Donde hubo nieve...

Fines de diciembre de 2006. Todavía no hay turistas, pero sí mucha nieve en la zona: Las Leñas está a unos 2200 metros sobre el nivel del mar y, si bien los ríos se muestran caudalosos, el deshielo seguirá firme hasta mediados de enero, cuando el Verano de alta montaña -según expone el slogan- se encuentre en pleno funcionamiento, cuando cientos de personas -cada semana- disfruten de las atractivas (incluso curiosas) propuestas del lugar.

Pero por ahora, a la espera de la Navidad, ni siquiera está el conserje en Villa Capricornio, uno de los confortables complejos del valle. Sólo unos cincuenta trabajadores viven en Las Leñas durante el año, de manera que cuando las aerosillas se detienen, el lugar se mantiene desolado..., aunque en preparativos para lo que viene.

Por eso llegar a esta altura del año, antes de que las luces vuelvan a encenderse, es una buena oportunidad para conocer la cocina de un lugar que, lejos de un pueblo verdadero -hasta el minimercado está cerrado-, es un centro inigualable: famoso en invierno por sus pistas de esquí, en verano apuesta al crecimiento a fuerza de actividades para transpirar la camiseta, con tanta acción como cada uno desee.

"El turista se sentía más en un city-tour que haciendo aventura", comenta José Beccar Varela, guía de montaña, creador de nuevas actividades y también pistero -cuidador de pistas en invierno-, en relación con los cambios de Las Leñas para este 2007 estival.

Así como en la última temporada se sumó el esquí de verano, ahora hay muchas más opciones para mountain-bike, cabalgata y escalada. El viajero llega mayormente en paquetes, que contrata a través de operadores turísticos. La estada suele ser de sábado a sábado, en muchos casos con pensión completa, y gran parte de las actividades está incluida. Pero en el lugar se puede sumar opciones, como la versión premium de varias actividades o, por ejemplo, circuitos alternativos para andar en bicicleta, con niveles variados de dificultad.

Las propuestas llevan ahora la misma simbolización, por colores, que las pistas de esquí: verde es la familiar , azul la de complejidad media y rojo la más intensa, aunque no por eso, según los organizadores, riesgosa: "Aventura y peligro no son sinónimos -agrega José-. Lo que hace segura a una actividad es el guía, no el circuito. Su trabajo es el que va a garantizar que no pase nada."

El mountain-bike es una de las actividades más atractivas y en mayor crecimiento. El guía elige el recorrido según las posibilidades del grupo, pero siempre se atraviesan campos, vegas y pantanos, se faldea la montaña y se desciende cerca de alguna vertiente. Cuando la actividad es de medio día se llega hasta el punto donde los arroyos Las Leñas y Desecho se unen para formar el río Salado.

En este lugar se realizan también las actividades de escalada, rappel y tirolesa, y es el punto de largada del rafting, que dura todo el día y es de nivel 2 en la escala internacional (de 1 a 6).

Cuando el mountain-bike es de jornada completa, éste es el punto de almuerzo a escasos metros del agua y frente a un puesto de control de animales: pequeña casa de la Gendarmería, desde allí se observa el ingreso de lugareños que llegan con sus chivos a realizar cada año las veranadas , práctica ancestral que permite engordar a los animales trasladándolos a una zona más verde.

Muchos baquianos trabajan también para Las Leñas, y desde el complejo se promueve el intercambio. "El turista se interesa cada vez más en conocer las costumbres locales, desde saber cómo se prepara un chivo hasta, por supuesto, compartir un mate", dice Fernando Passano, coordinador de actividades de alta montaña, mientras acompaña a dos familias -que llegaron mucho antes que el resto y se verán las caras a cada momento- en una cabalgata.

Al paseo se suma Tyson, un perro de rescate que, al no ver posibilidad alguna de avalancha de nieve, decide acompañar al grupo. "Si fuera necesario, en 30 segundos encontraría a alguien enterrado en la zona", comenta Fernando, que también es veterinario especializado en... orcas y delfines. "Sí, terminé en la montaña, increíble", se ríe. Como gran parte de la gente del lugar, él utiliza un reloj medición que mide la altura y la presión barométrica, que cuando baja de golpe puede ser indicio de una tormenta inminente. Es alta montaña; cuando la naturaleza no quiere más, todos abajo.

"Con las riendas hacia la derecha, el caballo dobla. No te preocupes que ya tiene el chip puesto", le explica el instructor a un niño de 10 años, sin experiencia hípica hasta ahora. El recorrido de medio día atraviesa un arroyo y asciende hasta la cima de un cerro, que cuenta con una vista privilegiada del valle. Hay también una cabalgata de jornada completa por el cerro Las Leñas (4351 metros). El tramo final del ascenso se hace a pie y en la cima hay un libro de cumbre, para dejar testimonios de que uno estuvo allí.

Dos de las actividades premium a caballo son el Lodge de alta montaña y Viven, el milagro de los Andes , una excursión al lugar donde se accidentó el avión de los rugbiers uruguayos en 1972.

El Lodge es una opción cinco estrellas para irse de campamento, durante cuatro días, cabalgando por lugares hermosos y durmiendo en carpas de 24 metros cuadrados, con comodidades como baño privado y servicio de mucama. Un chef acompaña al grupo y no faltan los buenos vinos para cada comida.

La escalada, por ejemplo, también tiene una versión premium. El buceo en un lago de altura está a su vez afuera de los programas comunes, que sí pueden incluir, según el paquete contratado, una travesía en 4 x 4. Una de ellas es a laguna Escondida, por un impactante camino al cielo que atraviesa nieve y alguna que otra nube. Pasando la laguna, en la cima del cerro Fósiles, es donde se practica el esquí de verano .

La excursión a Valle Hermoso es la más relajada. Allí se puede pescar (hasta dos truchas por persona) e incluso acampar, si uno va por su cuenta. Lo mejor de esta propuesta es disfrutar de la playa del lago y del chivo que suele prepararse al mediodía.

Un lugar curioso para conocer es el Pozo de las Animas, pocos kilómetros antes de Las Leñas. Esta extraña formación geológica está constituida por dos ojos de agua verde, de más de doscientos metros de diámetro y una profundidad indefinida. Según leyendas, "era llamado Agua del gritadero de las almas , porque allí se rezaba por los muertos", cuenta un baquiano. Una versión más simpática (la de Manuel, otro de las guías) dice que "dos personas fueron a buscar agua y al ver la profundidad, uno le dijo al otro: ¿a qué no te animás a bajar? Y allí salió el nombre definitivo".

Por Martín Wain
Enviado especial

Hernán es brasileño y se instaló aquí hace diez días. Desde que los juegos quedaron armados, su tarea es enseñar cómo funcionan las propuestas del Action Zone, pequeño pero extravagante parque de diversiones. Mientras trabaja él se divierte como loco. "Parece fácil, pero también es agotador", dice luego de hacer piruetas, durante sólo tres minutos, en el Bungydame, un juego para saltar con ayuda de arneses. En X-Bike se dan vueltas en 360° en una bici; también se gira en Full Pipe, de pie sobre una tabla. El parque se completa con Orbit Ball, para bajar por una ladera dentro de una pelota inflable, y una larga tirolesa.