
La inteligencia artificial a nuestro favor: cómo podemos aprovecharla al máximo
La pregunta ya no es si deberíamos usar la IA, sino cómo podemos aprovecharla al máximo. En esta nota, expertos nos cuentan cómo incorporarla en nuestra vida cotidiana.
2 de junio de 2025

La IA llegó a nuestras vidas: cómo usarla a nuestro favor. - Créditos: Getty
¿Amiga o enemiga? ¿Aliada o amenaza? Como tantas nuevas tecnologías a lo largo de la historia, la inteligencia artificial generó un poco de miedo al principio. Despertó muchas dudas –que algunos todavía tienen–, pero la realidad es clara: la IA llegó para quedarse, y rechazarla ya no es una opción. Es más, si aprendés a usarla (¡y entrenarla!), puede convertirse en tu mejor aliada, potenciando tus habilidades y ampliando tus posibilidades.
Chat GPT, Gemini, Copilot, Mid Journey, DALL·E..., hay más alternativas de las que quizá conozcas. Y, aunque puede parecer abrumador, con la información correcta y un poco de práctica vas a saber cómo usarlas para crear imágenes, descubrir recetas, traducir reportes o hasta verificar información en segundos.
Es simple. La IA tiene todo lo necesario para potenciarte a vos y tus habilidades, pero no te olvides: sos vos quien debe guiarla y entrenarla para aprovecharla al máximo.
¿Esto es algo nuevo?

Inteligencia artificial: ¿el segundo cerebro? - Créditos: Getty
Aunque parezca una novedad, la IA no nació con Chat GPT ni con los generadores de imágenes. Desde el Face ID de tu celular, que analiza imágenes con visión artificial, hasta Google Translate, que traduce gracias al procesamiento de lenguaje natural (NLP), o asistentes virtuales como Siri y Alexa, que responden con IA conversacional... y que lleva años entre nosotros, integrada en herramientas que usamos prácticamente todos los días.
Lo que cambió en los últimos años no es su existencia, sino la forma en que podemos usarla. Ya no es algo invisible en el fondo de una app, sino una herramienta al alcance de nuestras manos y que, si sabemos cómo incorporarla a nuestras vidas, en lugar de una amenaza, puede convertise en nuestra mejor aliada.
Hacé que la IA sea tu mejor aliada
Para sacarles verdadero provecho, la clave es saber qué aprender. Y no, no necesitás ser programadora ni experta en tecnología. Lo primero es entender que la IA no es un sistema autónomo ni un “robot” que piensa por sí mismo. En esencia, es un conjunto de algoritmos, es decir, una serie de instrucciones organizadas en secuencia, diseñadas para procesar información y generar respuestas de manera programada. Dicho más simple: la IA funciona con instrucciones y se moldea con el uso que le damos. Entonces, ¿qué hay que aprender? Fácil, cómo dar esas instrucciones (prompting) e interpretar las respuestas que obtenemos (curaduría).
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Una de las habilidades clave para sacar el máximo provecho de la IA es saber cómo pedirle lo que queremos. A esto se le llama prompting, y no se trata solo de hacer una solicitud simple. Si queremos algo más preciso, creativo o diferenciado, debemos aprender a darle mejores instrucciones. El resultado final (output) depende directamente de la calidad del pedido (input). Cuanto más detallado y bien estructurado sea el prompt, mejor será la respuesta.
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Podríamos llamar curaduría a saber filtrar, editar y mejorar lo que la IA genera para convertirlo en contenido útil y original. Hay una regla que es clave: nunca te quedes con la primera respuesta. No solo debés crear un prompt preciso con información detallada, sino también, una vez obtenida la respuesta, seguir indagando y preguntando hasta así llegar a un buen resultado.
No se trata solo de usar la herramienta, sino de aprender a dirigirla y aprovecharla al máximo. Desde técnicas básicas hasta herramientas específicas para cada profesión, el mundo de la IA es amplio y podríamos escribir más de un libro para compartir esta información y enseñar a usarla.
