Maternidad: las claves para hablar con tu hijo sobre la llegada del hermanito

Sin embargo, el especialista resalta que no hay una receta. Lo que sí es importante es que el adulto cuente con cierta disponibilidad frente a las reacciones y las emociones (sobre todo, los celos) que el niño pueda llegar a experimentar. Poder acompañar el proceso de asimilación y los tiempos que nuestro hijo pueda llegar a tener para hacer lugar a este nuevo integrante que se va a sumar es lo más importante.

Es bueno tener en cuenta que, además de la palabra, hay otros recursos para poder ir trabajando esto con un niño. El juego, justamente, es la actividad más importante y más seria, para él porque le ofrece la posibilidad de tramitar angustias, fantasías, sentimientos de culpa y afectos que puedan llegar a ir apareciendo.

 

Otra opción es llevar un diario en el que se vayan contando los acontecimientos más importantes de la familia, tal como muestra el libro recientemente premiado de Yael Frankel: Todo lo que pasó antes de que llegaras (Limonero). La obra, que ganó el prestigioso premio de la Feria de Bologna, Italia, narra desde la mirada infantil la cotidianeidad familiar: un niño le va contando a su hermano por venir lo que le espera cuando llegue.

“La idea de un diario en el que se vayan historizando los distintos sucesos que le van aconteciendo al niño me parece bastante acertada; sobre todo porque pone a trabajar lo que es la pulsión de saber y el deseo de investigar, a través de una pregunta que es muy importante para el niño: ¿de dónde vienen los niños?”, expresa Padin.

El especialista sostiene que en el libro se puede ir viendo cómo esa pregunta fundamental desemboca en otras, que también van movilizando distintas respuestas. En el libro se puede observar cómo se va preparando el lugar para el hermanito, que tiene más que ver con la construcción de un lazo solidario con el otro. “Pero así y todo, igualmente el diario es un recurso entre muchos otros más. También hay que dejarle lugar a lo que es la creatividad de cada familia”.

También es importante tener en cuenta que hay algunos signos de alarma a los cuales prestar atención. La llegada de un hermanito puede despertar ciertos aspectos y angustias. Y puede ocurrir que una vía de expresión sea la aparición de algún síntoma, o que aparezcan dificultades para dormir, para comer o que haya algún retroceso en el desarrollo del habla.

Si esto ocurre, es conveniente hablar con el niño sobre cómo se siente y qué es lo que le está pasando. Y, en caso de que aún continúe la dificultad, lo recomendable es hacer una consulta con un psicólogo infantil.

 

Experto consultado: Francisco Padin. Lic. en Psicología (UBA). IG: @lic.francisco.padin