
Así reformaron la cocina en un depto de 60 metros cuadrados: ideas para inspirarte
Un departamento antiguo ganó nueva vida gracias a una transformación que puso a la cocina en el centro de la escena. Ideas simples y funcionales que inspiran.
1 de octubre de 2025 • 15:32

Antes y después de la cocina: con poco, se logró mucho. - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
Con apenas 60 m² y un presupuesto cuidado, la arquitecta Aylén Abril Costantini logró transformar este departamento de contrafrente en un espacio luminoso, práctico y mucho más actual. La clave: darle a la cocina un nuevo look y convertirla en el centro del cambio. LIVING nos cuenta cómo se hizo.
Desde la primera visita, Costantini detectó que había un gran potencial escondido, la buena luz natural gracias a un pulmón abierto, pero el ambiente hablaba de otra época: azulejos viejos, aberturas de chapa y muebles deteriorados.
Para los futuros dueños, la cocina era el punto decisivo. Él, apasionado por la gastronomía y conductor de un podcast sobre el tema, necesitaba un espacio cómodo para cocinar. Si no era posible renovarla, la operación se caía. Así que se pudieron manos a la obra con el foco puesto en la cocina.

Los revestimientos y el mobiliario claramente debían cambiarse para poder dar un aspecto moderno a la cocina. - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
Cambio de lógica
Una de las decisiones fue anular la entrada de servicio. En su lugar, se levantó un tabique de yeso que permitió extender el amoblamiento de cocina en forma de L.
Allí se escondieron el calefón y el lavarropas, resolviendo de manera estética y funcional el almacenamiento.

Mueble diseñado por el estudio Costantini en melamina 'Scotch' de Falplac. Mesada de Purastone Blanco Sur (Tanti Mármoles). Bowl blanco (Vessel Deco). Grifería Piazza 'Emblem' flexible (Foschia). - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
El nuevo acceso también abrió paso a una dinámica distinta: apenas se entra al departamento, a la izquierda aparece la mesada, práctica para apoyar las compras, junto a un pequeño mueble para dejar los zapatos.
Del otro lado, cajones integrados al equipamiento. Todo pensado para un estilo de vida cotidiano y flexible, donde cocina, estar y comedor se integran con naturalidad.

El mueble de guardado también sirve como apoyo para lo que se lleva o se saca de la heladera (a la derecha). Piso de porcelanato 'Life Tiza' de Cerro Negro (Foschia). - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor

La abertura de la ventana se cambió por un marco con sistema oscilobatiente. Tabla, libro, tazas y cuencos (Vessel deco). - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
La cocina como protagonista
Originalmente estaba cerrada y oscura, separada del estar y con una circulación confusa. Una columna que complicaba la demolición terminó transformándose en un recurso: se revistió en melamina símil madera y allí se integró la heladera panelable.
Así, desde el comedor se percibe una vista limpia y ordenada.

La nueva cocina terminada. - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
Las claves del diseño
. Cajones en lugar de puertas. Resultan más cómodos para acceder y organizar, incluso debajo de la pileta.
. Muebles cerrados. La premisa fue evitar polvo y mantener el orden visual.
. Anafe y horno empotrados. Ganan continuidad en la mesada y evitan las típicas ranuras de una cocina tradicional.
. Alacenas altas regulables. Aprovechan la altura sin generar saturación.
. Una mesa extra. Un pequeño apoyo a la altura estándar permite trabajar, picar algo o simplemente quedarse en la cocina sin que todo gire alrededor de cocinar.

El plano del departamento donde la cocina quedaba como un ambiente relegado. - Créditos: Archivo LIVING/ Anabella Sor
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