Los mejores cursos (sin volverte programadora en el intento)
Gracias al crecimiento exponencial de la IA, existen incontables cursos diseñados para distintos niveles y perfiles. Estos son nuestros elegidos para hacer 100% online:
1. IA para todos (Coursera): creado por Andrew Ng –reconocido internacionalmente en el mundo de la tecnología y director del laboratorio de IA de la Universidad de Stanford–, este curso gratuito repasa desde la terminología básica hasta cómo aplicar la inteligencia artificial en tu empresa.
Cuánto: gratuito.
Más info: www.coursera.org.
2. Taller IA (Lalo Zanoni): todos los meses, el periodista y consultor en tecnología dicta un taller de tres clases para principiantes sobre los conceptos básicos de la IA en general, la IA generativa en particular y cómo usar Chat GPT para responder preguntas y generar texto de manera natural.
Cuánto: $100.000.
Más info: www.lalozanoni.com/TallerIA.
3. Introducción a la IA generativa (Google): un curso gratuito e introductorio que explica qué es la IA generativa, cómo funciona y en qué se diferencia de los métodos tradicionales de aprendizaje automático. Ideal para quienes quieren empezar a explorar la IA sin tanto tecnicismo.
Cuánto: gratuito.
Más info: www.cloudskillsboost.google.
4. Curso de generación de prompts (Coderhouse): si querés aprender a darle instrucciones precisas a la IA para obtener los mejores resultados en texto, imágenes, videos y código, este curso es para vos.
Cuánto: $89.700.
Más info: www.coderhouse.com.
5. Curso completo de IA Generativa: Chat GPT, Midjourney y más (Udemy): con más de 18 horas de video repartidas entre 137 clases, este curso ofrece una formación completa en IA generativa. Una alternativa más avanzada si ya conocés algo sobre ella y buscás un enfoque más profundo.
Cuánto: US$58,99.
Más info: www.udemy.com.
La IA también aprende
Si hasta ahora hablamos de cómo nosotros podemos aprender a usar la IA, hay algo igual de importante que no debemos pasar por alto: ella también aprende de nosotras. Cuanto más y mejor la usemos, más personalizada y útil será.
Los modelos de IA, como Chat GPT o Gemini, son herramientas que se ajustan a la forma en que interactuamos con ellas. No es lo mismo dar una instrucción genérica que construir un diálogo constante, brindando contexto y corrigiendo errores. La clave está en entrenarla con la información correcta y aprender a darle las mejores instrucciones. Como dice Lalo Zanoni, no hay respuestas malas, sino prompts mal formulados.
Entonces, ¿cómo podemos entrenar a nuestra IA?
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Asignale un rol: indicarle que asuma una identidad mejora la precisión de sus respuestas. Por ejemplo, empezá tu prompt con “imaginá que sos un experto en...” para obtener respuestas más especializadas.
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Dale contexto: cuanta más información tenga sobre tu necesidad, mejor será su respuesta. En lugar de “dame información sobre adaptaciones de libros”, podés decir “voy a escribir un artículo sobre adaptaciones de libros a películas en plataformas de streaming. Ayudame a estructurar el contenido”.
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Sé clara y específica: pedí exactamente lo que necesitás. En lugar de “dame ideas para un artículo”, es más efectivo decir “generá cinco ideas de apartados para un artículo sobre tendencias en adaptaciones literarias a películas y series”.
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Usá el feedback a tu favor: si la respuesta no es lo que esperabas, pedí ajustes en lugar de descartarla. Probá con “hacelo más conciso”, “explicalo en términos sencillos” o “dame más ejemplos”.
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Construí un historial de conversación: muchas IA recuerdan el contexto dentro de una misma conversación. Si trabajás en un mismo tema, podés ir refinando las respuestas con cada interacción.
