se inicia en el hotel Radisson SAS Royal, proyectado hasta el mínimo detalle por el arquitecto y diseñador Arne Jacobsen. Griferías, sillas, lámparas, escaleras..., todo fue creado para su apertura en 1960, aunque, tras una reciente remodelación de tinte comercial, la única habitación que conserva las piezas originales es la 606. Esta visita tiene vital importancia, ya que los diseños creados para el hotel invaden hoy casas, tiendas, museos, instituciones, bares y restaurantes de todo el país. Desde allí, la ruta baja hacia Vesterbrogade, eje central y punto de referencia en el barrio.
No hay nada más recomendable que comprar diseño local en los viajes. En Vesterbro hay dos calles para eso. En Vaernesdamsvej se encuentra Klun -en la esquina con Gammel Kongevej-, y más adelante, en el número 12, Samsoe o Samsoe. Son las mejores tiendas multimarca de la calle para encontrar firmas internacionales y de diseño local.
En la calle Istedgade se destacan, para ropa más desenfadada y de marcha, Asfalt y Donn Ya Doll, auténticos museos de lo freak, pero con posibilidad de encontrar camisetas y pantalones divertidos y ponibles. También hay en esta calle tiendas de lencería para los más lanzados. En Designer Zoo se encuentran ropa y objetos de jóvenes creadores daneses. La gente de la moda danesa compra aquí.
Para adquirir diseño danés de autor, hay que dirigirse a la calle Amagertorv, en el centro.
Comer y beber
A partir de los años noventa, la forma de entender la restauración cambió en la capital danesa. La revolución la personificó Torben Olsen con locales como Café Victor, Dan Turells, Café Sommersko, Ultimo y Café Ketchup, encargados de reinterpretar la cocina danesa tradicional. Sus discípulos abrieron entonces Den Lille Fede, Egoisten y Gendarmen, entre otros. La herencia, versión Vesterbro, de Olsen se llama Formel-b. Su chef, Nikolai Kirk, elabora platos distintos cada día. No existe carta, pero sí un precio fijo de 495 coronas (unos 66 dólares). El improvisado menú suele componerse de siete platos, en pequeñas dosis, que redefinen la moderna cocina escandinava con un toque francés.
En Bojesen se puede comprar comida para llevar o comer in situ. Es una de las mejores opciones para la hora del mediodía (otra son los puestos callejeros, con los típicos panchos daneses con pepinillo y cebolla frita seca).
En este barrio multicultural no pueden faltar restaurantes de culturas alejadas. Los mejores tailandeses son Thai Esan (Lille Istedgade, 7) y Ban-Gaw (Istedgade). De los chinos, es recomendable Fu Hao (Colbjornsensgade, 15), con decenas de variedades de dim-sum (empanadillas al vapor). Para comida tradicional danesa, dirigirse a Hansens Gamle Familiehave (Pile-Allé, 10-12), donde se puede degustar salmón, langostinos o reno.
Salidas nocturnas
Para la noche, una opción joven es la de los llamados café culture. Estos locales son ideales para cenas desenfadadas. Los más de moda son Delicatessen y Bang og Jensen. En ambos se sirve brunch los fines de semana. Delicatessen (Vesterbrogade, 120) viene precedido del éxito de su hermano mayor, TyvenKokkenHansKoneogHendesElsker (el cocinero, el ladrón, su mujer y su amante), uno de los mejores locales de alta cocina, mientras que Bang og Jensen (Istedgade, 130) ha sido tomado por bohemios y gente de la moda.
Para continuar la marcha, una única parada: Vega (Enghavevej, 40). Un multiespacio con distintas salas, bares y DJ ubicado en un magnífico edificio de 1950, cita para la modernidad no sólo de Vesterbro, sino de toda la ciudad. Acabar la noche en su recién inaugurado espacio Vega Lounge es lo más cool de Copenhague. Un final de lujo.
Alvaro Castro
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
