
Verde, glamping y más temprano: cuáles son las nuevas tendencias en la forma de celebrar casamientos
La pandemia generó nuevas tendencias a la hora de planificar una boda: los novios prefieren comenzar y terminar a horarios más amigables, las locaciones predilectas incluyen paisajes verdes y abiertos y la invitación suele incluir un pase para acampar.
5 de agosto de 2022

Casamientos después de la pandemia: se valora más el aire libre - Créditos: Rodrigo Mourullo/Quinta Brisas del campo
Los años de pandemia trajeron un sentimiento inequívoco entre los jóvenes (y no tanto): las ganas de una buena fiesta. Cuando todo felizmente retomó su curso, los casamientos llegaron con nuevas prácticas, se generaron nuevas tendencias a la hora de planificar una boda: los novios prefieren comenzar y terminar a horarios más amigables, las locaciones predilectas suelen ser las que incluyen paisajes verdes y abiertos y la invitación puede hasta incluir un pase para acampar.
Ana Pulido, histórica event planner que, como tantos otros colegas, pasó noches enteras sin dormir preocupada por el parate total de su actividad, describió: “Hay una gran necesidad de festejar y, sobre todo, de volver a encontrarse. Los novios ahora buscan fiestas distintas, más diversión, visualizan más la barra de tragos, la pista, hay ‘eventazos’ donde la gente entiende que el disfrute es aquí y ahora”.
El drama fue real para este sector: “Situación dramática y terminal”, fue la calificación que utilizó el ente que agrupa a los organizadores, AOFERP (Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones y Eventos Empresariales y sus Proveedores de la República Argentina) en una solicitada dirigida al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en mayo de 2021, un año después de que comenzaran las restricciones sanitarias.
Los primeros eventos después de la apertura inmediata obligaron a los organizadores a pensar en eventos aptos covid y, por eso, ganaron terreno los salones con espacios al aire libre que permitieran distancia social y ventilación, como El Dok Haras, el complejo que fue escenario de la megaboda de Stefi Roitman y Ricky Montaner o Jano’s, la quinta ubicada en Ingeniero Maschwitz donde Barbie Vélez y Lucas Rodríguez dieron se casaron frente a 100 invitados.
Todo empezó como ‘lo que se podía’ y ahora es tendencia absoluta. Jugar con los espacios abiertos para poder sentirte en una miniescapada de unas horas es algo que atrapa a los novios”, detalló Sofía Chiarelli, una de las planners de Events Boutique.
Ana Pulido coincidió: “El espacio abierto vino para quedarse en muchos aspectos. Trabajar con la naturaleza enriquece el evento porque tiene cierta magia”.
Festejar más temprano
Otra costumbre que se cimentó durante la pandemia es la convocatoria sunset-friendly. “Los eventos se adelantaron y se instalaron horarios más tempranos, el virus trajo eso de entender que no hace falta que la fiesta termine a las seis de la mañana, que se puede disfrutar de un lindo atardecer porque lo importante es pasar un buen momento”, continuó Pulido.
La mayoría de las bodas actuales comienza entre de las 18 y las 19 y termina entre las tres y las cuatro de la mañana. Nada de estar inservibles al día siguiente. “Además, hay que aprovechar la famosa golden hour para las fotos y la realidad es que el aguante no es el mismo pospandemia”, acotó Chiarelli.

Los casamientos tienen nuevas prácticas después de la pandemia - Créditos: Nico Aragon PH/Refugio 31
Incorporar glamping al casamiento
Si la máxima es recuperar el tiempo perdido, una opción que se impone para estirar la fiesta hasta el día siguiente es la de incorporar glamping al casamiento. ¿De qué se trata? Un acampe de lujo en el medio de la naturaleza. Hay salones que cuentan con instalaciones propias que funcionan todo el año para turistas, pero también se puede contratar como un servicio extra en el escenario elegido.
Por ejemplo, en la quinta Brisas Del Campo, ubicada en Pilar, cuentan con cinco “domos”: así se denominan a las estructuras geodésicas que hacen las veces de carpas glam. Allí se ofrecen los servicios de un hotel y resisten las inclemencias climáticas. El más equipado incluye jacuzzi, baño privado adentro y living.
Los novios pueden pasar la noche de bodas allí y también se estila invitar a los íntimos para que acampen y amanezcan en el lugar. Al día siguiente, brunch o asado y el racconto obligado de la fiesta. El costo de la experiencia, claro, suele ir a cargo de los anfitriones.
Otras opciones de salones con glamping: Puesto Viejo, una enorme estancia en Cañuelas que también ofrece salón, y Refugio 31 en Tigre, una alternativa para almas más aventureras ya que solo se puede llegar por agua.
¿Algo que no cambió con la llegada de la pandemia? La necesidad de contar con un bolsillo amplio, dispuesto a enfrentar hasta los gastos más inesperados. Pero Ana Pulido tiene un consejo que bien vale tener en cuenta para no desanimarse a la hora de planificar: “Con un pancho y una Coca hacés un fiestón. Si no te pone la piel de gallina, si no te emocionás, si no te divertís, si no hay corazón y no vibra la fiesta, aunque hayas puesto una fortuna, no pasa nada”.

Muchas celebraciones ya no se demoran hasta la madrugada - Créditos: IG: @anapulidoeventos
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