Ahí está.
Irreversible, incontestable, increíble.
Un plan que creías (o que los demás creían) que era el crimen perfecto, que se rompe en miles de pedacitos al quedar en evidencia.
Sudor frío, palidez, mareos, mientras las frases ´Yo no fui´, ´Dejame que te explique´ o ´Juro que le iba a escribir a Cool el lunes, pero mi perra Catalina me mordió el cable del módem´ brotan desde las papilas gustativas...
Dicen que la mentira tiene patas cortas... cuanta razón tienen!
Diría que casi toda vez que cometemos y/o sufrimos ese inmaduro/infantil/lúdico/desquiciado acto de engañarse y engañar, tal situación viene generalmente acompañada de un acto mucho más insensato: Tratar de zafarla.
Ah, las excusas! Creo que la raza humana emplea lo mejor de sí misma para inventar cada vez más y mejores excusas... Si hasta incluso habían agencias que se encargaban de armar una coartada para vos! Pero hoy no hablo acerca de tercer@s en discordia o aventurillas varias, no señor. Es demasiado temprano para andar jorobándolos con cosas raras. Hablo de compras injustificadas, rateadas o salidas inolvidables a espaldas de tus viejos o porqué gambeteaste (otra vez) el cumple de la tía de tu cuchi-cuchi...
Piensen en una situación donde los pusieron contra las cuerdas. Si su primer reflejo fue zafarla, cuenten como lo hicieron, y cuenten también si les salió bien... Necesito que me den letra, amigos: Falta poquito para el aniversario con mi media sandía, y desde ya les voy anticipando que seguramente me voy a olvidar. Me dan una mano?