Maternidad: ¿por qué mi bebé no sube de peso?

"En la etapa neonatal, es decir, durante el primer mes de vida se espera que el bebé pierda un 10 % de su peso durante la primera semana”, cuenta Celeste.   También detalla que, a través de la orina, los recién nacidos se van deshaciendo del líquido extra que aún tenían en su cuerpito, por eso suelen nacer hinchados yes el motivo por el que suelen bajar de peso en ese porcentaje.

“En consulta se empiezan a descartar posibles causas: primero hay que evaluar si la mamá tiene la suficiente leche y si el bebé está succionando bien, algo clave para estimular la bajada de la leche. En ese caso se complementa con la ayuda de una puericultora para estimular el amamantamiento y si, de todas maneras, no se logra el amamantamiento con leche materna se incorporan leches maternizadas. 

Si continúa sin aumentar de peso hay que seguir buscando otras causas. “Una de las más comunes es por el aumento de la hiper bilirrubina (cuando se pone amarillo y necesita lámpara). La hiper bilirrubina es una condición que se da en la sangre cuando los glóbulos rojos que el bebé trae a partir de su nacimiento es mayor de los que necesita fuera del útero y es una de las causas que pueden hacer que no aumente correctamente de peso”.

“El chequeo mensual con un especialista es muy importante, ya que es en la consulta clínica donde se puede evaluar el peso y la talla y hacer un correcto seguimiento. Estos dos indicadores son clave para mostrarnos otras posibles causas, en el caso de la detención del peso. Celeste lo detalla: "Ante una posible detención de peso lo primero que hay que evaluar es que no se acompañe de la detención de crecimiento en talla. Porque si la talla viene creciendo y solo se detiene el peso podemos hablar de desnutrición. En cambio, si se detienen ambos no estaría involucrada la cuestión nutricional".

La infección urinaria es otra causa posible que puede generar detención en el crecimiento. Al mismo tiempo, hay que evaluar con qué frecuencia se enferma ese bebé que no aumenta y, en ese caso, considerar si hay hermanos y hermanas mayores en la casa, quienes inevitablemente traen gérmenes de afuera.  “Si hay más niños es probable que las enfermedades recurrentes sean a causa de esos gérmenes y que, por la misma enfermedad, las ingestas de ese bebé sean menores. En este caso, se puede ir descartando si se trata de un problema por alimentación o por otras variables”. “En el caso de que no hubiera infecciones, se trabaja con interconsultas: se puede buscar enfermedad metabólica o bien con especialistas en crecimiento y desarrollo”, agrega.

En consulta también se evalúa el reflujo gastroesofágico. Hay dos tipos de reflujo que se dan antes de los 6 meses:

- El reflujo fisiológico, que es el habitual y no impide el ascenso de peso. Es el que se da porque el sistema digestivo todavía está inmaduro y no se produce bien el vaciamiento de la pancita.

- El reflujo patológico: no nos damos cuenta porque es permanente y no aumenta de peso. En ese momento se debería consultar con un gastroenterólogo para ver si es reflujo patológico.