Volver a la agencia después de días de encierro es como ir a Disney salvo que para mí es un parque de diversiones en cámara lenta. Sigo aturdida; todo lo hago despacito, los ruidos me parecen más fuertes y la oficina más fría que nunca. Ahora me pregunto si fue buena idea volver o si debería haberme quedado un día más guardada y estirar el reposo hasta el fin de semana. Ya veremos cómo lo termino.
Pedro y las chicas me traen tazas de té con limón bien cargadas que me tomo obedientemente para no decir que no pero me dan una más y exploto. No se puede que creer lo largo que es un resfrío fuerte común. Ayer me puse a investigar un poco y casi me desmayo; es como una película de ciencia ficción sucediendo en tu propio cuerpo con el virus diminuto instalándose en la nariz y avanzando mientras hace su trabajo destructor.
Me espera un fin de semana de encierro pero la semana próxima es la mía. ¿Alguien llegó a ver la nieve en vivo estos días?