Medio que me pasa lo mismo en todos lo ámbitos.
En la facultad, por ejemplo, con cada parcial (no te digo final, PAR-CIAL) que tenía, la noche anterior, agobiada ante los libros, decidía que abandonaba esa carrera, que lo mío no era la odontología y que mejor me metía en, no sé, Ciencias de la Educación.
En el consultorio, lo mismo.
Ya conté que somos 4 mujeres y un Fran?
Bueno, con 3 de esas 4 me llevo bárbaramente.
3 de 4 no es mal promedio, no?
Bueno, pero no alcanza para que sistemáticamente, una vez por mes o más, yo abandone el noble establecimiento, a los gritos, por culpa de a quien de ahora en más llamaré “4/4”, vociferando improperios y amenazando abandonarlo todo.
Como ayer, sin ir más lejos.
Hoy no tengo voluntad, pero mañana me explayo.
Cuando éramos chicas, con Lauchi, decíamos “tenés cara de la vida mengañó”.
Bueno
Más o menos así.