Es millonaria, se retiró a una isla remota y la convirtió en un centro turístico
28 de junio de 2018 • 15:49
Créditos: Shorefast Foundation
Zita Cobb nació en 1958 en Joe Batt’s Arm, una localidad en la isla canadiense de Fogo, en un hogar sin electricidad ni agua corriente. Octava generación –y octava hija– de un pescador artesanal, emigró pronto para estudiar negocios en la Universidad de Carleton, en Ottawa. Con los años, se hizo un nombre, y una fortuna, en la industria de la alta tecnología (fibra óptica en JDS Uniphase). En 2001, vendió sus acciones por $70 millones de dólares, dejó el trabajo y partió a navegar por el mundo.
Pero siempre pensaba en Fogo. Con la nueva industrialización de la pesca, un proceso que siempre se había hecho artesanalmente, no solo los cardúmenes se reducían, sino que también la isla se despoblaba.
Fue en 2002, mientras navegaba su yate de 47 pies en Mystic Seaport, una ciudad de Connecticut famosa por preservar su patrimonio náutico, que Zita encontró la forma de volver a Fogo. Iba a crear Shorefast Foundation, una entidad cooperativa cuyo objetivo es devolver el valor a un lugar mediante la puesta en valor de la producción local. La actividad de la fundación significó en 2018 un impacto de 27 millones de dólares en su PBI.
Lujo y sustentabilidad
Créditos: Shorefast Foundation
Zita, que cree en el valor inherente de cada lugar y tiene un profundo respeto por las formas humanas de conocimiento que surgen de las relaciones respetuosas con la naturaleza, se propuso crear un futuro para esta isla remota. Y además construyó Fogo Island Inn, un cinco estrellas totalmente sustentable, creado por Todd Saunders, que articuló el diseño mundial con la producción local de los artesanos de la isla y que tiene una rentabilidad del 15% que se vuelca otra vez a la comunidad. Además, crea el 25% del empleo disponible en la isla. Y acaba de emitir la primera etiqueta de nutrición económica con el origen de los materiales, el modo en que se producen, el costo de cada ítem y el detalle de formulación del precio final.
Zita cree que la caridad tradicional en forma de donaciones no es sustentable en el largo plazo. Por eso se propuso el objetivo de apalancar las inversiones iniciales para crear comunidades culturalmente ricas y de propiedad comunitaria.
Créditos: Shorefast Foundation
Fogo Island Inn ocupa una superficie de 130.000 metros cuadrados distribuidos en 5 pisos y 29 habitaciones, y además entona con el paisaje y respeta el principio de "cielo oscuro" (un área sin luz artificial) para poder ver las estrellas durante la noche profunda. El agua de lluvia se recolecta en dos cisternas, se filtra y se usa en los baños y para lavar la ropa blanca. Los paneles solares son la fuente de calefacción.
Todo el mobiliario del Inn está pensado por diseñadores profesionales canadienses y europeos y fabricado en una tienda de madera cercana –Fogo Island Shop, también habilitada para comercio online– por hombres y mujeres locales que tienen experiencia en la construcción de sus propios hogares, embarcaciones y casas de pesca.
Créditos: Shorefast Foundation
El restaurante del Inn, uno de los diez mejores de Canadá para la revista Enroute, utiliza vegetales de origen local, pescado fresco, mariscos e ingredientes tradicionales como espino cerval de mar, puntas de abeto, musgo de caribú y níscalos secos.
Créditos: Shorefast Foundation
La isla de todos
Con un enfoque orientado a fines sociales, Zita propició un Fogo con potencial turístico. Se crearon docenas de trails marcados por intensidad y longitud. Se apostó a los museos disponibles: Old School House, Brett House Museum, Lane House Museum y Old Post Office, para recuperar la historia local. Además, el Centro de Interpretación Marina ofrece un recorrido por la fauna oceánica y su evolución, y en el Museo Marconi se puede visitar el lugar en el que se hizo la primera comunicación telefónica.
Créditos: Shorefast Foundation
Y revivieron las tradiciones locales, como el ritual de juntarse a cantar en torno a una fogata en la playa con chocolate y malvaviscos, salir a pescar con un profesional, llegar a Oliver’s Cove para experimentar toda la fuerza del océano, avistar glaciares y témpanos, focas y ballenas, patinar en un estanque iluminado por la luna y las estrellas más brillantes del mundo, navegar en un bote de pescadores e incluso llegar al museo de una de las "esquinas del mundo", que refleja una de las teorías más locas según la cual el mundo es cuadrado y Fogo es uno de sus vértices.
Créditos: Shorefast Foundation
Zita cree que la clave de la resiliencia para las comunidades rurales radica en la especificidad del lugar: el redescubrimiento del patrimonio intelectual y cultural. Se trata de fomentar el talento, el conocimiento y la abundancia de posibilidades que ya existen. Así lo hace en Fogo, convencida de que nutrir lo específico solo redunda en el bien del mundo entero.
Créditos: Shorefast Foundation
Créditos: Shorefast Foundation
Cómo llegar
Desde Halifax existen vuelos diarios a Gander. La llegada de los vuelos está combinada con los horarios de partida y regreso de los ferries.
Dónde hospedarse
Fogo Inn: www.fogoislandinn.ca
Tilting Harbour Bed & Breakfast: tiltingharbourbnb.ca
Dónde comer
Fogo Inn: www.fogoislandinn.ca
The Cod Jigger Diner, 3 Central, Main Street, Central Fogo Island, Nicole’s Cafe, Jos Batt’s Arm.
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