Castillos: estos son los 7 más impresionantes del mundo

En el siglo XIX el rey Fernando II de Portugal mandó a construir un palacio en las colinas de Sintra como casa de verano para la familia real. Este castillo no se parece a ningún otro, en él se combinan distintos colores, materiales y estilos arquitectónicos. Su estética original y su valor histórico hace que miles de personas por año visiten este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El Castillo de Bran es una fortaleza medieval localizada en la ciudad de Transilvania. Este edificio de torres de piedra y techos color rojo, es un espectáculo para los amantes de la historia y la arquitectura. Si bien su belleza es innegable, el motivo principal por el que muchos lo visitan está relacionado con sus antiguos dueños. Aunque no hay evidencia sobre esto, se cree que Vlad Drǎculea (también conocido como “Vlad el empalador”) vivió allí. La leyenda cuenta que este personaje sanguinario y su castillo inspiraron a Bram Stoker para escribir la novela de vampiros más famosa del mundo.

El tamaño no siempre importa, prueba de eso es el Nido de golondrina que, con sus 20 metros de alto y 10 de ancho, deja sin aliento a turistas y locales. Localizado en el borde de un acantilado en la península de Crimea, este castillo tiene una vista privilegiada al mar Negro.

Uno de los lugares más visitados de España es la Alhambra de Granada. Esta ciudadela amurallada contiene edificios y jardines que fueron construidos en distintos momentos históricos. Recorrer sus palacios es viajar en el tiempo a un pasado lleno de lujos. Cada habitación tiene pequeños detalles tan elaborados que te dejan con la boca abierta.

Ubicado en Japón, el Castillo Himeji no tiene nada que envidiarle a las construcciones europeas. Quienes lo visitan quedan impresionados por la belleza de sus paredes blancas y los techos a cuatro aguas llenos de detalles en madera. El “Castillo de la garza blanca” (así es como lo llaman los locales), fue construido hace 600 años y con el paso del tiempo creció en tamaño y defensas. Una de sus características más llamativas es que, para proteger a los habitantes del palacio, el complejo cuenta con un sistema de laberintos y pasajes muy complejo. Hoy en día, los turistas que quieran visitar la torre principal también tienen que atravesar ese recorrido y, aunque está súper señalizado, más de uno se pierde en el camino.

Siglos atrás, los castillos eran construidos para que las familias reales y los aristócratas estuviesen protegidos de posibles ataques. Con el paso del tiempo esto dejó de ser necesario, sin embargo, no faltaron los que mantuvieron la tradición arquitectónica. Ese es el caso del rey Luis II, quien en 1869 mandó a construir un palacio de estilo medieval en las colinas de Baviera. Cuenta la leyenda que, años después, Walt Disney se inspiró en este castillo para diseñar el de la Bella durmiente en Disneyland.

A modo de bonus track, incluimos en la lista al Monte Saint-Michel, un islote rocoso ubicado en Normandía. Rodeado por una muralla, en la cumbre de la isla vemos un edificio gigante que, técnicamente, no es un castillo sino una abadía. Esta construcción tuvo distintos usos a lo largo de la historia: en un principio fue una iglesia en honor al arcángel Miguel, luego de la Revolución francesa se convirtió en una prisión y tiempo después es un punto turístico. Hoy en día es considerado uno de los lugares más convocantes de Francia con un promedio de tres millones de visitantes por año.