Mindset de futuro: 10 claves para potenciar tu carrera y prepararte para lo que viene

 

Esto provoca, además, que sea más difícil adivinar lo que va a pasar, porque hay menos certezas. Lo único que sí sabemos es que la tecnología está transformando los espacios y que podemos usarla a nuestro favor, para que nos potencie la capacidad de crear. La clave es tener mucha flexibilidad y adaptación, porque ya no podemos asumir que aquello para lo que nos preparamos va a ser 100% como lo imaginamos. Puede haber pistas, claro, incluso podemos pensar escenarios, pero es casi imposible predecirlo como si leyéramos la borra de café.

Viendo este panorama, y para dar un poco más de claridad, pensamos 10 preguntas que nos solemos hacer sobre el futuro profesional y le pedimos a Sofía Geyer (@sofiageyer.innovacion), experta en innovación, neuro tecnología y creatividad, que nos ayude a entender el mapa de lo que viene.

1- ¿Qué habilidades clave vamos a necesitar?

• Flexibilidad: sobre todo, muchísima cintura para cambiar, aprender y adaptarnos. Porque es muy probable que casi todo lo que aprendiste de una forma lo tengas que transformar. Por ejemplo, toda la revolución que provoca la inteligencia artificial genera cambios impensados en muchos otros lugares: cambia la manera en que nos enseñaron que hay que pensar las carreras laborales, cambia la promesa de “carrera para toda la vida”, las empresas se vuelven mucho más inestables y se modifican muy rápido las tareas y actividades para las que nos contrataron.
• Proactividad: esto es no quedarse en un lugar esperando, sino el aprender a accionar en la incertidumbre. Es como si manejaras con neblina: sos consciente de que va a haber obstáculos, a veces no sabés para dónde estás yendo, pero tenés que seguir avanzando e ir descubriendo el camino.
• Gestión del estrés: además de las habilidades más técnicas, también están las blandas: ¿cómo surfeamos contextos de estrés e incertidumbre?, así como también la generación de una mayor tolerancia, que es algo que, como seres humanos, no siempre se nos da demasiado bien.

2- ¿Lo que hago va a seguir existiendo? 

Probablemente no… Y si sigue existiendo, va a mutar en algún aspecto. Sobre todo, va a ser cada vez más grande la cantidad de tecnología que usás en el día a día. Incluso va a cambiar la manera en que tus clientes, tus usuarios, o las personas con las que trabajás, esperan que se realicen ciertas cosas. Hoy es un gran momento de inflexión, por lo que no podríamos saber exactamente hacia donde puede ir mutando todo. Pero asumir de a poco que el cambio es ahora, es lo principal.

Una pregunta clave: ¿estás haciendo lo mismo hace mucho tiempo? Si la respuesta es sí, entonces es momento de pegar un volantazo, hacer algo diferente, chiquito. Empezá aplicando lo que conocés a algo distinto, haciendo un curso sobre un tema totalmente nuevo para vos o aplicando tus habilidades en otro contexto o industria, para ir diversificándote. Por ejemplo, si trabajás en el área de finanzas de una empresa, probá asesorando a un emprendedor o escribiendo en un blog de educación financiera. Cuanto más abras el abanico, más oportunidades vas a tener.

 

3- ​¿Qué hago si la tecnología automatiza mi tarea principal? 

Lo primero que hay que identificar (y esto escribilo en un post it como un mantra) es que no sos tu tarea principal. Tenemos que sacarnos las etiquetas de las identidades profesionales tradicionales: “Abogada”, “ingeniera”, “programadora”, “médica”, “comunicadora” … solemos encasillarnos y definirnos de esta manera, según la carrera que estudiamos. Pero, la realidad y tu recorrido dicen otra cosa: no te quedes solo en un título, porque sos mucho más, sos un conjunto de habilidades, saberes y experiencias, y si lográs identificar cuáles son esas herramientas vas a poder aportar valor en cualquier tipo de empresa, sector o rol.

A veces no es fácil desprendernos del apellido, pero es importante conocer cuáles son nuestras fortalezas. ¿Te pusiste a pensar todo lo que hacés en tu trabajo? Seguramente tenés experiencia liderando equipos, sabés manejar herramientas digitales, contás con un gran nivel de oratoria o sos buena vendiendo… esas habilidades son tu caballito de batalla y las podés aplicar en un montón de espacios.

