
Viaje al centro de esquí más pequeño del país
Dirigido por una comunidad mapuche, busca crecer sin perder su esencia: ambiente familiar, nivel para principiantes, precios bajos y cuidado del medio ambiente. Junto a Villa Pehuenia, un hermoso pueblo de montaña, el marco de la cordillera neuquina es incomparable
26 de agosto de 2007

VILLA PEHUENIA.- El medio de elevación conocido como T-Bar permite una charla hombro a hombro en el silencio de Batea Mahuida, el particular centro de nieve que forma parte de la comunidad mapuche Puel. Son sólo cuatro minutos de ascenso, ideales para conocer mejor el lugar a través de los comentarios de cada visitante. Compañeros del T-Bar:
1°) Marcos, de Pergamino: "Lo bueno es que nadie se ríe cuando te caés, porque estamos todos aprendiendo".
2°) Silvia, de Tres Arroyos: "Acá te acercás realmente a la naturaleza. En ningún otro centro tenés esta vista hermosa sin carteles que molesten".
3°) Eduardo, de La Plata: "Cada vez que quiero disfrutar del paisaje, me doy un porrazo".
4°) Ailén, de 16 años, que no es mapuche a pesar del nombre, sino de Lanús: "Es el segundo año que vengo con mi familia. Hoy llegamos a las 9, pero tuvimos que esperar que abrieran. Son un poco relajados, en ese sentido, aunque también estiran la hora de cierre cuando el día es lindo. No son tan estrictos, y eso está bueno".
5°) Marcelo, de Santa Rosa: "No hay muchas opciones para el experimentado, pero puedo venir con mi mujer y mi hija, que están aprendiendo. Cuando quiero esquiar en serio voy a otro centro, con mis amigos, una vez por año".
6°) Patricia, de Bahía Blanca, tiene casa en la villa: "Aprendí a esquiar acá a los 41 años, hace seis, y ahora vengo todos los inviernos. Para lo que busco, es más que suficiente; tampoco me interesa ser corredora".
En casi dos horas de subir y bajar, las procedencias se repiten. La mayoría viene de la provincia de Buenos Aires y los objetivos son similares: aprender y divertirse. Es el centro más pequeño del país, con dos pistas para principiantes, y una tercera para superprincipiantes.
Cuentan que Omar Zapata, integrante de la comunidad mapuche, como todos los trabajadores del centro, fue el instructor de la gran mayoría. Ahora es el jefe de seguridad de las pistas, por donde circulan unos 350 esquiadores por día en temporada alta. "Se trata de inculcar la preservación. Como hay pocas personas, no es difícil. Al principio nos costó convencer a nuestra propia gente, que miraba con desconfianza, pero después de los estudios de impacto ambiental y de la mano de los más jóvenes, lo fueron aceptando", recuerda Zapata, que trabaja en el lugar ("mi casa") desde 2001, tras haber vivido once años en Buenos Aires, donde se recibió de ingeniero en la UBA.
El centro está ubicado en una ladera del volcán Mahuida, en plena Cordillera, aunque en una zona baja: 1900 metros sobre el nivel del mar. Con sol durante gran parte del día, las pistas proponen bajar mirando los lagos Aluminé y Moquehue, y la península de Los Coihues, un terceto insuperable.
En días bien despejados, desde la cima se observan hasta siete volcanes, entre ellos el Lanín y el chileno Villarrica. A la izquierda de las pistas se puede ver también el cráter del volcán, que tiene en el interior una laguna, congelada en invierno, en vez de lava.
Según Zapata, la mitad de los visitantes se muestra interesada en la cultura mapuche y su diferente manera de pensar el esquí. "A veces resulta raro o chocante que nos manejemos con lentitud, pero, por ejemplo, si tenemos que cerrar una hora tarde, también lo hacemos. La idea es no entrar en el ritmo de los turistas más acelerados, sino al revés, que el lugar sea lo más tranqui posible."
El lonco (cacique) Manuel Calfuqueo es el administrador de este emprendimiento, que lleva siete temporadas y logra frenar en gran medida la migración de los jóvenes de la comunidad. Muchos de ellos aprendieron a esquiar en otros centros del país y hoy son instructores. Otros, "más fierreros", dice Omar, se ocupan de los medios de elevación.
