•

Whisky, golf y haggis

5 de noviembre de 1999

Hay palabras que no tienen traducción en el mundo entero, como si sólo hubiera un único idioma. Por ejemplo, whisky, golf y haggis .

Los tres placeres de origen más escocés, potenciales vicios para los que habitan estas tierras. Ningún visitante debe privarse de ellos.

El origen del whisky se pierde en el corazón de las Highlands. Su primera data se remite a los gastos del Tesoro Público de 1494, donde aparece la adquisición de malta para preparar aquavitae (agua de la vida). Si bien en 1777 el fisco calculaba que en Edimburgo había ocho destilerías autorizadas y 400 ilegales, actualmente el whisky es uno de los cinco productos que más exporta Escocia al mundo: unos 700 millones de botellas al año.

Más de 100 destilerías, muchas de ellas totalmente artesanales, se pierden entre las montañas transformando el agua de las Highlands que fluye entre la turba en esta bebida tan ponderada. Su gusto varía según la cebada (su principal ingrediente) ya sea malteada o mezclada con maíz. La marca más vendida es Gleniddich (a base de malta), y exporta seis millones de botellas a 185 países.

La comida nacional

Al igual que el whisky, otro sabor de origen humilde que bien compartieron desde siempre campesinos y aristócratas es el haggis :la comida nacional.

Se trata básicamente de estómago de oveja, relleno con carne picada de cordero, cebolla, harina de avena y especias. Luego de cocerlo, se abre el estómago -reemplazado en la actualidad por una bolsa de plástico como envoltorio- y se sirve el contenido.

Con la misma pasión que provocan las tradiciones en los paladares, el golf, cuya indiscutida cuna es algún lugar de Escocia, es placer para la mayoría. De los 400 links diseminados por el país, los de mayor fama son el de Saint Andrews y el de Muirfield (vecino a Edimburgo).

¡Compartilo!