Publicado por Silvio
Después de unos cuantos cumpleaños seguidos en los que nos matamos con la comida, hace varios días decidimos empezar una dieta juntos.
"Desde hoy -dijimos- se acaban las harinas, la Coca, el chocolate y las frituras. Empieza una Nueva Era", nos juramentamos. Fuimos a la verdulería, gastamos algunos Sarmientos en múltiples frutas y verduras y vaciamos las alacenas de todo lo "prohibido".
Nunca había hecho dieta antes, y aunque desde ya hace unos años que me vengo encariñando con mi barriguita, me tomé este emprendimiento con cierto empeño. Si la hacemos, la hacemos bien.
La verdad es que la dieta nos está uniendo. Nos llamamos desde la oficina para preguntarnos qué almorzamos, si tenemos hambre, y si hay lechuga en casa. Es triste, pero lo tengo que contar.
Esta Nueva Era me acercó a hábitos nunca pensados y que se encuentran en los límites de lo que orgullosamente siempre consideré mi masculinidad. Pero el más bravo de todos es el de la barrita de cereal. "La barrita de cereal es un engendro espantoso de pelotitas de telgopor amalgamadas por una especie de pegamento dulzoso con sabor a edulcorante, y falsos sabores que uno no logra encontrar, como Frutillas, Frutos del Bosque, o Chocolate", habría escrito yo si me hubieran preguntado hace algunas semanas. Hoy, admito, me encantan. A media mañana son un alivio fabuloso.
He sobrepasado una de las barreras que orgullosamente separaban a chicos y chicas. Por mi propio orgullo, espero no escribir dentro de unas semanas que me gustan las galletas de arroz.
¿Ustedes cómo se llevan con las dietas?