Bueno me repuse.
Igual, estoy como si hubiera corrido una maratón cada día.
El sábado vino Sofi a conocer el depto. Hace MIL que no nos veíamos. Por h o por b, nunca coincidíamos con los horarios.
Aprovechamos que los chicos estaban con Nicolás y se probó todo mi placard. Finalmente se llevó unos aros (ja!!!!!).
Nos quedamos toda la tarde tomando mates. A eso de las ocho, me dice "che, y qué tal si vamos a por un champancito?"
La quiero!!!! me hace reir!
Yo tenía uno en la heladera que me había regalado papá el día que me mudé así que descorchamos y nos tiramos en el living (mate en la cocina, champagne en el Living. Suena lógico).
Sofi tenía planes para la noche. Desde que llegó estaba diciendo "no me puedo quedar más de las 10 porque blah blah blah". A las 9, agarró el teléfono, marcó el número de sus planes y canceló.
Nos quedaba un rato para ir al súper así que nos apuramos y compramos ingredientes para picada como para alimentar a un pueblo en la post-guerra.
Y más champú.
Hasta las 5 AM nos quedamos, amigos. Estuvimos 18 horas juntas y NUNCA se nos terminaron los temas de conversación. De hecho, mientras esperaba el ascensor, se dio vuelta y me dijo "igual, me voy con la sensación de que no hablamos nada".