L as lanchas de la Interisleña, que parten del puerto fluvial, llevan en menos de media hora hasta el Ciervo Rojo, un nuevo recreo, restaurante y -en breve- hospedaje hotelero sobre el río Sarmiento y el arroyo Curubica, cuyo muelle se extiende poco antes de la novísima caja de cristal que protege la que fue casa de descanso de Domingo F. Sarmiento. La misma continúa en restauración junto al museo aledaño, el que puede visitarse de miércoles a domingos, de 10 a 18 (información turística por el 512-4498).
Puente al pasado
Mientras esos trabajos continúan, un prometido puente peatonal se erigirá para luego abrir una brecha costera que transitarán las visitas, legión incrementada con quienes acampen o se hospeden en las cercanías de la banda inferior de la Sección 1ra. del Delta, y decidan peregrinar hasta ese santuario cívico.
En el Ciervo Rojo aguardan instalaciones nuevas y prolijas, baños y duchas impecables, además de veinte unidades parrilleras de lujo, con fogón, parrilla y pileta de lavar individuales (en todos los casos se abastece de agua potable con un moderno sistema de filtrado). Las unidades fogoneras están enfrentadas a pequeños patios sólidos donde se yergue una mesa y asientos fijos para seis acampantes.
El muelle sobre el río Sarmiento accede a un frente de sesenta metros de solarium de césped, y en el parque de media hectárea se luce un quincho-bar de lujo, con barra y oferta de tragos y entremeses, más todo lo que se pretende de una modesta proveeduría, además de minutas y platos parrilleros para el restaurante que funciona al aire libre (parrillada para dos por 16 pesos, milanesa de pollo con fritas a 7 pesos) y que en pocas semanas más quedará guarecido en el comedor por estrenar para 180 comensales. Hacia fines del otoño, ocho habitaciones alfombradas, con teléfono y tv, se arrendarán en base doble a 50 pesos por día, con desayuno y media pensión.
Carperos y bogadores
Un stand del Ciervo Rojo funciona en el hall del puerto fluvial del Tigre y despacha boletos a 10 pesos que habilitan para el ingreso en el recreo y el viaje de ida y vuelta en una lancha colectivo, en tanto que las reservas se atienden por el 728-0049 y el 15-438-2119.
Los que acampan pagan 5 pesos más por el derecho al terreno donde plantan su tienda, aunque también se alquilan carpas totalmente equipadas a razón de 20 pesos para dos personas y 30 las de cuatro.
Además del dulce no hacer nada del adagio italiano, cocinar, asar, leer, tomar sol y pescar, el verde de la foresta y el ocre de las aguas imponen la curiosidad bogadora, difícil de resistir con canoa a mano que se alquila a 5 pesos la hora, suficiente para incursionar por el manso y nada riesgoso arroyo Curubica. Los visitantes menos audaces pueden echarse a andar por sobre el veril del mismo arroyo: hay 1200 metros para recorrer por una vereda con placas de hormigón que invitan a un paseo bucólico.
La estación terminal del ex ferrocarril Mitre (hoy TBA), con servicios de fin de semana cada 20 minutos, está a 300 metros de la estación fluvial, desde donde parten las lanchas colectivo a orillas del río Luján.
Francisco N. Juárez