Gente atiborrada frente a los mostradores de un aeropuerto. Esa es la primera imagen cuando alguien repasa las principales novedades en el mercado aerocomercial. Este año hubo algo de eso debido a las amenazas de atentado en Londres, a las demoras en los vuelos domésticos, al cese de una compañía aérea y a la niebla del invierno europeo. Pero también hubo novedades menos llamativas, aunque importantes para quienes andan por los aires.
Las tarifas aéreas subieron . El Estado aumentó un 10% en agosto y otro 10% en septiembre, el tope hasta el cual las aerolíneas pueden subir sus precios. De esa manera, el costo de los pasajes creció sensiblemente. En el caso de los pasajes para viajeros de negocios, según una encuesta que realizó American Express, el precio de un boleto promedio ascendió el 15 por ciento.
El aumento de la oferta es lento. La suba de tarifas fue el reclamo reiterado de las aerolíneas durante los últimos años y era la razón esgrimida para justificar la resistencia a aumentar destinos y frecuencias de las compañía existentes. También se presentaba como argumento para la timidez de las nuevas aerolíneas para ingresar en el mercado.
Sin embargo, la suba no provocó un inmediato florecimiento de la oferta. Esto perjudica principalmente los destinos en las provincias, porque reduce el caudal posible de viajeros en un momento de aluvión de turistas extranjeros en nuestro país. También dificulta los viajes de los locales o sus posibilidades de comprar en los niveles tarifarios más bajos.
Sólo dos proyectos reales. A fines del año último, casi una decena de compañías solicitó y aprobó sus planes para operar en el país. Pero de todos esos proyectos sólo dos se concretaron: la rosarina Sol y la salteña Andes, que han cumplido sus compromisos de vuelos e incorporación de flota y van adquiriendo un lugar en el mercado.
Esto permite, en parte, mejorar las conexiones locales. De los otros planes no hubo más novedades, salvo esporádicas menciones sobre la búsqueda de socios o aliados.
El Estado como socio de AA . El año comenzó con tironeos constantes entre el Gobierno y la principal compañía aérea del país. Además de un tema societario -el Estado como accionista no aprobaba los balances de años anteriores- había un escenario permanente de conflicto gremial, que vio claramente en un paro breve, pero que alentó los fantasmas de la paralización de casi 10 días en noviembre de 2005.
En la segunda mitad del año, el director ejecutivo de la empresa, Antonio Mata, se retiró y el Estado se hizo cargo del 20% del paquete accionario. Este acuerdo alejó a Aerolíneas de las turbulencias y le permitió diseñar un ambicioso plan de flota con el que espera, primero, mejorar el servicio y la puntualidad, que fue un punto débil este año, y ampliar su red de rutas en los próximos dos años.
LAN, sin prisa ni pausa . La versión local de la empresa chilena comenzó sus vuelos internacionales con la ruta a Miami y sigue ampliando su red de cabotaje a un ritmo menor al anunciado en su desembarco en el país, en 2005, pero sin que los avatares de la política aérea doméstica amedrente sus planes.
Aeropuertos Argentina 2000 . La renegociación del contrato de concesión de los aeropuertos tiene tanto tiempo como el mismo contrato. Esto demora las inversiones más sustanciosas que podrían hacerse en las estaciones. Finalmente se redactó un nuevo acuerdo entre la empresa que los administra, Aeropuertos Argentina 2000, y el Estado, que pasaría a controlar parcialmente al concesionario. Ese contrato debe ahora cumplir con las audiencias y aprobaciones legislativas pertinentes.
Las compañías aéreas, representadas por la Asociación de Tráfico Aéreo Internacional (IATA), se oponen tenazmente a los términos de este acuerdo porque creen que las perjudicará económicamente y, por ende, también a sus usuarios.
Air Madrid . El cese de operaciones de la compañía española perjudicó a miles de pasajeros y puso sobre el tapete la discusión sobre las garantías que tienen los pasajeros cuando contratan un vuelo.
Fuerza Aérea Sociedad Anónima . El documental de Enrique Piñeyro despertó los proyectos de pasar a manos privadas el control de los aeropuertos, plan que depende del Ministerio de Defensa.
Diferenciada . Varias discusiones se dieron entre agentes de viajes y aerolíneas sobre cobrar o no una tarifa más alta a los extranjeros, como ocurre actualmente.
Brasil dio la nota de color . Por un lado, la quiebra, y ahora, el renacimiento de Varig. Por otro, los inconvenientes en los aeropuertos brasileños ante los reclamos gremiales de los controladores aéreos.
Lista negra . Por ahora sólo en Europa se implementó una lista de aerolíneas consideradas inseguras, que tienen limitadas sus operaciones en ese continente.
Seguridad en la lupa . La amenaza de líquidos explosivos cambió nuevamente los hábitos de seguridad de los aeropuertos. Además de alterar el tráfico mundial durante días, expulsó de la cabina de pasajeros artículos de belleza y medicamentos, que pasaron a la bodega.
Por Encarnación Ezcurra
Para LA NACION
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