
Si bien la crítica en su mayoría la está destrozando y la destrozó bastante, confieso que me reí mucho con la nueva película de Pedro Almodovar, "Los amantes pasajeros". Una vuelta a la comedia y un ambiente 100% bizarro para retratar una historia que transcurre en un vuelo entre España y México. Los azafatos son todos gay y los pasajeros parecen estar todos chiflados, cada uno con un rollo más grande que del otro. En determinado momento, hay una emergencia y se anuncia que el avión se va a estrellar.
Hay quienes dicen que la película no tiene razón de ser, que no tiene un objetivo y que son puros chistes gays. A mí me gustó, disfruté una vez más de la ambientación kitsch que a Almodóvar le gusta dar a los espacios, y en un avión debe ser todo un desafío. Me hizo pensar en los diseños que implementan las aerolíneas. De las más originales en las que viajé, rescato las asiáticas. Una vez me tocó un avión en el que todo era bordó de pana y dorado, y las azafatas llevaban capelinas enormes con unos trajes que parecían de alta costura, cada una diferente pero en el mismo estilo.
La película también me disparó el recuerdo de un mal vuelo que tuve hace poco, en donde pensé que nos veníamos abajo. La pasé muy mal, fueron dos horas de desesperación generalizada y un miedo que no me dejaba pensar, cuando en realidad no le temo al avión jamás. Nos metimos en una tormenta eléctrica espantosa, los rayos iluminaban la cabina y el cuerpo se me sacudía sin control. Lo que pensaba es que no tenía nada que hacer, así que me limité a rezar y rezar mientras sentía los gritos y cómo la gente desesperaba. Tuvimos que desviarnos bastante para pasar ese tramo. Fue tal la situación que una vez tranquilos, el piloto salió a preguntarnos cómo estábamos. Aún nos quedaban muchas horas de vuelo, yo sólo pensaba en bajar.
Cada vez que voy a Buenos Aires desde Europa hay un tramo de movimiento, de turbulencias infalibles. Pero, en general, siempre tengo vuelos buenos y cada vez que estamos por despegar me encomiendo a Dios para que guíe las manos de los pilotos. Sólo así puedo dormir todo el vuelo, como mi cuerpo necesita.
Les dejo el trailer de la película:



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