Teniendo todo esto en cuenta, un buen prompt –para Chat GPT, por ejemplo– sería: “Imaginá que sos un experto en literatura y la industria audiovisual. Estoy escribiendo un artículo sobre adaptaciones de libros a películas en plataformas de streaming. Ayudame a estructurarlo, incluyendo cinco ideas de apartados para analizar las tendencias actuales y su impacto en la industria”.
Es importante aclarar que la IA no está reemplazando la creatividad ni el criterio humano, pero sí puede ser una socia estratégica si sabemos cómo usarla a nuestro favor. Aprender a utilizarla de manera efectiva no solo nos mantendrá competitivas en el mercado laboral, sino que también nos permitirá impulsar nuestra creatividad y productividad. Al igual que cualquier herramienta, su potencial depende de quién la maneje.
¿Y la IA en el trabajo?
No hay dudas: la IA ya es parte del mundo laboral. Su avance acelerado transforma desde la productividad hasta la forma en que se busca y contrata talento.
- 75% de los trabajadores ya usan IA en su empleo. (Microsoft, 2024).
- 66% de los líderes empresariales no contratarían a alguien sin habilidades en IA. (Microsoft, 2024).
- 12% de los reclutadores están creando nuevos roles especializados en IA generativa. (LinkedIn, 2025).
- 2,6 a 4,4 billones de dólares anuales podría aportar la IA generativa a la economía mundial. (McKinsey, 2023).
- 133 millones de nuevos empleos se crearán gracias a la IA para 2030. (McKinsey, 2023).
Viendo estos números, queda claro: más que competir contra la IA, es clave aprender a usarla como aliada para potenciar habilidades.
La IA: ¿el segundo cerebro?
Lejos de ser una moda pasajera, la IA marca un cambio de paradigma. Y aunque lo que hemos visto hasta ahora ya transformó la manera en que vivimos y trabajamos, lo que viene es todavía más revolucionario: agentes de IA capaces de operar de forma autónoma. Siri y Alexa podrían volverse obsoletas frente a estas nuevas herramientas.
“Me parece impresionante el tema de los agentes. Se los configura tomando como base nuestras necesidades y después trabajan por nosotros. Pueden ser útiles para contadores, abogados, arquitectos, lo que sea. Los entrenamos y luego pueden responder correos, agendar reuniones, recordar tareas o incluso gestionar documentos de manera autónoma y automática”, cuenta Lalo Zanoni.
Como explica Sharon Leila Fingier, CEO de Ecomm-App, la IA ya es un copiloto estratégico en nuestro día a día. Pero estos asistentes digitales llevan esta idea un paso más allá. La teoría del “segundo cerebro” plantea la externalización del almacenamiento y procesamiento de información para liberar espacio mental. Los agentes de IA hacen eso y mucho más. No solo almacenan y procesan datos, sino que los gestionan, analizan y ejecutan acciones concretas.
Imaginemos un asistente que no solo recuerde compromisos, sino que nos avise cuándo actuar. Que no solo organice correos, sino que los redacte con información relevante. Que no solo almacene documentos, sino que analice su contenido y nos entregue los puntos clave sin necesidad de leerlos por completo.
Puede sonar futurista, pero esta tecnología ya está entre nosotros. Si bien aún está en desarrollo para democratizar su uso, algunas herramientas ya nos acercan a este escenario: Gemini Live, de Google, mantiene conversaciones fluidas y gestiona tareas en Gmail y Google Calendar; Ellie aprende tu estilo de escritura y responde correos por vos, asegurando mensajes coherentes; y Operator, de OpenAI, promete revolucionar la productividad organizando reuniones, redactando documentos y optimizando el trabajo diario.
Estamos entrando en una era en la que la IA ya no solo asiste, sino que colabora activamente, optimizando nuestro tiempo y potenciando nuestra capacidad de acción. La revolución ya empezó. La pregunta es: ¿estamos listas para aprovecharla?
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