

WYOMING (El País, de Madrid).--Está dicho y escrito que el 25 de agosto se celebra la Navidad en Yellowstone en conmemoración de una gran nevada caída hace muchos años en tan veraniega fecha. Una de las primeras sorpresas de un viaje al primogénito de los parques naturales. Entramos por la puerta este de Yellowstone, después de recorrer las llanuras soleadas del centro de Wyoming.
Son varios los centros de interpretación repartidos estratégicamente por todo el parque, cada uno de ellos con una especialización sobre las múltiples peculiaridades de Yellowstone y todos con expositores de naturaleza, librería y anfiteatro, y sala de proyecciones para charlas y muestras de videos. En éste de Fishing Bridge se puede ver de cerca, disecados, mamíferos y aves de la nutrida fauna del parque: rapaces, cisnes, pelícanos, una madre oso con su cría... La gran novedad en el parque en los últimos años ha sido la feliz introducción del lobo, cuyo último predecesor fue abatido en 1926 en Yellowstone. ¿Es posible ver lobos? La respuesta es sabida, pero la pregunta salta de forma inevitable. "Puede ser que se los vea en el valle de Lamar. A eso de las seis de la mañana." El ranger lo dice con una sonrisa, en la que el viajero cree percibir un tanto de ironía. Idea descartada de inmediato.
Explorador y aventurero
Es la hora del crepúsculo, en teoría un momento ideal para ver animales en Yellowstone. Animales en estado natural, los inagotables y multicolores caprichos geotérmicos y el paisaje son los tres poderosos polos de atracción de este territorio sobre el que el hombre blanco no puso los ojos hasta principios del siglo XIX.
Cuando John Colter, explorador, aventurero, contó entonces lo que había visto, fue tomado por loco, y sus descripciones sobre fumarolas, aguas hirviendo, géiseres y barro en ebullición fueron etiquetadas por los incrédulos como el infierno de Colter. Tuvieron
que pasar décadas hasta que en 1872 Yellowstone fue convertido en el primer parque natural del mundo, debido a que los políticos de Washington consideraron que aquellos 9000 kilómetros cuadrados en las remotas Rocosas no ofrecían ninguna capacidad de explotación económica ni se comprometía un solo centavo en el mantenimiento y protección. De hecho, allí se siguió cazando hasta que a fines de siglo se movilizó el ejército a tiempo para salvar a los que en Yellowstone se tiene por los últimos 23 búfalos que quedaban en Estados Unidos, los 23 últimos de una población que tuvo 60 millones.
Hace años, el viajero de hoy se encontró con unos búfalos en la zona de Old Faithful, literalmente al alcance de la mano, tan pacíficos que casi era posible tocarlos. "Es el animal más peligroso que tenemos en el parque. Cada año hay un par de personas corneadas", explica George, el ranger que hace la presentación en el camping del Norte. En la hora y media que ha costado llegar hasta aquí desde Fishing Bridge sólo hemos visto un rebaño de búfalos pastando a lo lejos. Fue en la zona de la Caldera de Azufre, con la fétida agua gris que emerge sin parar de una cueva, y del borboteante Volcán de Lodo, con un desvío más adelante al llamado Artist Point para ver el Gran Cañón y la catarata. Ambos forman un conjunto de colores, dijo Thomas Moran, uno de los grandes de la pintura novecentista de Estados Unidos, que "estaban más allá de lo que puede alcanzar el arte del hombre".
Aguas calientes
Old Faithful --literalmente, el viejo fiel-- sigue siendo el superventas de Yellowstone, un géiser legendario por su metronómica regularidad. Tendría un rival de cuidado en Steamboat Geyser, pero a éste lo pierde su volubilidad. El Steamboat es capaz de lanzar el chorro hasta los 115 metros de altura, frente a los 56 del Old Faithful, pero entre una y otra erupción pueden pasar lo mismo cuatro días que 50 años. Así que Old Faithful se lleva a todo el público. Miles de personas esperan expectantes su erupción mientras un ranger explica los secretos de la mecánica y la cronología de este géiser, que poco a poco va distanciando sus apariciones. Ahora son cada 92 minutos, minuto arriba, minuto abajo, si la erupción anterior duró dos minutos y medio o más. En caso contrario, no se vació del todo y volverá a saltar a los 65 minutos.
En el viaje de Norte a Sur por los arcos occidentales de dos relojes imaginarios, el paisaje está dominado por los restos del medio centenar de incendios, naturales en su gran mayoría, del sequísimo verano de 1988, que destruyeron el 36% de la superficie del parque. Desde la distancia es como si un gigante hubiese lanzado alfileres a puñados sobre las laderas.
Los naturalistas y rangers de Yellowstone quitan hoy dramatismo a aquel siniestro y lo presentan como una purga natural de las que se producen cada 300 o 400 años. "Lo que ocurrió es que se garantizó la vida del parque para otros 250 o 300 años. Para conservarse, debe cambiar", comenta un ranger .
Datos útiles
Cómo llegar
Es recomendable alquilar un auto (60 dólares diarios) desde Jackson Hole para ir hasta el parque.
Alojamiento
Los hoteles: desde 100 dólares la habitación doble.
Tarifas
La entrada por vehículo cuesta US$ 20 y tiene validez por siete días.
En Internet
Osos que son estrellas
Los osos son las grandes estrellas del parque. No les gusta la gente, y la mejor garantía para verlos es ir a la muestra de animales disecados. "Ayer alguien dijo haber visto uno en Hayden Valley", expresa una ranger el día de la despedida. Si en Yellowstone hay entre 1000 y 1200 osos y unos tres millones de turistas, se da una probabilidad entre 2500 o 3000 de ver un oso. El cálculo no resiste un mínimo escrutinio científico, pero ayuda a pasar el trago de dejar Yellowstone.
R. Martínez De Rituerto
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
