
Cuando todo abruma: qué pasa con la salud mental materna en tiempos de sobreexigencia
El Día Mundial de la Salud Mental Materna se celebra el primer miércoles de mayo. Tiene como objetivo tomar conciencia sobre la importancia de la salud mental de las madres durante el embarazo, el parto y el período postparto.
7 de mayo de 2025

La importancia de la salud mental materna - Créditos: Getty
Ansiedad, culpa, sobreinformación y redes sociales en los puerperios contemporáneos. “Debería estar feliz, pero no puedo dejar de llorar.” “No estoy disfrutando esto como pensé que lo haría.” “¿Será normal sentirme así?”
Estas frases circulan, a veces en voz baja, otras veces con culpa o autoexigencia, entre muchas mujeres que atraviesan la maternidad en estos tiempos de hiperconectividad, mandatos y soledad. Frases que deberían activar redes de cuidado, pero que muchas veces chocan con el silencio, la minimización o la romantización del puerperio.
Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental Materna, y durante todo el mes se lleva a cabo una campaña internacional que busca visibilizar los desafíos emocionales del embarazo, el puerperio y los primeros años de crianza.
Día Mundial de la Salud Mental Materna
El Día Mundial de la Salud Mental Materna se conmemora el primer miércoles de mayo. En 2025, es este 7 de mayo. Este día tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de la salud mental de las madres durante el embarazo, el parto y el período postparto, así como promover la prevención, detección temprana y tratamiento de los trastornos mentales en este contexto.
Vivimos en una época que celebra la hiperproductividad y ese discurso, cuando se convierte en mandato, puede ser una trampa disfrazada: “si querés, podés”, “vos podés con todo”, “sé tu mejor versión”. Pero ¿Y si no podés? ¿Y si no querés hacerlo todo sola? ¿Y si no alcanza?
Esa promesa de autonomía muchas veces deriva en aislamiento, culpa y agotamiento. Como si pedir ayuda fuera rendirse. Como si sentirse desbordada fuera sinónimo de fracasar. Como si no poder más no fuera parte del proceso, sino una falla individual.
Diversos estudios y la práctica también, demuestran que el apoyo social es fundamental para las nuevas familias y toda la adaptación que madres y padres transitan cuando un bebe llega a la vida. En definitiva la crianza con otros, el acompañamiento y el soporte necesario son protectores de la salud mental.
El rol de las redes sociales: ansiedad y scroll infinito
Hoy la maternidad no se habita solo en el cuerpo y los vínculos cercanos. También se navega por cuentas de instagram, tutoriales, reels de organización del hogar, influencers con bebés. La sobreinformación también puede ser una gran fuente de ansiedad. Lo que antes se compartía con una amiga, una vecina o una madre, hoy se busca en internet, en cuentas que no sabemos si ayudan o si refuerzan la comparación en ese espejo digital.
Y entonces, cuando tu casa está dada vuelta, tu bebé no para de llorar y vos fantaseas con escaparte por un rato, aparece el murmullo interior del “no soy suficiente”. No por una causa concreta, sino por una acumulación constante de mensajes sutiles que alimentan la ansiedad y erosionan “lo propio” y” lo posible”.
¿Tristeza esperable o algo más?
El baby blues existe y es esperable: una tristeza pasajera postparto, que en general no va más allá de las primeras 3 semanas, que tiene relación con el descenso hormonal y la movilización emocional de esos tiempos tempranísimos. Pero cuando ese estado se prolonga, se intensifica o afecta el vínculo con el bebé y el entorno, estamos frente a un posible trastorno del ánimo perinatal.
Se estima que 1 de cada 5 mujeres atravesará algún trastorno mental durante el embarazo o el posparto: depresión, ansiedad, TOC, o estrés postraumático, entre otros. Y lo más alarmante: el 75% de ellas no será diagnosticada ni tratada. Porque la salud mental materna todavía se subestima, se minimiza o se oculta sin acompañamiento.
Frases como “es por las hormonas”, “ya se te va a pasar”, o “pensá en tu bebé”son peligrosas aunque busquen aliviar. Invisibilizan el malestar real. Sentirse triste, vacía, desconectada o asustada no es una debilidad, ni una elección. Es un síntoma que merece atención, escucha y cuidado profesional.
Hablar de estos temas hace que más personas estén sensibilizadas y atentas para poder brindar ayuda, palabra, acompañamiento y atención profesional a tiempo, sin estigma ni tabúes para priorizar el cuidado y construir bienestar familiar que tambien sera bienestar social
Maternar no debería doler en silencio
Hablar de salud mental materna no es exagerar ni victimizar: es prevenir. Es cuidar. Es salvaguardar vidas.
Hoy más que nunca necesitamos sacudir mandatos, hablar del cansancio, habilitar la vulnerabilidad y construir redes reales, amorosas y sin filtros. Porque maternar no debería doler en silencio. Y decirlo, compartirlo, escucharlo… también es una forma de empezar a cuidar el mundo emocional de las familias en ese tiempo desafiante.
Fuente: @psi_alianzaenespanol
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