Alta gama en altamar

Navegación de lujo a bordo del Regent Seven Seas Mariner, un barco para exigentes y sin problemas de presupuesto

por

Daniela Dini

18 de marzo de 2012

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A BORDO DEL SEVEN SEAS MARINER.- Ya pasó los 65 y baila sin ninguna inhibición, enfundada en un vestido elegante y brilloso, en medio de la pista del Stars Nightclub, un espacio que más que discoteca es un coqueto lounge para tomar algo y hasta cantar unos temas en el karaoke, después del horario de la cena en el Regent Seven Seas Mariner. La señora en cuestión es norteamericana y muy posiblemente -como la mayoría de los pasajeros del lujoso crucero- haya comenzado la travesía en Fort Lauderdale, Florida, hace varias semanas atrás. "Es viuda por quinta vez y espera encontrar a su sexto marido", comenta un crucerista como al pasar, mientras toma un Martini en la barra. Imposible saber si el amor la esperará en este viaje o en algún otro, aunque seguramente tenga chances. La vuelta completa dura 72 días y en el paso del Seven Seas por Buenos Aires, aún no se completó la mitad. South America Round Trip es como se conoce a la travesía total, y son muchos los pasajeros que se suman a completarla. Son fácilmente identificables por las chapitas grabadas con nombre y todo en las puertas de los camarotes. Más de dos meses a bordo y cabe preguntarse, qué hacer cuando no hay puerto ni tierra firme a la vista. Además de qué lleva a repetir las ganas de embarcarse una y otra vez: la gran mayoría de los pasajeros cuenta varios cruceros en su haber. La respuesta es simple al dar una vuelta por este gigante de los mares, que además ostenta lujo en cada detalle.

Un universo aparte

Más que barco podría definirse como un cinco estrellas flotante. La característica principal es la amplitud de las habitaciones, de 33 a 186 metros cuadrados, y hasta balcón incorporado en todas las categorías, que hace olvidar de las limitaciones de espacio de otro tipo de cruceros. Amenities de primer nivel, todas las comidas y bebidas incluidas -incluso las alcohólicas-, cenas sin turnos, servicio a la habitación sin cargos extras, un tripulante cada menos de dos pasajeros -que nunca superan los 700 a bordo, contra los miles que conviven en los cruceros convencionales-, opción de mayordomo personal para las categorías más altas, excursiones cubiertas en cada destino y hasta la noche previa en el destino a zarpar, en un hotel de categoría. Claro que para este all inclusive deluxe, cada pasajero pagó cerca de seis veces más que la tarifa de un crucero masivo. Quien ponga un pie en alguno de los tres barcos de Regent sabrá que cada centavo lo vale.

Una vez a bordo, el tiempo pasa a una velocidad imposible de determinar. Mejor podría definirse la experiencia como la de estar en un universo paralelo, donde todo sucede al ritmo del suave movimiento de la nave sobre el mar. Constante y aletargado, sin prisa, pero sin pausa. La consigna es disfrutar y para eso, el aburrimiento no es una opción posible. Son doce pisos en total, de los cuales del 5° al 12° están habilitados para camarotes, espacios de esparcimiento y restaurantes.

El último piso ofrece el deck para caminatas y hasta un minigolf y una cancha de paddle. Abierto en el centro, se divisa la estrella del piso 11: la piscina, rodeada de tres jacuzzi de agua caliente y burbujeante, por si el clima amenaza con alejar el sol y el calor. Muy cerca, entre las decenas de reposeras, la barra de la pileta se complementa con la parrilla -al estilo americano, para las famosas barbe cues-, y en la popa, pero ya no al aire libre, el restaurante buffet La Verenda. Del piso 7 al 10 se concentran todas las habitaciones, y el séptimo comparte la mitad del deck con las actividades típicas: casino -infaltable y abierto a toda hora-, boutiques duty free, un completo gimnasio donde quemar las calorías de más, spa, salón de belleza y sauna.

El deck seis está íntegramente dedicado al esparcimiento: la biblioteca -con acceso a Internet, libros, juegos de mesa y películas-, un café, galería de arte, el bar Stars Nightclub, en popa el Horizon Lounge -para tomar algo con una vista única hacia el océano- y en proa el espectacular teatro Constellation, donde se ofrecen shows y música en vivo. También en este piso está el restaurante francés de Le Cordon Bleu, Signatures. El deck cinco aguarda con el restaurante principal Compass Rose y el especializado en carnes, Prime 7.

