Blanca y Radiante

Así, entre paracetamol y paracetamol, aproveché para escribir, borrar y reescribir varios posts. Empecé escribiendo sobre cómo habíamos anunciado que nos casábamos en mí casa, en su casa y a mis amigas, pero cuando lo terminé no me convencía. No fue la gran cosa y no sé si vale la pena desaprovechar un post. Mi idea es que cada entrada sea interesante, genere debate, permita que cada una pueda dar su opinión y, si es posible, brinde buena info para las que van camino al altar. Honestamente, no sé cuánto podía sumarles mis anécdotas de anuncio+reacciones. Nada del otro mundo, la verdad.

Después, partiendo de algunos comentarios, escribí algo sobre los invitado s...todo un tema. ¿A quiénes invitás? ¿A quiénes dejás afuera? ¿Quiénes vienen de compromiso? ¿o no invitás a nadie de compromiso porque va en contra de tus principios? El escrito venía interesante pero recibí un mail de una de ustedes pidiéndome que hable del vestido y me entusiasmé.

Les cuento cómo hice yo aunque no creo que sea el ejemplo a seguir ya que mi búsqueda fue d emasiado exhaustiva. Lo primero que hice fue suscribirme a Propuestas & Servicios que es una revista que te llega gratis a tu casa con mucha info de casamientos y fotos con modelos de los distintos diseñadores locales.

Aclarado esto, sigo contándoles sobre mi recorrido en busca del "vestido perfecto". Cuando me llegó la revista, anoté algunos nombres y los busqué por Google y Facebook . Además, empecé a preguntar a hermanas de amigas y conocidas con quién se habían hecho sus vestidos para ir armando una listita de posibles diseñadoras...

Así sumé 10 nombres (¿Obse yo? No, ni ahí):

- Lupi Maurette
- Abril
- Novias al Garage
- Novias Campestres
- Leonor Duggan
- Inés Duggan
- Fini Reynal
- Silvina de Viola
- Agustina Freyre
- Inés Dorado

Además, les pasó una listita que usé de la página Novias Mágazine para sacar todos los teléfonos.

Llamé y pedí turno en todas para ir a ver qué me proponían. No quise ir con una idea en mi cabeza porque después iba a ser difícil que me convencieran de otra cosa. Así que no pensé en nada y salí al recorrido.

Primero fui a Lupi Maurette . Me encantó. Me pareció súper simpática y contenedora. Te entiende, te escucha y lo que ofrece, está bueno.

Esa misma semana fui a Leonor Duggan . La verdad, no era mi onda. Las telas que me mostraban eran divinas pero demasiado arregladas para lo que buscaba. Algunos de los vestidos que había visto en las revistas me gustaron pero estando ahí no me sentí identificada y creo que eso es clave.

Pasé unas semanas sin ir a ningún lado hasta que fui a Novias al Garage . Este es un lugar bárbaro que me habían recomendado mucho. Lo bueno es que llegás y, como en todas las entrevistas con diseñadores, te preguntan qué estilo buscás, qué tono de blanco, cómo es el casamiento, etc… Pero acá, en vez de probarte telas, ¡te prueban vestidos usados! Hay de Luppi, de Fini Reynal, de Benito Fernández, de Adot, de Casa Raphia, de Inés Dorado…de todos lados y de todos los estilos. Está buenísimo para descubrir qué cosas te favorecen y cuáles no, para ver qué estilo de diseñador te gusta más y, si alguno te convence mucho, lo ajustan a tu medida y te lo llevás a un precio mucho más accesible que en otros lugares. Además, tienen modelos propios a estrenar que también son muy lindos.

Después fui a Novias Campestres . Otro lugar de vestidos hechos (aunque no usados). Quería ir porque me habían dicho que los vestidos tenían una onda retro muy copada con encajes vintage increíbles. Pero la verdad, una vez ahí me dí cuenta que era demasiado y me sentía Mariquita Sanchez de Thompson en camisón. Eso sí, si lo que buscan es un vestido vintage tranqui para un casamiento de día…¡es ideal!

Otro día fui a Silvina de Viola . Me la había recomendado una amiga de mi mamá y la verdad es que sí es muy buena. Pero siento que es más para madrinas o para vestidos de novia más tradicionales. Yo quería algo más canchero, y no terminó de convencerme.

Otra vez pasaron unos cuantos días y en una misma semana junté tres turnos. Arranqué en lo de Inés Duggan . Tenía mucha expectativa, me habían hablado bárbaro de ella y había visto unos vestidos suyos que me habían encantado. No sé si habrá sido que la tenía muy idealizada pero hubo algo que no terminó de convencerme. Creo que tuvo que ver más que nada con la química. No pegué onda. Pero ella sabe muchísimo, las telas que tiene son increíbles y sigo pensando que es una de las diseñadoras de vestidos de novia más impecable de Buenos Aires.

Al día siguiente fui a lo de Fini Reynal y este fue otro de los lugares que me fascinó. Ella es muy cálida y todo su equipo te hace sentir una reina. Tienen buenas ideas, te aconsejan pero te escuchan y todo lo que hacen me gusta.

El viernes de esa semana fui a Abril . Lo que más me gustó del lugar son las chicas que te atienden. Te escuchan y te sacan la ficha al toque. Otra buena propuesta.

La semana siguiente tenía turnos con Agustina Freyre e Inés Dorado pero ya estaba demasiado mareada con todo lo que había visto y decidí cancelarlos. Volví a dos o tres que eran los que más me habían gustado y, finalmente, me decidí por una. Esto fue hace dos meses, y me dijeron que vuelva el 12 de septiembre.

PD: les dejo una galería con algunas fotos de vestidos que saqué de las páginas de las diseñadoras.