Buen día, ¿cómo arrancaron hoy? Les contaba el otro día que el fin de semana estuve en cama, no salí ni para sacar la basura. Entonces, comencé a leer un libro que me encontré en el pilón de cosas que nadie quiere y van a parar a lo que llamamos en la redacción "La Feria". El concepto es: "lo que a vos no te gusta a otro podría servirle", entonces cada uno deja lo que tiene, desde una birome del Gobierno de la Ciudad o una tintura hasta un objeto de decoración. Tenemos la bendición, como periodistas, de recibir regalos, y es una manera de compartir (aunque, confieso, a veces la feria se parece a un kiosco de descarte).
Bueno, ahí, como quien no quiere la cosa, me encontré con La Rueda, mi vida en 23 posturas de yoga. Me llamó la atención y vi que en la solapa lo recomendaba nuestra amiga Liz Gilbert (la de Comer, etc…), me lo llevé, y comencé a leerlo este fin de semana. Me encantó su tono algo ácido de cómo cuenta su incursión en el yoga ("ya de grande") para manejar sus nervios, entre otras cosas. Es un relato sincero, lleno guiños de identificación, que vale la pena leer (por lo menos a mí me salvó de la abulia de la gripe, y ¡hay pruebas!). Germán, que mi vino a cuidar, me sacó una foto mientras lo leía.
Me hizo pensar entonces, ¿qué es el yoga para mi? Y me vino una frase que me decía mi profe adorable de Iyengar, Any: "Cuerpo flexible, mente flexible". El trabajo con nuestro cuerpo, estirarlo, cuidarlo, nos permite entonces pararnos frente a la vida de otra manera. ¿Derechos, por ejemplo? Y ese es un tip que nos da siempre Inés Dates, nuestra psicóloga ohlalera: "si querés conseguir algo, ayuda sentarte bien derecha, sacando pecho" (podríamos sumarlos a nuestros consejos para el éxito de ayer). El yoga (yo digo "ioga", no "lloga") nos permite ser una mejor versión de nosotros mismos, sin dolores musculares, flexibles ante los avatares externos, como el junco; etéreos y suaves.
Ahora practico en casa, hago un rato de saludo al sol y después tengo mi propia secuencia, sólo invierto 20 minutos diarios, pero me permite arrancar el día serena y despejada, feliz y amorosa con mi entorno. Y, como decía también mi profesora: "feliz en la postura" (no importa cuál sea, si linda o fea).
Ustedes, ¿hacen yoga?, ¿de qué tipo?, ¿les gusta?
Buen jueves.