Villa La Angostura: regreso en seis pasos
En el llamado Jardín de la Patagonia, el volcán Puyehue parece sólo un mal recuerdo y se espera una Semana Santa nuevamente a pleno
25 de marzo de 2012
1. AHORRAR
La erupción del volcán Puyehue, en junio último, hizo estragos en el turismo de la región. La densa lluvia de cenizas resultó en un paisaje desolador, que costaba imaginar cómo podría revertirse. La economía local efectivamente sufrió con meses de inactividad y pérdidas, sin siquiera vuelos que llegaran a Bariloche, principal acceso aéreo.
En el verano, el aeropuerto de Bariloche se reabrió y los turistas comenzaron a reaparecer también en Villa La Angostura, que se salvó de pérdidas aún mayores, aunque todavía con bajos niveles de ocupación. Hoy, sin embargo, con el evento volcánico en su etapa final, el paisaje luce totalmente recuperado. Tanto que es difícil creer que aquí ocurrió lo que ocurrió. Pero para que la economía vuelva a estabilizarse faltará más de una temporada. "Estamos bien. La naturaleza ayudó. Ahora apostamos mucho a Semana Santa", aclara Roberto Cacault, intendende de la Villa, que para estas minivacaciones despliega toda una estrategia de seducción, en la que se destacan estos beneficios:
1. Tarifas de hotelería y gastronomía con entre el 20 y 30% de descuento respecto de los valores de 2011 (es decir, cerca de un 50% si se considera la inflación notoria en otros destinos).
2. Transfer gratuito desde Bariloche, exclusivamente para turistas que lleguen en los vuelos AU 2682 y regresen por el AU 2683, y que reserven este servicio anticipadamente por el mail trfvla@hotmail.com
3. Durante Semana Santa tendrá lugar una clínica de actividades en la entrada al Parque Nacional Arrayanes, en la que tanto locales como turistas podrán disfrutar de manera gratuita de kayaks, mountain bikes, clínicas de pesca, city tour y trekking.
2. CAMINAR
No faltan opciones si lo que se busca es una buena caminata en o desde Villa La Angostura. Con mayor o menor dificultad, para más o menos tiempo, con o sin guía... Lo más práctico es consultar en la Oficina de Turismo, en pleno centro, donde además se puede retirar un folleto específico y detallado, un verdadero catálogo de trekking local.
Apenas a un par de kilómetros desde el mismo centro urbano, en el cerro Belvedere hay una opción apta para todo público que se puede encarar incluso sin guía. Se llega en auto hasta la base, donde se encuentra la comunidad mapuche Paichil Antriao (que en los últimos años fue noticia al defender su posición justamente en estas tierras). Desde allí hay que caminar unos 45 minutos, sin gran exigencia y por una senda claramente marcada, por el bosque de coihues, altos y vigorosos, con sus nudos y llao llaos, o espectacularmente tumbados, luego de arrastrar de todo un poco en el colapso. La meta es el claro-mirador sobre el lago Correntoso, con espectacular vista también de los brazos Rincón, Ultima Esperanza y Machete del lago Nahuel Huapi.
Si se está dispuesto a unos 45 minutos más de marcha se llega entonces por un sendero algo más complicado y angosto hasta la sorprendente cascada Inacayal, gran recompensa para los caminantes. El circuito se puede disfrutar también a caballo y, en invierno, con raquetas para nieve.
3. COMER
Acaso debido a un público habitué particularmente exigente, la oferta gastronómica de La Angostura mantiene un nivel muy interesante. El catálogo de restaurantes y bares es de lo más amplio. Pero en un breve recorrido, considerando que fuera de temporada alta muchos sitios valiosos no están abiertos, habría que hacer una parada en la parrilla Chop Chop (Siete Lagos 365) para probar el cordero asado. Como opción liviana, para un mediodía entre caminatas, se puede ir por un sándwich de pollo y vegetales grillados en una mesa al aire libre, de Viejos Tiempos (Nahuel Huapi 2136). Para la cena, lomo de trucha en salsa de piñones con puré de papas y albahaca, en Hub (Arrayanes 256), que algunas trasnoches puede transformarse mágicamente en pub con DJ y pista.
