Dejar que el amor mande

La verdad, me encantó tu post del lunes y la historia que contaste. Una historia fantástica y un ejemplo de vida es Paola. Inspiradora no solo para quienes también tienen el sentido del oído afectado, sino para cualquier tipo de persona a quien se le presenta un obstáculo por delante.

Para ponerle ritmo y soul al día, dejo esta canción que la tenía preparada para un momento como este:

Fue muy lindo saber de ella y conocerla por medio de tus palabras que una vez más, de la mano llevan a imaginarse todo. Me pareció emocionante, y sin conocerla pero sabiendo que existe, desearle lo mejor del mundo para que nunca baje los brazos. Se lo merece creo yo, ¿no?

Historias como estas son las que dan esperanza en nuestra raza. Hace una semana estábamos recordando a Aylan Kurdi y las víctimas de los atentados alrededor del mundo. Y el mundo dolía. Y no se ha modificado nada. Pero como conté en mi post anterior, el mundo no tiene que transformarse solo, sino nosotros transformarlo. Y nada mejor que hacerlo desde el lugar que nos toca en este pequeño espacio de tiempo al que llamamos vida. Como individuos, nos merecemos estar en armonía con todo lo que nos rodea. Y la armonía es contagiosa. Conocernos, compartir, explorar, no darse por vencido ni aun vencido, estar en contacto con nuestro medio, nos permite ser humanos. Y también por supuesto, amar. Amar en todo su sentido, en todas sus posibilidades. Desear algo bueno a otro. Creo que es una de las definiciones de amor más geniales que leí en los últimos tiempos, en este caso de parte de Carlos Alberto Solari. ¿Cómo definirías vos que es el amor?

Así como fue lindo leer sobre Paola, también fue para mí algo que me hizo pensar por otro lado. Conozco a alguien con una dificultad auditiva similar. Una persona joven, con la vida y más por delante para quien las cosas resultaron muy diferentes a las de tu entrevistada. Su historia de momento cuenta una realidad diferente, pero las situaciones y la manera en que se han encarado cosas en su vida por parte de los adultos, fueron distintas que en el caso de Paola. Lo cual por supuesto da un resultado muy distinto. No me gusta mucho pensar en supuestos, menos aún cuando lo que está hecho, hecho está, así que no voy a hacerlo ahora. Pero es lindo tener la certeza de que se puede, que hay formas, tiempo y que las fronteras de nuestro ser son solo limites imaginarios que nos puede poner la vida.

Lo importante es saber que el amor está, que nos rodea y es parte de nuestras vidas. Nos acerca mucho más a eso que llamamos felicidad y que el ser humano parece estar tan obsesionado con conseguir. Hay que disfrutar el viaje. Ahí está la felicidad. Disfrutemos del amor, de las compañías, de las parejas y los amigos. De la gente nueva que conocemos. De las ideas locas de día feriado. De un rico café en el barrio que más nos guste de nuestra ciudad. Disfrutemos de viajar, de ser hormiguitas que nos movemos por el mapa, sea yendo a otro pueblo, a otra ciudad, provincia, país o continente. "El viajar es un placer, que nos suele suceder" rezaba la famosa canción infantil. Hay muchas cosas que disfrutar alrededor nuestro. Y si las disfrutamos a nuestra manera y cada tanto a la manera de otro (como para probar, ver qué onda y hacer algo diferente, ¿viste?) Nos vamos a encontrar que el mundo va a empezar a ponerse más copado y ser mejor lugar.

Te mando un beso tamaño planeta Tierra.

Muaaaack