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Preocupaciones comunes entre los padres: ¿cómo manejarlas?

Llegamos con el bebé recién nacido a casa: ¿y ahora qué hacemos? ¿cómo se aborda la crianza de los hijos? En esta nota te contamos cuáles son las dudas más frecuentes y de qué manera podemos manejarlas.


¿Cuáles son las principales preocupaciones a la hora de la crianza?

¿Cuáles son las principales preocupaciones a la hora de la crianza? - Créditos: Getty



¿Quién no se levantó alguna vez de la cama para observar durante un buen rato si el bebé estaba respirando normalmente?

Las preocupaciones entre los padres (padres y madres) primerizos son un clásico. Y en ese juego a las mujeres nos toca la peor parte, porque generalmente somos las que más tiempo dedicamos a la crianza.

Las primeras inquietudes aparecen cuando llegamos a casa con ese bebé que nos parece tan frágil. Ya no están ni los médicos ni los enfermeros para responder nuestras dudas. Y la inmensa responsabilidad de cuidar lo mejor posible a esa personita nos pesa en los hombros y nos llena de ansiedad.

Preguntas sobre la lactancia, los cólicos, el sueño, las deposiciones… todo nos genera preocupación. Aparece el miedo de no poder con todo, de no saber ser madre, de no llegar a detectar algo que quizás no esté bien con el bebé.

 

“Las preocupaciones y temores de las madres están muchas veces relacionados a su historia personal y familiar”, explica Noelia Viñas Núñez, psicóloga con orientación perinatal.

Con el amor inmenso que se puede manifestar por un hijo aparece un miedo de igual dimensión: esa persona tan importante en mi vida, si nació está sometido a las leyes del universo y también puede enfermar o morir.

“Ese es un pensamiento tremendo, que agobia y que defensivamente el psiquismo lo quita de nuestras mentes, para que no sea algo que está permanentemente presente. Todos sabemos que nuestros hijos pueden morir, pero intentamos no pensar en eso. Y si tenemos un psiquismo que más o menos cumple su función, en algún momento nos olvidamos de esa posibilidad. Pero hay quienes no pueden correr esa posibilidad de su mente y vuelve como pensamiento intrusivo y trágico una y otra vez... Eso es aterrador, imagínense el nivel de sufrimiento”, señala la especialista.

 

En segundo lugar está la preocupación por hacerlo todo, y todo bien. Intentar cumplir el check-list de la buena madre moderna, considerando que no hacer algo de eso traerá daños irreversibles es agobiante.

“Hoy muchas madres están angustiadísimas por los estragos y daños que sienten que ocasionan a su bebé al tener que darles lactancia mixta, o porque no cumplieron los dos años de lactancia exclusiva, porque colechan, o porque no colechan, porque duerme mucho o duerme poco, porque no come con el método Baby Led Weaning (BLW), etcétera”, detalla Noelia.

La especialista resalta que hay un período de conocimiento y reconocimiento de ese recién nacido: hay que conocerse. Y que la sobreinformación que existe hoy en día muchas veces genera una tensión: “En el afán de querer acompañar e informar a las maternidades sobre alimentación, sueño, lactancia, hay un exceso de información que hace sentir a las madres un tanto inútiles e incapaces de poder ellas mismas y de forma espontánea buscar el mejor método posible para dormir y darle el pecho a sus bebés”.

 

Y se explaya: “Es como que a todo hay que aprenderlo y hay quienes saben más y nos pueden enseñar sobre esto. Y si bien eso es así (hay tal vez un saber profesional que puede acompañar), la enorme oferta de cursos y talleres dirigidos a madres (para poder lactar, alimentación complementaria, sueño, control de esfínteres, manejo de berrinches) hace que todo el tiempo haya que estar aparentemente formándose y haciendo cursos para la maternidad. Eso genera una enorme tensión. Y en determinadas estructuras de personalidad da la sensación de que ‘no soy suficiente’, ‘sola no se puede’ o de que están en permanente evaluación”.

En contraposición, la especialista destaca que hay cosas que se aprenden en el conocimiento singular entre ese hijo y esa madre. “Esa madre es una madre, y ese hijo es un hijo, que no necesariamente es el niño que está representado ni en los libros ni en los informes, ni en los talleres. La información que circula puede o no servir de herramienta, pero no hay una fórmula para maternar”.

 

Por otro lado, destaca la importancia de confiar en que nuestros hijos pueden tener, como sujetos pequeños y en formación, algunas herramientas que les permitan salvar las deficiencias que pueda llegar a tener la crianza: “Cualquier tipo de crianza, incluso las mejores (en cuanto a lo socialmente afectado) también tiene sus baches”.

Las preocupaciones, a veces, se pueden disipar con información. Otras veces, la información genera mayor preocupación. Las redes de apoyo entre pares (tribus de puerperio o de madres primerizas) ayudan a compartir ahí preocupaciones, a conversarlas, evaluarlas, aprender de otros, prestarse recursos sobre lo que le funcionó a otra persona que pasó por la misma situación.

“Se van prestando herramientas, pero herramientas que ellos mismos construyen y no herramientas tipo fórmula de un libro”, señala Noelia y valora que el intercambio sea más horizontal, más creativo, con posibilidades para explorar y construir la propia fórmula de cada pareja parental, de cada familia.

¿Cuándo debe preocuparnos la preocupación?

Existen signos de alarma: cuando esa preocupación que aparece ya no permite mantener la vida cotidiana, absorbe toda la atención, escala, se vuelve irracional, no se acota con razonamiento lógico, por ejemplo.

Cuando las preocupaciones son muy excesivas y terminan cooptando todo el pensamiento; o cuando son recurrentes, invasivas, intrusivas y empiezan a generar un estado de ansiedad y de preocupación constante debemos pedir ayuda.

Ese es el momento de recurrir a un profesional de la salud mental perinatal, para que pueda acompañar a través de un proceso psicoterapéutico algunas de estas preocupaciones, pueda evaluarse de dónde vienen, por qué esa preocupación y no otra, y desenredar un poquito eso que está ahí anudado que genera tanto sufrimiento.

 

Experta consultada: Lic. Noelia Viñas Núñez (UNLP) MP. 55. 735. Psicóloga orientada en psicología perinatal y reproductiva. IG: @laletrachica.psicologia

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