Para una experiencia más sofisticada y también anecdótica, si se quiere, allí está Tinto Bistro que se ha hecho conocido no sólo por su cocina, sino por tener entre sus socios propietarios a Martín Zorreguieta, hermano de Máxima, la princesa argentina más asidua visitante de la Villa. El cuento es inevitable, pero el bistró tiene una clientela fiel por peso propio: una carta creativa (este año, con una especie de grandes éxitos de sus diez años de vida), un salón cálido y con impecable gusto. En homenaje al famoso volcán hay que probar el salteado del día, bautizado, con humor, Wok my ash .
4. TOMAR
A imagen y semejanza de su vecina Bariloche, La Angostura de a poco arma también su circuito de cervecerías artesanales. Australis, Epulafquen y Bauhaus son algunas de las botellitas de elaboración totalmente artesanal que se pueden comprar en los negocios de la comercial Av. Arrayanes o en los propios locales de sus fabricantes. En el caso de Bauhaus, la marca hace casi un año tiene también una especie de pub patagónico (atención con esta categoría), decorado especialmente con viejos vinilos de rock (desde The Wall , de Pink Floyd, hasta Uprising , de Bob Marley), que en noches de fin de semana suele ambientarse con música en vivo a cargo de amigos y vecinos. "El proyecto era el de un lugar para nuestra comunidad, no sólo para turistas", explica una de las socias y maestra cervecera, Natalia Granzurger.
El staff asesora en el maridaje de sus cervezas pale ale, barley ale y stout (producidas in situ) con tablas memorables (pida las cazuelas de goulash a la cerveza negra, cerdo a la cerveza roja, salchichas y chucrut, para dos, aunque todavía no figure en la carta).
Bauhaus abre de miércoles a domingo. Av. Arrayanes 3370, a metros del acceso al Cerro Bayo.
5. REMAR
Los lagos son la esencia de la geografía del Parque Nacional Nahuel Huapi. Pero no basta con contemplar sus vistas de postal desde una orilla. Para vivirlos a pleno hay que vivirlos... desde adentro. Y para eso, nada como los kayaks, que permiten navegar suavemente con el cuerpo en la misma superficie de estas frías aguas, con una particular perspectiva. "Las salidas se adaptan a la medida del cliente: parejas, familias, grupos, mayores o menores, más o menos entrenados, de un par de horas a varios días de remo, para llegar incluso hasta el Pacífico", explica Pablo Beheran, uno de los más experimentados y entrenados guías de kayak y rafting en la zona.
Con las embarcaciones de Patagonia Infinita, Beheran ofrece, por ejemplo, una opción de medio día en el Nahuel Huapi, con salida y arribo en Puerto Bandurrias (a un kilómetro del puente sobre el río Correntoso), navegando por la zona costera, observando vegetación y aves, con una parada para descansar y tomar algo caliente y comer galletitas; cuesta 250 pesos por persona. Una alternativa de día completo en el lago Espejo (aguas algo más cálidas y un panorama más agreste), con opción de nadar (se proveen trajes de neoprene y visor) y parada con almuerzo, cuesta unos 380 pesos por persona.
En cualquiera de sus versiones, la experiencia del kayak en los lagos del parque nacional es realmente imperdible.
6. PESCAR
Semana Santa será una de las últimas oportunidades de pescar en Villa La Angostura hasta noviembre, ya que la temporada actual terminará el 30 de abril (hay temporada extendida sólo en las bocas de los ríos Correntoso y Limay hasta el 31 de mayo). "Todos acá pensábamos que, por las cenizas, las truchas se iban a morir. Dijimos muchas pavadas, pero no pasó nada. Al contrario, por alguna razón tuvieron más alimento de lo habitual y están más gorditas. Tuvimos una temporada con muy buena pesca." Eso asegura Luli Di Lorenzo, experimentado guía de pesca (y también de caza y trekking) en el parque nacional, mientras elige una cucharita de su nutrida ferretería , como él mismo llama a su caja con accesorios de pesca. Di Lorenzo, oriundo de Olavarría, tiene 37 años y llegó a la región de muy chico, en 1982.
La Angostura es una de las locaciones protagonistas del auge de la pesca con mosca en la Patagonia, aunque el spinning y el trolling tienen también su arrastre. Los lugares son también variados, desde el Nahuel Huapi, con la boca del río Correntoso, junto al tradicional hotel del mismo nombre y los dos puentes, hasta el lago Espejo, pasando por el río Limay, ya a unos 50 minutos de la Villa.