Newsletter
Newsletter

A 15 años de la ley de matrimonio igualitario: ¿Quién decide qué amor merece derechos?

A 15 años de la sanción de la ley de matrimonio igualitario, repasamos su impacto histórico, el camino hacia la igualdad real y los desafíos que aún enfrentan las familias diversas en el ejercicio pleno de sus derechos.


Matrimonio igualitario: una ley de avanzada en América latina.

Matrimonio igualitario: una ley de avanzada en América latina. - Créditos: Getty



En Argentina, muchas veces escuchamos que “la política no nos importa” o que “no nos metemos en política”. Pero la política está en todas partes: cuando recibimos nuestro DNI, cuando votamos, cuando accedemos a la salud o a la educación pública. Y también cuando decidimos casarnos. Porque casarse es un acto profundamente personal, sí, pero también es político. Es un compromiso que asumimos no sólo entre dos personas, sino frente a toda una comunidad.

Durante mucho tiempo, no todas las personas pudieron dar ese paso. Si una pareja del mismo género quería casarse, no podía. No porque no se amaran o no estuvieran comprometidas, sino porque la ley no se los permitía. Esto nos enfrenta a una pregunta incómoda: ¿qué autoridad moral puede decidir quién accede y quién no a un derecho, solo por el hecho de ser?

Cuando Argentina sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario en julio de 2010, se convirtió en el primer país de América Latina —y el décimo en el mundo— en reconocer legalmente el matrimonio entre personas del mismo género. Fue un momento histórico no solo por su contenido, sino también por el proceso profundamente democrático y participativo que lo acompañó, con audiencias públicas y un debate nacional que atravesó todas las esferas: jurídicas, políticas, religiosas y sociales. Antes de Argentina, solo nueve países en el mundo lo habían hecho: Países Bajos (2001), Bélgica (2003), Canadá y España (2005), Sudáfrica (2006), Noruega y Suecia (2009), Islandia y Portugal (2010). Desde entonces, más de 35 países han legalizado el matrimonio igualitario. 

 

Sin embargo, mientras celebramos los avances, también es necesario mirar con perspectiva global: en más de 60 países las relaciones entre personas del mismo sexo siguen siendo criminalizadas, y países donde no hay leyes explícitas en contra, persisten violencias cotidianas que limitan la vida, la libertad y la dignidad de las personas LGBTI+. Por eso, cada conquista debe ser entendida como parte de una lucha más amplia: dado que la igualdad ante la ley es el primer paso, pero no siempre es suficiente. Necesitamos una igualdad sustantiva, que se refleje en las prácticas, en las políticas, en el día a día.

En particular, en la construcción concreta de familias, un debate pendiente es la ampliación de las licencias de cuidado. Hoy persisten barreras y vacíos legales en el acceso a tales licencias. Las familias deben realizar trámites extra, justificar, luchar, explicar... para poder acceder a algo tan básico como el reconocimiento del tiempo que se merece el tejer esa red de cuidado. En ese sentido, desde Grow - género y trabajo celebramos a las organizaciones que dan un paso más. Que no se quedan en el piso legal, sino que se animan a desafiar las barreras actuales y promueven licencias de cuidado reconociendo la diversidad familiar.

Porque si lo personal es político, también lo es garantizar que todas las personas puedan ejercer sus derechos con dignidad, sin permisos especiales ni explicaciones. Porque no hay ciudadanía plena sin igualdad real.

Las más leídas

Te contamos cuáles son las notas con más vistas esta semana.

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

Día del Orgullo: ¿de qué te sentís orgulloso?

Día del Orgullo: ¿de qué te sentís orgulloso?


por Verónica Dema

“Es genial tener dos mamás”, dice Tiziano, hijo de Juliana y Analía 

“Es genial tener dos mamás”, dice Tiziano, hijo de Juliana y Analía 


por Verónica Dema

Tapa de OHLALÁ! julio de Nico Ochiatto

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP