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 • Opinión

Better Call Saul: por qué es mejor serie que Breaking Bad

Muy cercas del final de Better Call Saul es momento de preguntarnos si el spinoff superó a su serie madre.


¿Breaking Bad o Better Call Saul?

¿Breaking Bad o Better Call Saul? - Créditos: Getty.



Me acuerdo como si fuese ayer. Una vieja amiga con quien compartía mi pasión por las series de televisión me mandó un SMS diciéndome: "Empecé Breaking Bad y estoy enloquecida. Tenés que mirarla". Era 2009 y la pantalla chica estaba en un momento completamente diferente, tanto que en ese momento nadie hablaba de binge watching, de on demand y -les diría- Netflix no era ni una palabra que se usara.

Como era de esperar en esos años, mi reacción fue inmediata y volví de la facultad, busqué la primera temporada en lugares no tan santos (en donde se conseguían las cosas que a Argentina no llegaban) y me sumé a la locura.

Pero ya pasaron 13 años del estreno de la primera temporada de Breaking Bad y, aunque resulte loco decirlo, estamos a solo una semana del cierre de su spinoff, Better Call Saul. Así que mientras pensaba en todo esto, me di cuenta de que este viernes era el escenario ideal para charlar sobre el recorrido de las dos series y aventurarnos, desde lo lúdico, a pensar cuál dejará realmente una marca en la televisión.

El juego: Breaking Bad versus Better Call Saul

El título de esta nota seguramente los haya spoileado sobre lo que pienso alrededor del versus que se genera entre Breaking Bad y Better Call Saul, pero -antes de arrancar- dejenme hacer dos aclaraciones. La primera es que fui (orgullosamente) de las personas que criticó que se hiciera un spinoff tan cerca del cierre de la historia de Walter White y que (aun con más orgullo) supe admitir lo confudida que estaba. La segunda es que este es un ejercicio lúdico y (¡ya lo sabemos!), ambos shows son maravillosos.

Entonces, si me dan a elegir, no lo dudo ni un segundo. Better Call Saul es muchísimo mejor que Breaking Bad y acá las razones:

  1. 1

    El 'cuándo' en el estreno de una serie, también es importante. Cuando un seriéfilo dice: "No estábamos listos para Twin Peaks" o "No estábamos preparados para Breaking Bad", no lo anuncia desde el snobismo, sino desde el análisis y la reflexión. Por eso no es de extrañar que el boom de la ficción protagonizada por Bryan Cranston tardara algunos años en llegar y, esa obsesión en donde parecía que nadie podía dejar de hablar hasta de los colores de la ropa de los personajes, también se tomó su tiempo.

    Pensemos que Breaking Bad (ficción original de AMC, un canal que en ese momento era súper chiquito) compitió con Mad Men y The Walking Dead (ambas de AMC), True Blood (HBO) y Sons of Anarchy (FOX). Mientras que Better Call Saul llegó cuando la televisión vivía ya todo su esplendor de producciones y aprovechó como plataforma todo lo que su serie madre le dejó de herencia.

  2. 2

    Lo que aprendió en una, lo aplicó en la otra. La mayoría de nosotros conocía a Vince Gilligan por su trabajo en The X-Files pero, si somos honestos, cuando presentó su proyecto de Breaking Bad no se trataba de un productor, guionista y creador con una carrera extensa. Todo lo contrario, como le gusta decir a los norteamericanos "era casi un rookie". Entonces, acá estamos frente a algo que resulta más que lógico: la narrativa de Walter White le sirvió como escuela y todo lo que aprendió sobre cómo contar una historia lo aplicó en Better Call Saul

    Más allá de sus jugarretas de producción (él mismo se río cuando la audiencia descubrió con una rapidez asombrosa el significado oculto de los títulos de la segunda temporada y dijo que los fans ya eran 'demasiado' inteligentes), ese recorrido de aprendizaje se nota claramente en la evolución de los personajes y en cómo Better Call Saul no tiene ni un episodio muerto en todas sus entregas. Lo mismo pasa con su costado más artístico, Breaking Bad revolucionó la pantalla chica desde su fotografía pero fue Better Call Saul con la que hicieron arte.

  3. 3

    No hay fanservice. En algún punto de la emisión de Breaking BadGilligan contó que el plan original era que Jesse Pinkman (Aaron Paul) muriera de sobredosis junto a su novia Jane Margolis (Krysten Ritte). ¿Por qué decidieron cambiar su destino? La audiencia se había encariñado con el personaje y por eso lo mantuvieron con vida. El tema es que, como esta anécdota, hay otras que desmuestran que los productores de la ficción tenían la oreja bien parada y escuchaban a los fanáticos con demasiada atención. Una actitud que en el universo de la ficción se llama fanservice (servicio al fan).

    Si bien ningún show tiene la capacidad de escapar de esto al 100%, creo que en Better Call Saul es mucho menos obvio de lo que resultó en Breaking Bad. Han unido y separado, han desaparecido y vuelto a aparecer, han cambiado de rumbo y vuelto a traer a quienes se les daba la gana y -lo mejor de todo- cómo se les daba la gana. ¿La prueba de esto? La audiencia reclamó desde el primer episodio la aparición de Walter y Jesse... y pasó mucho tiempo hasta que realmente sucedió.

  4. 4

    La historia ganó coralidad (y eso le hizo muy bien). Si pensamos en cómo se estructura Breaking Bad y yo les digo "es la serie de un profesor de química que empieza a cocinar droga porque tiene cáncer, se va a morir y siente que deja a su familia desprotegida", con mayor o menor adherencia todos podemos coincidir que es una descripción bastante justa de la serie. Walter White es el claro protagonista de Breaking Bad mientras que en Better Call Saul -a pesar de llevar su nombre- Saul es un personaje más y tenemos una narrativa que se distingue por su coralidad.

    Desde Nacho (Michael Mando) hasta Lalo (Tony Dalton) para llegar a Kim (Rhea Seehorn) y Mike (Jonathan Banks); absolutamente todos los personajes de Better Call Saul podrían tener su propia serie y eso fue lo que le dio al show tanto relieve, color y profundidad.

  5. 5

    Tener plata siempre ayuda. Lo que muy poco fanáticos saben es que Breakig Bad estuvo a punto de ser cancelada. ¿Por qué? AMC era, realmente, un canal chiquito cuando la pegó con Mad Men y The Walking Dead. Tanto que llegó un momento de vacas flacas en donde tenía que decidir a qué serie renunciar: Don Draper y Rick Grimes eran sus éxitos asegurados, así que fue Breaking Bad la que iba a tener que despedirse. En ese momento Netflix se especializaba en salvar ficciones de otros canales y fue gracias a la plataforma de streaming (la cual se encontraba en ascenso) quien nos habilitó poder ver el cierre de la historia. Sin embargo este problema de presupuesto estuvo presente a lo largo de las temporadas, las cuales tienen siempre algún bottle episode (Mosca es quizá el capítulo de este tipo que más recuerden).

    Ya con el éxito de Breaking Bad. Ya con el boom de las series de televisión. Ya con el apoyo de Netflix desde el minuto cero. Ya con una audiencia fanatizada con el producto. Better Call Saul nunca fue una serie de presupuestos gigantes pero sí una producción a la cual claramente no le falta plata.

Para cerrar algo de data. Si ya se volvieron locos con Waterworks, no se olviden que la semana que viene estrena la serie finale de Better Call Saul. ¿El título? Saul Gone. Atentos porque lo escribió y dirigió Peter Gould (el cocreador de la serie junto a Vince Gilligan).

Ahora bien..., ¿qué es esa serie que estás mirando? Yo hice maratón de The Sandman en Netflix porque -como fanática de Neil Gaiman- no podía hacer otra cosa. Lamentablemente siento que se les escapó la tortuga pero ¡igual disfruté ver a personajes que amo en la pantalla chica!

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