Otro punto fuerte: los contactos. Hacer networking e invertir tiempo en expandir tu red te va a ayudar a posicionarte y a enterarte más rápido de lo que está cambiando en tu industria. Y ese puede ser tu ancho de espadas para encontrar siempre un lugar.

4- ¿Las nuevas tecnologías pueden ser un jugador más en mi equipo?

¿Sabías que la IA que más se utiliza en las empresas se llama Copilot, es de Microsoft y está pensado como un copiloto laboral? Es un asistente digital que busca aumentar la productividad y simplificar procesos; es decir, viene a complementarnos, no a quedarse con nuestros puestos.

¿Cómo usar la IA a tu favor?

• Creá una lista e identificá qué tareas de tu puesto te generan mucho esfuerzo mental y no te permiten agregar valor, cuáles no te gustan y en cuáles no sos tan buena.
• Con esa información, armá un plan de acción en el que incluyas a la tecnología como una aliada para tu rutina. De esta manera, vas a estar integrándote al futuro mientras descomprimís tus pendientes. Pero ojo, porque hay muchas cosas que, aunque la herramienta las solucione en cinco minutos, es mejor hacerlas personalmente para no perder originalidad y tener menos margen de error.

 

5- ¿Cómo pensar un futuro distinto en la práctica?

Un ejercicio simple para tener una visión innovadora es mapear, en tu radio laboral o en un área que elijas, todo lo que estás segura de que va a pasar en los próximos cinco años y lo que es una completa incertidumbre. Por ejemplo: dentro de las certezas podés poner que vas a seguir trabajando por plata, que vas a necesitar que tu negocio genere dinero, etc… y en la columna de todo lo que no sabés imaginate distintas posibilidades. Una puede ser un escenario más “caótico”, en el que te van a reemplazar completamente por la inteligencia artificial, otro escenario puede ser al revés, en el que se necesite volver al trabajo humano, más artesanal, etc.

Vas a estar mejor parada para recibir al fenómeno que venga y tu mente va a estar lista para enfrentar a la ambigüedad y la flexibilidad. Porque es muy probable que termines navegando, sin ninguna certeza, por ríos que no conocés. Pero con este mapa de ruta vas a lograr remar cualquier circunstancia.  

6- ¿Cómo surfear la ola del cambio y salir bien parada?

Si hablamos de mindset futuro tenemos que aprender a tener una mirada de bosque. ¿Qué significa esto? Ampliar nuestro radio de visión. Generalmente estamos todo el día enfocadas en el árbol, trabajando en algo puntual, pensando en lo que hay que hacer hoy; pero cuando frenás y adoptás una mentalidad más exploradora, te das cuenta de que hay mucho más para ver.

Si observás más allá de lo habitual, podrás adelantarte y planificar cómo atravesar una posible transformación. Lo primordial es estar lista y utilizar todo lo que tengas a disposición: leer artículos, hablar con alguien que piense de un modo más futurista, charlar con personas de otros lugares y culturas, etc. Así vas a lograr entender qué está pasando en tu industria, en el sector en el que trabajás, qué se viene y cuándo.

Un buen consejo es que, cada tanto, frenes, mires lo que está arrancando, pienses qué cosas pueden suceder de acá a cinco años, vuelvas al presente y vayas de nuevo para atrás. Este viaje en el tiempo, sumado a la capacidad de pensar el futuro, te van a ayudar a mirar más el bosque y no tanto al árbol, para que la ola del cambio te encuentre firme y segura.

7- ¿Cómo convertirme en una líder innovadora?

Una líder innovadora anticipa tendencias, está a la vanguardia, sabe hacia donde quiere ir y comunica con mucho énfasis su norte. Pero también tiene que saber contar lo nuevo y explicar con entusiasmo cuál es su visión del mundo.

3 claves para lograrlo

• Trabajá en equipo. Llevar las ideas a la práctica implica colaborar con otros, hacer alianzas, influenciar. Porque así es como se invita a los demás para que se sumen a tus estrategias y quieran ser parte de tus proyectos.
   
• Movete y tomá riesgos. Analizá qué cosas en tu vida estás probando, ¿hay algo dando vueltas o te sentís siempre girando en falso? Si creés que estás más quieta que en movimiento, animate a salir de lo conocido. Por ejemplo, si te entusiasma hacer un emprendimiento, probá vendiendo tres remeras a ver cómo te va; u ofrecerte para ser parte de algún proyecto en el trabajo en el que te sientas totalmente afuera, para intentar y registrar cómo te sentís.
   
• Contagiá tu espíritu inquieto. Esta es una de las bases del liderazgo innovador, sobre todo sabiendo que, lamentablemente aun hoy, en ciertos ámbitos profesionales las mujeres tenemos que lidiar con un montón de sesgos y prejuicios. Por esta misma razón es que hay que ser más inquietas todavía.

8- ¿Cómo fomentar la innovación en mi equipo?

La clave más importante es liderar con el ejemplo. Mostrate activa, curiosa, exploradora… investigá las nuevas tecnologías, sé autodidacta, mirá a las industrias vecinas, buscá herramientas y aliados en otros teams. Armá reuniones creativas, con bainstormings y dinámicas grupales, para salir de la caja y descubrir nuevas posibilidades.

Además, bloqueate una o dos horas por semana para trabajar en una visión más 360, y aprovechá este espacio para revisarte y activar el modo beta, el de la experimentación constante. Absorber conocimientos va a ser tu puente para fomentar la creatividad en los demás.

Por otro lado, la escucha tiene que estar en el podio de tus fortalezas. El miedo al error no puede ser parte de tu equipo, los miembros se tienen que sentir con la confianza y libertad de proponer cualquier tipo de idea, por más absurda que parezca. Un feedback constructivo y espacios de retroalimentación para que todos se sientan partícipes son dos de las columnas vertebrales de cualquier líder futurista.

9- ¿Cómo hago para lograr ir a la par de los avances?

¿A veces sentís que te quedás atrás y no llegás a absorber todo el conocimiento nuevo en tiempo real? Tranqui, es uno de los miedos más comunes, pero la solución es más sencilla de lo que pensás: se basa en tener rituales de curiosidad y de aprendizaje. Una vez por semana, o cada 15 días, programate para absorber algo nuevo (eso sí, chequeá que siempre sean aprendizajes diferentes). Si toda tu vida leíste a las tres mismas personas, quizás es momento de que amplíes tu mirada e investigue a nuevos autores o con miradas opuestas. Recordá que la diversidad te puede despertar grandes reflexiones y pensamientos.

Hacete el tiempo y planificá la curiosidad. Preguntate (y respondé con honestidad) qué es lo que no estás sabiendo y es importante para tu trabajo. Con ese disparador, empezá a meterte en ese lugar desconocido. De a poco, sin prisa, pero sin pausa. Ponete como meta perfeccionarte en ese ámbito que sentís lejano, pero que sabés que es muy relevante para el mañana. Tus herramientas pueden ser leer un libro, mirar una película, ir a una conferencia o simplemente tomar un café con alguien que te cuente las novedades más destacadas. Canales sobran, solo te tenés que sumergir en el desafío para no quedar atrás de la línea de largada.

10- ¿Qué actitudes debo priorizar para innovar?

 

Los líderes innovadores se destacan por tres habilidades puntuales:

• Imaginarse para adelante: las cosas están cambiando más rápido que nunca, principalmente porque las tecnologías (que cada vez están más metidas en nuestras vidas) provocan el desarrollo de otras tecnologías. Es como el ciclo sin fin. Por esa razón, hoy es impensado que te estanques en el presente, tu mirada tiene que ir más allá. Imaginarse para adelante implica adelantarse a lo que se viene, analizar qué puede llegar a pasar y cómo puedo adaptarme a los cambios.
   
• No conformarse: si algo no funciona hay que cambiarlo. Muchos emprendedores tienen esa habilidad de no conformarse, tienen el coraje para ir siempre por un poco más. Si ven un proceso que no está funcionando al 100% lo mejoran, van testeando hasta que encuentran la idea que finalmente los convence. En este punto, la acción es la clave para estar un paso adelante.
   
• Saber resolver los desafíos: si se presenta una complicada, resolver el desafío y no quedarse en la queja es lo mejor que podés hacer. La famosa “una lloradita y a seguir”. La habilidad resolutiva es la llave para ejecutar nuevas ideas y reinventarse día a día. Con esta mirada, tus cimientos van a estar fuertes para aguantar cualquier tipo de transformación.