Anoche llamó Nicolás. "Te quería hacer un par de preguntas".
OK, agarrate Catalina.
Sí, sí, decime Nicolás.
"Bueno, este fin de semana me gustaría llevarme a los chicos al campo. Como el lunes es feriado y el domingo es el día del padre pensé que quizá sería una buena idea. Saldríamos el domingo a la mañana bien temprano por lo que estaría bueno si el sábado se quedan a dormir conmigo".
Le dije que sí, que obvio me parecía bien que los llevara y que les iba a venir bien porque este finde lo habían extrañado (es todo lo que pude decirle. No me sale psicopatear, no sé, no puedo).
"OK, genial, entonces ya les puedo ir diciendo. Otra cosa: realmente tengo muchas ganas de que los chicos conozcan a L. (the doctora). Me pareció que si ella también va al campo, la presentación puede darse de un modo más como casual. No sé, no tan acartonado. L. no tiene padre así que bueno, no sé, qué te parece?".
Qué suerte que fue por teléfono. Mi cara fue impiloteable, así que traté de recuperar la compostura y solté:
"Igual que la semana pasada, no estoy de acuerdo con que los chicos conozcan a tu novia. Me parece muy pronto para ellos y creo que es algo que quizá deberíamos planificar un poco más (el día que los dos estemos de acuerdo en que suceda). Yo estuve saliendo con un hombre hace un tiempo y ni siquiera quise conocer a su hijo, y eso que él sí quería. Me parece que hay que tener tacto y delicadeza con este tema.
Además, no creo que exista la necesidad de que tenga que pasar justo en un fin de semana con el que los chicos van a estar ilusionadísimos. Hace mucho no te ven y sabés lo que les encanta ir al campo con vos. Es el día del padre y eso también los entusiasma. Me parece una pésima idea meter en el medio a tu novia. Hablémoslo un poco más, hay tiempo, yo sé que vamos a encontrar una buena ocasión para que ocurra".
Tomé aire y lo miré. So?
Qué me respondió, mis amados lectores? qué?
"Así que estuviste saliendo con un tipo?".
Y cortó.