WASHINGTON (ABC).- La ciudad de Los Angeles nunca ha sido exactamente una meca obligada para el turismo interesado en exposiciones y museos. Y sin embargo, hasta la capital del entretenimiento instántaneo se está contagiando de este fenómeno cultural que empieza a mover anualmente en todo el país una fortuna estimada en 10 millones y medio de dólares.
El Centro de Ciencia de California -inaugurado en febrero último- recibió el mes anterior un millón de visitantes, cifra alcanzada, en tan sólo medio año, por el renovado Museo Getty. Tal es la atracción, que la visita a los museos se ha convertido en un boom: pasaron a ser un destino turístico y, de paso, motores económicos y lugares de encuentro en una sociedad en la que las calles no son siempre para pasear. Solamente en la ciudad de Los Angeles, durante los últimos diez años, se ha construido un total de nueve museos completamente nuevos.
Según datos de la Institución Smithsonian, regente de los mayores museos públicos y gratuitos de los Estados Unidos, las cifras de asistencia a sus centros se incrementaron en un histórico 22 por ciento, durante el año último.
Este es un fenómeno que no siempre está asociado con las megaexposiciones de pintores especialmente codiciados, sino con toda clase de colecciones.
Entre los proyectos en cartelera alentados por multitudes de turistas en busca de cultura figura un museo nacional dedicado a la idiosincrasia indígena de todo el continente americano. La Galería Nacional también está construyendo un nuevo jardín de esculturas; Seattle tiene previsto inaugurar un complejo cultural dedicado a la música, y Phoenix espera añadir a su reciente museo de arte, otro de historia y un centro de divulgación científica.
Pensando en el negocio
Junto a la iniciativa pública, al mejor estilo norteamericano, también coexiste el sector privado. La tribu mashantucker, que maneja licencias de juego en Connecticut, ha decidido invertir 20.000 millones de sus ganancias en un centro de investigaciones y museo sobre la historia de los indígenas norteamericanos.
En Baltimore, la multinacional Disney también espera inaugurar antes de fin de este año su primer museo infantil. En gran cantidad de estos exitosos museos se registró, durante los últimos años, un cambio en la manera en que manejan sus promociones y marketing, forzando a que se piense más como negocios activos que como anquilosados templos de cultura. La diversificación de la oferta, que suma nuevas propuestas y servicios a las tradicionales salas de exhibición, logra atraer a un mayor número de personas.
La Asociación Americana de la Industria Turística calculó que, durante el año último, 53 millones 600.000 personas visitaron algún museo o lugar histórico de los Estados Unidos. Tal número coloca a estas actividades en un tercer lugar, entre las más populares, en las que los norteamericanos ocupan su tiempo libre. Con tal de mantener estas crecientes conexiones, algunas de estas instituciones comenzaron a organizar programas de viajes, entre otros acontecimientos.
Pedro Rodríguez