Entre las medidas de mejora y el plan de "well-being" de la agencia está este chequeo médico anual de casi todo un día al que someten a cada uno de los indiecitos. Allá vamos todos en fila india (valga la redundancia).
Entrás como un hámster de laboratorio, te pinchan, te sacan, te ponen, te miden y ahora, básicamente, me van a hacer correr en una ruedita. Cartón lleno. Supongo que la idea no es mala pero la imposición del día cayó pésimo. Ya arranco la semana atrasada; dos millones de cosas y acá ando, paseándome en jogging por un centro médico. Por lo menos también le tocó hoy a una de las chicas así que desfilamos juntas.
Me acaban de hacer las preguntas de rigor y en el "¿Fuma?" y mi "No" siempre siento que miento un poco. ¿Es decir, sacar pintadas ocasionales y fumar un cigarrillo un viernes a la noche es fumar?
Pedro dice que no.
- Pero tampoco es no fumar, ojo. No fumar es no fumar.
Entonces me veo dando explicaciones y recibiendo esa miradita que le ponen los médicos a los fumadores y siento ganas de protestar que no me corresponde del todo, que fumar fumar, no fumo. A nadie le importa demasiado y sigo adelante a la próxima estación. Radiografía de tórax.
Qué lindo fin de semana, qué lindo el día de hoy. Volvió la primavera nomás.