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Aluminé y Pehuenia: la medida justa del descanso




ALUMINE, Neuquén.- Una piedra llega hasta el otro lado de la calle, veloz; la siguiente rebota contra la tierra un par de veces, como el juego del sapo, pero en seco. El chico espera a la salida del mercado y quién sabe qué sería de él si en Villa Pehuenia no hubiese piedras en la calle.
El mercado es en realidad el almacén de ramos generales del pueblo; algunos salen con bolsas de carne, otros de verduras, y por la ventana se ven estantes polvorientos en los que reposan bandejas de madera hechas por mapuches, algunos floreros que terminan en flores de plástico, un par de ollas de hierro como es difícil encontrar en cualquier otro lugar de la región.
Pero el almacén no tiene esa estética de pulpería que los acostumbrados a los supermercados añoran en los pueblos de provincia, porque Villa Pehuenia tiene sólo veinte años de existencia.
Un rato más tarde un hombre sale y entonces el chico que expulsaba piedras se sube al caño de la bicicleta. Con el hombre sale también un perro, que parece haber intercambiado roles con el niño que espera afuera.
Los tres se alejan por el camino y entre las araucarias: la bicicleta y el perro atrás. El hombre, que debe de ser el padre, lleva un sombrero de fieltro como el que usan muchos mapuches en la zona, y al salir le ha colocado el suyo al chico, que debe de ser el hijo. "Sí, siempre me vende las artesanías que hace su esposa, y él trabaja en el vivero", dice la mujer, que es la dueña del almacén.
El vivero La Angostura es, de hecho, un lugar de trabajo para los mapuches, que en Villa Pehuenia constituyen el setenta por ciento de la población. El vivero no es una pasarela de flores de colores, macetas y especies varias. Este es provincial y trabaja con planes de reforestación, lo cual no lo hace para nada menos agradable al paseo. Es una mañana de sol y los hombres trabajan silenciosos, concentrados, junto a las márgenes del lago Aluminé. Nada de lo que uno dice parece interesarles y, al contrario de lo que suelen hacer muchos de nuestros interlocutores habituales, no hacen nada por disimularlo.
Trabajan a partir de semillas y después de un proceso que se puede seguir entre los canteros llegan a producir plantines de araucarias y de pinos exóticos, no autóctonos. Con esas plantas reforestan zonas devastadas, tierras privadas y también las macetas de algún turista de paso.

Compañías de circuito

Llega un momento en que el lago Aluminé se une con el lago Moquehue y ese momento se llama La Angostura. Ahí hay un puente de madera de araucaria donde empieza uno de los tantos circuitos de 4 x 4 que se pueden hacer en la zona. Debajo del puente nadan truchas enormes, de tipos y colores distintos. El camino es angosto y lleno de sobresaltos. Las araucarias, los ñires y radales se interponen, pero sin mucho éxito. Algo que sí logra un baqueano con su caballo: por un momento el recorrido en 4x4 toma el ritmo del caballo lánguido. Después los deja atrás a él y al mapuche que lo conduce, impávido tras sus anteojos de doble aumento. El hombre hace un intento de acercarse a saludar, pero su caballo no quiere saber nada con extraños.
El circuito termina junto a las aguas del lago Aluminé, bordeadas por una playa a la que se asoma un chancho salvaje que parece un jabalí sediento.

Aluminé por tres

Hay casos en los que las etimologías caseras no nos defraudan: en lengua mapuche el vocablo aluminé tiene, en efecto, algo que ver con el brillo y la iluminación. Denominación que se ha extendido a un lago, a una ciudad y al río que la recorre.
Aluminé ciudad es antigua en comparación a muchos otros pueblos de la Patagonia andina; fue fundada en octubre de 1915. La zona, sin embargo, tuvo habitantes blancos desde mucho tiempo antes. En 1553 fue explorada por don Francisco Villagran y años más tarde fue ocupada por misiones jesuíticas que permanecieron allí hasta que fueron expulsadas por los indígenas.
El río homónimo es rápido y escarpado, y la estrella de la región cuando se trata de rafting. Después de fines de noviembre comienza el desfile de botes neumáticos: un par de pilotos expertos adelante y neófitos con bocas muy abiertas en el resto del bote.
El río también permite hábitos más reposados: en muchos de sus tramos se divisa la figura concentrada de algún pescador.

Datos para disfrutar

Aluminé
  • Cómo llegar : Para llegar desde otras regiones del país, la ruta es prácticamente la misma que para llegar a Villa Pehuenia, sólo que se bifurca en Zapala.
Desde Villa Pehuenia hasta Aluminé hay 60 km. que se pueden hacer por la ruta 23, un camino de ripio que bordea el río Aluminé. También se puede optar por los 124 kilómetros bordeando los lagos.
Qué hacer
  • Rafting: una actividad excelente para realizar en el río Aluminé, que cuenta con un relieve accidentado y con gran volumen de aguas.
  • Pesca deportiva: en varios de los lagos y ríos que rodean la ciudad de Aluminé se practican tres modalidades de pesca: trolling, spinning y mosca.
La temporada se extiende desde mediados de noviembre hasta mediados de abril.
Dónde hospedarse
  • Hotel Pehuenia: un lugar muy confortable, con 42 habitaciones que miran hacia los Andes. Además de las habitaciones estándar, el hotel cuenta con suites y bungalows.
Tarifa aproximada habitación doble 60 pesos. Tel.: (0942) 96340.
  • Hostería Aluminé: 16 habitaciones en pleno centro de la ciudad, todas con baño privado. Una hostería con todo el estilo y la tranquilidad de la montaña.
Tarifa aproximada de la habitación doble: 50 pesos. Teléfono: (0942)96174. Fax: (0942)96347.
Más información
  • Dirección de Turismo de la Municipalidad de Aluminé.Telefax: (0942) 96154/96377/96423.
Villa Pehuenia
  • Datos para llegar: Desde Zapala, a 120 kilómetros de Villa Pehuenia y a 184 de Neuquén, parte una ruta (la número 13, mitad asfalto, mitad ripio) que después de atravesar el parque de Nieve Primeros Pinos, llega a Villa Pehuenia.
Qué hacer
  • Parapente y aladeltismo: prácticas que se pueden realizar en el volcán Batea Mahuida.
  • Excursiones y pesca: por la ruta 13 se puede llegar hasta el lago Moquehue.El río Quillahue es muy apto para la pesca con mosca.
Dónde hospedarse
  • Hostería Claro de Luna: una cabaña muy cálida en medio de la montaña. Tarifas por persona 20 pesos con desayuno; precios rebajados para menores. Tel.: (0942) 98011.
  • Hostería Lago Aluminé: se trata de una construcción alpina que dispone de 10 habitaciones.
Abierto todo el año.
Tarifas habitación doble: 54 pesos con desayuno incluido. Tel.: (0942) 98019.

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por Redacción OHLALÁ!


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