Ayer a la tarde tuve una especie de revelación.
Cariló no dejaba de mandar mensajes y mails (6 en total!). En un momento me preguntó si me podía llamar, le dije que no en ese momento, y me llamó igual. No lo atendí. Realmente estoy muy enojada y no quiero hablar con él en este estado. Es algo que hice muchas veces en mi vida, ser impulsiva y hablar en caliente y nunca, pero NUNCA me dio buenos resultados.
Un rato después me puse a pensar y me indigné muchísimo. Internamente, le di la razón a los que me decían "es un chanta". ¿Qué es todo ese amor repentino? En medio de este estado de enamoramiento, lo último que querés hacer es alejarte, no?
Bueno, supongo que este tipo quiere otra oportunidad, pero ya no se trata de si yo quiero o no dársela. Ahora pasa porque se me cayó un "ídolo". Tipo, no es que estuviera profundamente enamorada de él. Claramente no, porque bueno, lo conozco poco, pero sí estaba MUY deslumbrada con su imagen, con él como ícono.
Eso desapareció, desde ya.
¿Y qué queda?
Bueno, creo que nada. O poco, no sé bien.
Feo, Cariló, lo arruinaste todo.