Purmamarca: los 7 lugares que sí o sí tenés que visitar

El Cerro de los 7 Colores: podés llegar a Purmamarca en auto por tu cuenta o en colectivo desde la terminal de bus. La empresa con la mejor frecuencia horaria es Evelia. El Cerro de los 7 Colores es el más conocido y fotografiado de Argentina. Vas a verlo desde casi todos los rincones del pueblo, ¡es enorme! Si sos del team trekking, la mejor forma de conocerlo es realizando un recorrido por su parte de atrás, el “Paseo de los Colorados”. También existen seis miradores naturales chiquitos a los que se accede superfácil; uno de mis favoritos es el que se encuentra cruzando la ruta RN 52. ¡Guardá el dato para tu fotón del viaje!
 

El Paseo de los Colorados: un paseo tan clásico como imperdible, de unos 3 km, aproximadamente, para conocer más paisajes de montañas de colores de la Quebrada (con su tierra roja alucinante) y sacar tantas fotos que no vas a poder decidirte sobre cuál publicar en tu cuenta de Instagram. Una buena forma de recorrerlo es arrancar desde el mirador El Porito, a unas tres cuadras de la plaza principal de Purmamarca (9 de Julio). Es una caminata de 2 horas de recorrido, pero súper tranqui. Además, vas a estar distraída admirando todo ese paisaje que parece un cuadro recién pintado. 

El cerro de los 14 colores: se trata de El Hornocal, ubicado en las Serranías del Hornocal y originado hace 75 millones de años. Cada color corresponde a los minerales que forman los diferentes materiales rocosos y logran distintos tonos en función de su oxidación y erosión. Queda a 25 km de Humahuaca y atenti con la altura porque vas a estar a casi ¡5000 metros! Clave: masticar unas hojitas de coca antes de salir o mientras lo vas recorriendo. 

La Paleta del Pintor: es otro de los tremendos accidentes geográficos de la Quebrada y queda justo frente al pequeño pueblo de Maimará. Acá ya estamos en la localidad de Tilcara, otro pueblito de paseo que te va a encantar para sumar a tu recorrido. Un dato alucinante: los colores de la Paleta del Pintor van cambiando según la hora y posición del sol. Así que el mejor plan es dejar volar tu imaginación y jugar a descubrir figuras inventadas entre sus miles de formas. 

Pucará de Tilcara: una fortaleza construida por el pueblo originario tilcara y punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca. No era un paseo turístico hasta que el video de Soda Stereo “Cuando pase el temblor” lo volvió famoso y hoy es un must para todos los fanáticos. “Estoy sentado en un cráter desierto, / sigo aguardando el temblor / en mi cuerpo (…) Sé que te encontraré en esas ruinas”, ¿Te suena? Y esas mismas rocas son parte del decorado natural del Pucará de Tilcara.
 

Jardín Botánico de Altura: no hay Jujuy sin cactus, y cerca del Pucará de Tilcara hay un espacio totalmente dedicado a su preservación e investigación para observar las mejores especies. Además, sus estructuras arqueológicas, de las cuales principalmente se visualizan solo los muros y cimientos, son parte de las antiguas viviendas, talleres, plazas, tumbas y espacios ceremoniales que habitaron los pobladores del Pucará. Fue creado entre la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y el Gobierno de la provincia de Jujuy. Son aproximadamente 3 hectáreas y en sus diferentes áreas hay especies características de la Quebrada y la Puna. Además, el lugar, como muchos jardines botánicos en el mundo, desempeña un papel preponderante para frenar la extinción de especies y conservar el patrimonio genético vegetal del lugar. Los lunes, la entrada es gratis. Más info: www.tilcara.filo.uba.ar.

Solar del trópico: “Estadías culturales bajo el trópico de Capricornio”. Así definen la experiencia de este hostal francés ecorresponsable en Huacalera, creado por Analía y Remy, un artista plástico francés que se enamoró de la Quebrada (y de Analía). Juntos idearon un proyecto de vida en la Quebrada, en donde la naturaleza y el arte se armonizan para ofrecerte un lugar de ensueño y belleza cautivadora, como ellos mismos describen. El espacio de arte, y también su casa, tiene una vista fascinante al Cordón de los Amarillos. Acá la tele o el wifi no existen y el plan es mirar por la ventana y salir a respirar. La casa está hecha en adobe, toda la deco es artesanal y se cocinan platos que mezclan la cocina de Francia con los sabores del norte argentino, como la humita con ratatouille. Además, dan talleres de Artes Plásticas para grupos con reserva previa. Más info: www.solardeltropico.com.