CORDOBA.- Allá, por Achiras, comienza el cordón de las grandes sierras cordobesas con el nombre de Comechingones. Allá, casi en el límite con la región pampeana, los aventureros encuentran sitios en los que se sienten a gusto. Allá, donde la sierra es frontera con San Luis, el cordón de piedra anda hacia el Norte sin detenerse, dejando localidades a sus pies, en Oriente y Occidente, puntos desde los cuales se muestra expectante a ver de qué manera se le van a meter adentro.
Hasta ahora, la escabrosidad del terreno no ha impedido que los caminantes, ni los caballeros, ni los ciclistas, ni los motociclistas, ni siquiera los overlanders , se animen a buscar los puntos más altos de las decenas de cimas que se suceden.
Los obstáculos son todos naturales; apenas en las tranqueras de los puestos serranos de altura o los cascos de una estancia se manifiestan los indicios humanos. Los ríos, por su parte, se conservan límpidos y potables antes de descender a los valles, como era en tiempos prehispánicos.
Años atrás, la sierra tenía mucha comunicación entre un lado y el otro. A los habitantes de Alpa Corral, pequeña villa serrana del sur mediterráneo, les resultaba más cómodo y práctico ir a proveerse de vino y comestibles a la localidad de Villa Larca, en San Luis, que dirigirse a Río Cuarto transitando por el llano de espinales.
Desde Achiras hacia el Norte, una serie de pueblitos situados en terrenos ondulados dejan ver la transición de tradiciones criollas, con guitarreadas, bailes al aire libre y costumbres locales que conducen finalmente a la aparición de las villas de estilo europeo propias del valle de Calamuchita.
Las Albahacas, Alpa Corral y Villa Río de los Sauces son lugares de cepa criolla, de gente a caballo, poseedores de pequeños rebaños de animales y gustosos de comidas de la región. Más allá, cuando la cercanía de Villa General Belgrano, La Cumbrecita y Yacanto de Calamuchita aumenta, la edificación, la traza urbana, la gastronomía y el perfil humano son distintos.
Igualmente, la sierra acompaña ambos estilos, se lleva muy bien con lo europeo y lo criollo, lo refinado y lo sencillo, con la cerveza negra o las empanadas.
Cuando la mochila asciende y penetra la sierra, las diferencias se desvanecen. Sólo se sienten al subir y al descender, al recibir los servicios turísticos últimos antes de vivir el paisaje a pleno.
Desde Achiras hacia el Norte, los destinos para elegir como punto de partida de una excursión a las sierras de Comechingones son:
- Alpa Corral: las caminatas por la sierra pueden tener como destino final el pequeño paraje de Papagayos, en San Luis, donde hay un importante bosque de palmeras caranday. Existen circuitos por un día, pero el cruce de la sierra hacia el Occidente puede demandar una travesía de tres días, como mínimo, sin infraestructura alguna. Se cruzan cerros escarpados de aproximadamente 1900 metros de altura, y es posible hacer el cruce a caballo.
- Río de los Sauces: desde aquí se puede emprender la excursión a la mina abandonada de volframio situada en el cerro Aspero, que está a la altura de la localidad sanluiseña de Carpintería, al sur de Merlo. La travesía es ideal para hacerla en mountain bike por huellas de vehículo semiabandonadas. Desde la ladera del lado puntano se puede intentar llegar a la mina, en la que se encuentra un refugio de montaña organizado que brinda servicios para pernoctar.
- San Javier: del lado oeste de la sierra de Comechingones es el lugar más directo para arribar a la cumbre del cerro Champaquí, la mayor altura de Córdoba con casi 2800 metros. La subida por este costado es la más difícil de encarar por la inclinación de la montaña. Arriba, se puede descender hacia la localidad de Villa Alpina, tras dos días de marcha constante. Hay refugios para pernocte en el camino.
- Villa Alpina y La Cumbrecita: desde estas pintorescas villas de veraneo, los senderos conducen a los cerros Champaquí y Negro, respectivamente. Tienen la ventaja de que el ascenso hacia esos dos cerros, unidos en la cumbre entre sí, se da en forma progresiva. A lo largo del trayecto se cruzan agradables arroyos serranos que tienen incluso pozones de considerable tamaño como para bañarse. En el tramo Villa Alpina-Champaquí existe un refugio, el puesto de Domínguez, que da lugar para dormir y vende comidas preparadas o comestibles no perecederos. Otro sendero, que se cruza en cuatro horas y tiene una suave ondulación, une Villa Alpina con La Cumbrecita. Desde La Cumbrecita hacia arriba es posible hacer caminatas de un día de duración o más, sin necesidad de llegar al filo de Comechingones.
- Tanti: es la localidad más próxima al macizo de Los Gigantes, un sector de las Sierras Grandes muy pintoresco y perfecto para realizar excursiones a pie. Las posibilidades de recorrer los valles interiores de este cordón, muy valorado por escaladores de roca, son numerosas. Se destaca la caminata al cerro de la Cruz y al Mogote Central, la mayor altura de Los Gigantes, con más de 2300 metros. Existen algunos refugios de gran resistencia que son regenteados por el Club Andino Carlos Paz, al que se recomienda contactar incluso para obtener información sobre guías y recorridos (0541-22432 o 23916).
- Villa Carlos Paz: es el centro poblado desde el cual también se va a Los Gigantes, pero, asimismo, sale la ruta que lleva a la quebrada del Condorito a través de Copina. El sitio, devenido parque nacional, es propicio para los paseos en bicicleta y las caminatas de avistamiento para intentar dar con el cóndor, animal especialmente protegido.
Algunos de los guías especializados de Córdoba son: Hebert Chiodi (0541-94086), Mario Carletti (0541-21168), Sergio Tomasi y Rodolfo Benassi (0541-28492), que guían por las principales sendas de las sierras cordobesas, entre ellas Condorito y Los Gigantes.