VILLA GENERAL BELGRANO, Córdoba.- Enmarcada por las sierras Chica y Grande del Valle de Calamuchita, Villa General Belgrano goza de una ubicación privilegiada, 300 días de sol al año y una arquitectura de estilo alemán que le aporta aún más encanto.
Sólo 90 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba y unos 750 de Buenos Aires, este rincón de las verdes serranías es una excelente opción tanto para la escapada de dos o tres días como para una temporada que permita desenchufarse del acelerado ritmo urbano.
Su historia se remonta a la llegada de inmigrantes germanos, suizos y austríacos en la década del treinta y aún palpita en sus calles y sus casas de madera y tejas, en los bares donde no faltan las salchichas con chucrut y cerveza, y las tradiciones que sus habitantes conservan generación tras generación.
Las distancias cortas y la tranquilidad reinante son más que propicias para la caminata, la mejor forma de recorrer la villa y sus alrededores. Algo similar ocurre con las cabalgatas y, para espíritus más aventureros, el alpinismo, el parapente y el turismo en 4x4 son sólo algunas de las ofertas sobre las que uno puede informarse en la oficina de turismo (San Martín 43).
Sobre la ruta provincial 5, entre la entrada sur a la Villa y el arco de la avenida Ojo de Agua, el cartel junto a la tranquera indica el camino de acceso al cerro de la Virgen y Pico Alemán donde, luego de un ascenso de 240 metros entre arroyos con puentes de madera y un paisaje que combina la zarzamora con las más diversas especies arbóreas, se obtiene una vista inolvidable de todo el Valle de Calamuchita.
El paisaje ofrece todos sus rincones para hacer trekking o simplemente caminar y disfrutar de la naturaleza
Por la misma ruta, a 600 metros de la entrada norte -yendo hacia Córdoba, sobre la margen derecha-, se ingresa en el sendero que bordea el arroyo y conduce a la quebrada de la Zarzamora y al Pozo Verde, una olla natural del intenso color que le da el nombre.
La frondosa vegetación es el hábitat elegido por una gran cantidad de aves autóctonas a manera de exclusivo refugio natural.
Dondequiera que uno vaya, los caminos y senderos circundan el correr de las aguas que arrullan las rocas y bañan el verde de las orillas. Una caminata desde la avenida San Martín y camino a Los Reartes, rodeando el arroyo La Toma hasta su confluencia con El Sauce es suficiente como para conocer una perspectiva diferente en cada paraje, especialmente si se cuenta con poco tiempo.
Como para poner el broche de oro al paseo, en los bares y confiterías de la avenida principal J. A.Roca y su continuación, San Martín, espera un té con una porción de torta de manzana o Selva Negra o una cerveza con salchichas y chucrut, según lo indique el paladar.
Para la noche, una cena alemana a base de goulash con spatzle o carré de cerdo Honig y, para los más jóvenes o toda la familia, unas líneas en el bowling de la calle Manantiales (a media cuadra de Roca) coronan el día.
La Cumbrecita
Recostada sobre la sierra Comechingones, a 40 kilómetros de la Villa, La Cumbrecita es un destino imperdible. Por el camino de ripio mejorado que parte de la Pileta Municipal (calle Corrientes), el paisaje comienza a cambiar; la zarzamora y los arbustos van dando paso a los arroyos y del bosque emerge la bellísima postal con reminiscencias de villa tirolesa. Casas estilo alpino, la densa arboleda y el cantar de los zorzales toman por sorpresa en un recodo del camino.
El cartel de bienvenida no escatima advertencias en pro de la conservación del lugar recientemente declarado reserva provincial y comunal, título que los habitantes ostentan con indisimulado orgullo.
Los autos quedan en un estacionamiento externo -sólo quienes se alojen en uno de sus cinco hoteles podrán traspasar el puente de ingreso a bordo de sus vehículos- y un cuerpo de guías locales y protectores ambientales vestidos con uniformes lila y verde custodian la preservación de tan preciada naturaleza.
Entre abedules, cedros y tabaquillos -único árbol autóctono, pariente del arrayán-, las callecitas internas serpentean hacia los cristalinos ríos y arroyos con sus respectivos balnearios y otras atracciones.
El camino que sale a la derecha de los hoteles Las Verbenas y La Cumbrecita se abre paso en el bosque hasta El Castillo, un edificio de estilo medieval y, a la izquierda de éste, por un sendero se llega a La Olla del río Almbachsee, una cascada que cae a 9 metros de profundidad, apenas iluminada por algunos rayos de sol que logran filtrarse a través del espeso verde.
Cerca de allí, la confitería El Paseo incita a la tentación con sus deliciosos platos típicos y tortas artesanales.
Pato al agua
Si en cambio se continúa por el camino principal de El Castillo, un pequeño balneario natural de aguas claras y poco profundas, la laguna de Los Patos, hace las delicias de los más chicos.
Calzado cómodo y ganas de caminar siguen siendo la consigna aquí. Desde la laguna, cruzando el puente de madera junto a la célebre casa de té Liesbeth, un sendero asciende los 1715 metros del Cerro Wank.
La majestuosa vista que regala desde su cima justifica ampliamente las tres horas de caminata.
Otro imperdible de la zona es Casas Viejas. Para llegar hay que andar una hora tras cruzar el puente de acceso sobre la calle principal, junto al Centro Cívico.
Las cabalgatas son una de las tantas opciones atractivas en esta zona de Córdoba
Bordeando el río, el sendero atraviesa un paisaje de montaña realmente bello hasta que el caserío inserto en la pradera anuncia el arribo.
Lo más recomendable es tomar un día completo para la excursión, previo contacto con el propietario, don Mateo Merlo, que se encargará de preparar un inigualable asado de chivito.
El cerro Cumbrecita -a 100 metros de la capilla-, Forelensee o pileta de las truchas y la Cascada Grande integran la lista de lugares que hacen de La Cumbrecita si no el paraíso, una excelente aproximación a él. (Informes: 0546-81070).
Fotos: Zulma Luengo
Información
La Casa de la provincia de Córdoba atiende consultas en Callao 332, o en el teléfono 371-1668.
La Comisión Municipal de Turismo de Villa General Belgrano brinda información por los teléfonos 0546-61333/61420.
Alejandra Rodríguez