Las paredes del restaurante exhiben tejidos, y las tortas fritas reemplazan el pan en el almuerzo. Es viernes y, horas más tarde, la terraza se llenará de turistas que, desde allí, contemplarán la bajada del cóndor: integrantes de la comunidad descienden sobre los esquíes, con ponchos e instrumentos típicos, simulando el vuelo de estas aves. El mismo día, cuando cae el sol, se realiza la bajada de antorchas, a la que se suman muchos visitantes. "Al principio nos costó un poco el trato con los turistas, pero hoy el intercambio es muy interesante. Se habló con los nuestros para que fueran más abiertos, que lo vieran también como un negocio y una forma de crecimiento. Y creo que la gente aprecia la forma de relacionarnos con el medio ambiente", agrega Omar.
El objetivo de los Puel es ampliar el centro, con un medio de elevación que permita agregar pistas para niveles intermedios. "El proyecto abarca también una guardería y una escuela -continúa-. Nos gustaría ayudar a otras comunidades vecinas, con más puestos de trabajo." Batea Mahuida es hoy una importante fuente de ingresos para su comunidad, en una época en la que la ganadería no rinde. También los es para la villa, a unos 9 kilómetros de las pistas, que antes era sólo un lugar de veraneo y ahora es una belleza para disfrutar todo el año.
Pueblo encantador
Casas disimuladas entre la nieve y las araucarias, con vista a un lago omnipresente y unidas por calles que no suelen tener ni una recta. Así se presenta Villa Pehuenia, uno de los pueblos turísticos más jóvenes del país, que cuenta con unos 900 habitantes y 1200 camas para los que llegan a visitarla.
Por los lagos Aluminé y Moquehue se puede navegar en bote, lancha y canoa, hasta playas de arena que empiezan a descubrirse en septiembre. Desde el primero de ellos se puede apreciar la distribución del pueblo; es la mejor forma de hacerlo. En la región, hay también muchas opciones de pesca deportiva, trolling, spinning y fly casting, especialmente de trucha salvaje (ver recuadro Aluminé).
Con menos de veinte años de vida turística, el crecimiento de Pehuenia es sostenido desde la inauguración de Batea Mahuida. Pero en cada rincón del pueblo repiten que el número de camas no debería superar las 2200, para mantener la tranquilidad del lugar, que cuenta con campings libres, pero prevalecen las cabañas de tres y cuatro estrellas.
Dividida en dos áreas, alojamiento y servicios, y a 1200 metros sobre el nivel del mar, la aldea propone paseos a caballo, en bicicleta o con raquetas de nieve, en algunos casos combinados con la cultura mapuche. Antonio Catalán, por ejemplo, guía a los visitantes por bosques y zonas de veranadas hasta su propia casa; allí finaliza la caminata nocturna con raquetas, con una comida típica que prepara su madre, Josefina, y con un poco de música mapuche que él toca, con instrumentos como el cultrún, una caja de madera y cuero, símbolo de su cultura. En la mesa de Josefina no faltarán licores caseros de zarzaparrilla o menta silvestre; ni, por supuesto, los piñones, recogidos de araucarias propias de la comunidad, servidos junto a cada plato, o simplemente hervidos, como en este caso.
Por Martín Wain
Enviado especial
Enviado especial
Datos útiles
Cómo llegar
- En avión desde Buenos Aires hasta los aeropuertos de Neuquén o San Martín de los Andes, los vuelos ida y vuela cuestan 716 y 980 pesos, respectivamente. Desde la capital neuquina, a unos 300 kilómetros de la villa, se accede por las rutas nacionales 22 y 40, y la provincial 13. En temporada invernal recomiendan tomar después de la ruta 40, las provinciales 46, 23 y 13; se extiende el recorrido a 386 kilómetros
Actividades
Villa Pehuenia
- Centro de nieve Batea Mahuida . A 9 kilómetros de la villa, los precios de temporada media (hasta el 10/9) son: pase diario, $ 35; pase medio día, $ 30. Temporada baja (del 11/9 al cierre): pase diario, $ 30; pase medio día, $ 25. Clase de esquí o snowboard: grupal, $ 35; clase individual, $ 45. Alquiler de equipo (tablas, botas, bastones): día, $ 30: medio día, $ 20.
- Raquetas de nieve : la caminata nocturna, que incluye la cena en una casa mapuche, cuesta 100 pesos por persona. Informes(02942) 498092/15692239
Aluminé
- Trekking + snowboard : Mali Viajes, (02942) 15663021
- Pesca: Hugo Alonso, (02942) 496357
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
