San Valentín: en qué día del ciclo estás y cómo te puede afectar si tenés una cita

Fase pre-ovulatoria: en vez de participar en una conversación romántica puede que te encuentres hablando de tus planes actuales, tus ideas y los problemas por resolver. En este momento no te excitan las cosas emocionales. Esto es debido a que no estás emocionalmente comprometida, sino que te sentís más firme, analítica, crítica y estás llena de energía. Es buen momento para planear un viaje juntos, hablar de planes más comprometidos. 

Fase ovulatoria: te sentís amada y reconocida. Querés ver sus ojos, tomar su mano a través de la mesa, hablar de tus sentimientos y sus sueños juntos. Acá avisale a tu pareja que querés las flores, la caja de chocolates, el regalo, la tarjeta y palabras de amor. Pero si a tu pareja le resulta difícil expresar sus sentimientos, puede que estés esperando demasiado. Y si es una pareja nueva puede que también estés esperando más compromiso de lo que puede dar. 

Fase pre-menstrual: puede que esta sea la fase más difícil, pero tal vez se convierta en la mejor. Según en qué parte de esta fase te encuentres, será la cantidad de energía que tengas. Si apenas empezaste esta fase entonces el salir estará muy bien. Olvidate de la comida romántica: hacé algo que sea sexy y andá a algún sitio donde te puedas divertir seduciendo a tu pareja: una película, una galería, un espectáculo, una exhibición sensual. Esta fase no se trata de sentimientos románticos sino de buen sexo.

Avanzada la fase pre-menstrual, a mitad de la fase lútea, podés comenzar a sentirte cansada y enojada con el simple hecho de pensar en que tenés que arreglarte para salir. En este caso, pensá salidas más slow, quedarte en casa, velas, cena en el sofá. Acá es importante la comunicación: debemos poder escuchar nuestro cuerpo, conocernos y transmitirle a la pareja que es una etapa en la que parece que la vida en general es amenazante todo el tiempo. Buscá contrarrestar con un poco de diversión y risas. Pueden regalarse algún juego o juguete sexual.

Fase menstrual: esta fase se trata de descansar y reflexionar. Una comida afuera es una buena idea mientras que no sea muy lejos. En esta fase tu ritmo natural es lento y tu libido puede bajar, puede que te sientas desinteresada en general. Proponé una cita con masajes, día de spa, o simplemente descansar juntos. Estar en contacto con la naturaleza también es una buena opción. No es una noche para hacer planes de futuro juntos; es una noche para sentirse presentes, con abrazos y gestos, porque puede que te sientas un poco callada. Decile a tu pareja que todo está bien y lo estás disfrutando.

Si la menstruación decide hacer acto de presencia: ¿eso significa que ya podemos olvidarnos de un encuentro íntimo apasionado? Desde luego que no.  Es importante saber que una persona menstruando no está impedida de tener sexo. Alrededor de un tercio de las parejas sexualmente activas tienen relaciones íntimas durante la menstruación. Si nunca te atreviste a probarlo, podría ser este un buen momento.

El menú de la cita es otro factor muy importante. La menstruación puede provocar síntomas como hinchazón abdominal, por lo que es conveniente pensar en qué comidas vamos a consumir. 

Los días postovulatorios podemos sentir retención de líquidos. Para aliviar los síntomas, previamente debemos reducir la sal, tomar mucha agua, bebidas fermentadas como kombucha y kefir, hacer una caminata o una clase de yoga intensa. 

La serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina son llamadas hormonas de la felicidad y se activan durante el sexo. En el ciclo menstrual todo es interdependiente: el ciclo menstrual no está compuesto de eventos aislados. Conocer y cuidar tu ciclo es cuidarte a vos y las relaciones que vas armando.