Abstinencia sexual: de qué se trata y en qué casos conviene hacerlo

 

La idea de Kerner consiste en redescubrir ese lado excitante que perdimos de vista en nuestra pareja probablemente porque naturalizamos o nos acostumbramos a ella. ¿Cómo hacer? Con ayuno sexual. Al igual que en el plano alimentario de nuestra vida, el ayuno juega un rol importante para “resetearnos” y purificar el organismo. En el terreno sexual, podría ayudar a recuperar “el apetito” por tu pareja.

En especial, cuando el sexo se convirtió en algo aburrido o de “obligación” conyugal, el erotismo pierde terreno y el acto está al filo de convertirse en algo mecánico.

Ante la falta, resurge el deseo según la experiencia del experto. En su libro explica detalladamente cómo deshacer la rutina y comenzar a hablar con la pareja sobre gustos y necesidades sexuales (sin ponerlo en práctica, la clave), puede contribuir a recuperar y potenciar el deseo sexual.

El objetivo: “Conseguir que, en unas semanas, la pareja pase de ser ese confortable amigo, que se sentaba al lado tuyo en el sofá para ver la tele, en un ser misterioso, prohibido y tentador”; “que la consigna de no tocarse, besarse, ni hacer el amor, nos devuelva un poco a la adolescencia y a redescubrir al otro de nuevo”, detalla

Por su parte, la kinesióloga especialista en sexualidad Odette Freundlich, considera que abstenerse del sexo de manera voluntaria y por un período determinado puede traer beneficios reconocibles fácilmente ya que, al momento de abstinencia sexual, pueden conocerse y redescubrirse en otras áreas que no corresponden al plano exclusivamente físico.

"Estos períodos pueden mejorar la comunicación en la pareja, revalorizar la relación, sobre todo para aquellos que se encuentran cansados; redescubrir a la pareja, mejorar la creatividad y el erotismo. Esto porque la sensación de lo ‘prohibido’, hace que se anhele lo que hace falta y se valore, lo que se tiene alrededor", explica a u medio europeo.

¿Qué te parece? ¿Lo probarías?