La Torre de Babel sobre el océano

I Wayan nació en Bali, pero hace once años que navega los océanos del mundo. Es camarero y su respuesta frente a qué le gusta más de su trabajo es rotunda y casi esperada: "Conocer gente de todas partes". Ocho meses a bordo, tres de vacaciones en su paradisíaca isla de Indonesia junto a su familia. Distinto es el caso de Scepan Dzikic, el sommelier serbio que explica con pasión las características del vino elegido y con el mismo entusiasmo confiesa que después de más de una década de cruceros, se bajará en Buenos Aires para empezar una nueva vida. Si hay algo interesante en casi todo crucero es la diversidad de orígenes de la tripulación. Quien sea curioso oirá cientas de historias a bordo, y hasta viajará aún más lejos de donde el crucero llegue: filipinos, italianos, españoles, rusos, indios, rumanos y otros tantos ciudadanos del mundo hacen que en el Regent confluyan decenas de nacionalidades, pero con el inglés como idioma universal, claro está.

Rey de los siete mares

Regent posee tres embarcaciones Seven Seas: Voyager, Mariner y Navigator. Los primeros reciben hasta 700 pasajeros y el último, aún más exclusivo, no más de 490. Aun siendo embarcaciones nuevas, las dos primeras fueron remodeladas en 2010 y la tercera en 2009, sumando una inversión total de 70 millones de dólares. Todo sea para garantizar la máxima sofisticación en altamar.

El servicio es de alta gama y totalmente personalizado. Su precio supera varias veces al de los cruceros convencionales, pero se refleja en el nivel de la gastronomía, el tamaño de las habitaciones -con amplios metros, vestidor y balcón privado- y el servicio todo incluido de lujo, que suma hasta la gran mayoría de excursiones en cada puerto. Algo que lo diferencia de sus pares: se prioriza multiplicar las actividades en los destinos al tiempo de navegación en altamar.

Las travesías recorren el mundo entero, y pueden durar unos pocos días o pasar los setenta. El pasajero promedio supera los 60 años y es un viajero exigente. Conocedor del mundo, los lujos y crucerista frecuente, busca a cambio de una tarifa elevada, exclusividad y sofisticación en todo momento.

Muy lejos del Concordia

Como su mal afamado y mundialmente conocido colega, Schettino, el capitán del Regent es italiano. De baja estatura y porte elegante, se lo vio en rol de protagonista en primera escena, en las tablas del Constelation Theatre, el teatro del barco. Allí, en un show planificado, el capitán Felice Patruno despedía a los pasajeros en la famosa Farewell Reception, con cóctel, show y música de orquesta. Muy lejos queda la imagen del Costa Concordia hundiéndose en el Mediterráneo, y la misma sensación se siente al recibir, en forma personalizada, las indicaciones de emergencia de los responsables de seguridad. Con orgullo los encargados del área muestran en el deck las lanchas de evacuación y todo el sistema pensado hasta en el más mínimo detalle. Todo un departamento está a cargo de la seguridad y el training, para todo el personal -cerca de 450 tripulantes-, se repite, sin excepciones, una vez a la semana.

DATOS ÚTILES

Regent ofrece itinerarios a más de 300 puertos en todos los continentes. Incluso por sus dimensiones diferentes a las de los cruceros masivos tiene acceso a puertos más selectos a los que no llegan las embarcaciones más grandes. El todo incluido tiene aquí su versión sofisticada en servicio, calidad y propuestas, que incluye no sólo comidas y bebidas de categoría, sino también una gran variedad de excursiones en cada destino, tasas y propinas, y la noche previa a zarpar en un hotel de lujo.

Algunas propuestas vigentes hasta el 31 de marzo (no incluyen aéreos):

Sueños Venecianos

Atenas a Venecia en el Seven Seas Mariner, 7 noches recorriendo Atenas, Efeso, Santorini, Olympia (Katakolon), Corfu, Dubrovnik, Venecia (2 días). Salida: 20 de julio de 2012. Desde $ 3969 por persona en base doble.

Travesía Escandinava

Estocolmo a Copenhague en el Seven Seas Voyager, 7 noches con itinerario en Estocolmo, Helsinki, St. Petersburgo (2 días), Tallinn, Visby, Berlín (Warnemunde), Copenhague. Salida: 8 de agosto de 2012. Desde $ 3999 por persona en base doble.