Citas: qué son las dry-dating y hobby-dating, las nuevas propuestas para conocer gente

Allá en el tiempo quedó el protocolo de la clásica primera cita: que te pasen a buscar por tu casa, la cena en un restaurante con velas, la charla algo acartonada y predecible… Hoy en día, el terreno del dating es un lienzo en blanco donde se puede improvisar, ser creativa y auténtica.

Una de las primeras modernizaciones llegó de la mano de las apps de citas, que permiten encuentros más rápidos y descontracturados, donde una puede —más o menos— elegir personas con intereses y características que te agraden o te den curiosidad. Quizás es menos espontáneo, pero te ahorrás algunas desilusiones o fiascos. Además se flexibilizó el horario, el tipo de plan y locación de la cita. Puede ser en una plaza de tarde, en un break del trabajo, un almuerzo dominguero, una caminata por la ciudad de noche o una inmersión en un museo o una librería. Los escenarios y los tipos citas son infinitos.

Las citas sin alcohol son una novedad que invitan a disfrutar de un momento saludable y genuino.  Salir a tomar un helado, un licuado, un café o mate puede ser una excelente oportunidad para conocer a la otra persona tal cual es.

Suele suceder que ir al encuentro de un otro por primera vez nos pone un poco nerviosas y ansiosas. Como si algo se definiera para siempre en esa primera impresión. Como si eso que mostramos y decimos la primera vez fuera una carta de presentación definitiva.

Por esta razón, hay quienes recurren al alcohol para aflojar y estar más rápida en la conversación. Unos tragos, una cerveza y todo fluye, se suele escuchar. Pero este aliado puede volverse un arma de doble filo si saca a relucir cierta picardía o desfachatez que después en estado natural no tenemos. No vaya ser que quedemos “presas” de una imagen que dimos y después sobrias no podemos sostener.

A veces las clásicas citas donde la charla es la protagonista del encuentro nos dejan sabor a poco. Mucho ruido y pocas nueces. Porque seamos realistas, todos tenemos un speech un poco armado para presentarnos ante los demás, que hasta a veces nos aburre. Qué pasaría si la primera cita tuviese más acciones, y sobre todo actividades que ya sabemos que a ambas personas nos apasionan.

Así nacieron las hobby-dating, una modalidad de encuentro que tiene como objetivo compartir un pasatiempo. Y cuanto más específico mejor. Salir a patinar, ir a una feria de antigüedad o una convención de cosplay. Tomar una clase de salsa o sacar entradas para ir a ver una película de terror. Juntarse a jugar a un juego de mesa o hacer música. Estas son algunas opciones de citas donde los hobbies o intereses están en el centro del plan.

Algunas ventajas de esto: si la persona no te termina de gustar, quizás te hiciste un amigo/a que le gustan las mismas cosas que a vos; toda la solemnidad de “la primer cita” se desvanece y el encuentro se vuelve más fresco y relajado.