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Formas de mudarse




Publicado por Silvia
Ayer cené en la casa que comparten tres grandes amigas hace cuatro años. La semana que viene terminan el contrato y se acaba una sede en la que hubo de todo: fiestas, tardes de estudio (infructuosas), meriendas íntimas o multitudinarias y hasta cenas especiales para ver alguna novela. La de ayer fue de despedida, rodeadas de valijas, cajas, y anfitrionas exhaustas y melancólicas yendo de acá para allá. Era muy último capítulo de Friends la cosa... le faltaba la canción de los Enanitos Verdes apropiada para una versión criolla (y noventosa).
En los pocos minutos que coincidimos en la mesa las diez mujeres que éramos, entre locales e invitadas, hablamos del futuro. Ellas son tres. Dos están de novias y una soltera. A partir de sus relatos sobre la situación habitacional de ahora en más, se armó una discusión que derivó en principalmente tres modos de iniciar una convivencia con una pareja, acorde a las experiencias de las participantes:
1. Invasión: a uno se le vence el contrato y el otro vive solo. En general, la que está iniciando esta modalidad no lo acepta, porque empieza siendo algo más inconsciente. Dejás algunas cosas con alguna excusa ("porque las necesita"), y te vas quedando cada vez más días. A esta la denominamos invasión "paulatina". En la mesa, dos chicas mencionaban que ellas habían sufrido invasión de sus respectivos novios-con-contrato-vencido u otras situaciones y coincidían en que eso había apresurado la convivencia. Sus casos eran de invasión "súbita". Las casas de parejas que se mudaron bajo esta modalidad tienen algunas características destacables, como mobiliario muy de género y algunas cajas nunca abiertas del invasor. Puede ser exitoso, obvio, pero algo me hace pensar que el invadido en algún momento de alguna pelea te va a hacer notar que ésa es SU casa.
2. Cáshual: Las situación habitacional de ambos cambia al mismo tiempo: llevamos un tiempo de novios, te quedás sin casa, me quedo sin casa… ¿Vamos a hacer dos búsquedas, pagar dos comisiones, buscar dos garantías? Nah. Es la casual-funcional. Muy común en mi grupo de amigas. En la cáshual todo se hace rapidísimo porque surge de una necesidad y porque en general cada uno trae algunos muebles. ¿Característica? Difícilmente combinen entre sí, y eso durará añosssss.
3. Planificada: está más cerca de nuestro caso, aunque sólo en una parte pequeña. La pareja se hace sólida y la convivencia en dos casas se hace embolante, entonces empiezan a buscar algo juntos mientras esperan que se les termine el contrato. Si la decisión es tomada en un momento inconveniente (cuando vas un año y te queda otro, por ejemplo), lo pueden llegar a rescindir, con los costos que trae. Si no, hay otras opciones. O esperar. Es para gente poco impulsiva, que se toma el tiempo para vender el mueble repetido, pensar como ordenar la casa, ahorrar para alguna compra grossa. ¿El riesgo? Y… de tanto esperar te podés separar antes.
La soltera de la casa de mis amigas se va a vivir sola a un departamento propio. Está decidiendo los colores para pintar y preferiría tener hepatitis antes de pensar en convivir ahora con un hombre. Pero ya sabe que en algún momento de su vida será una candidata fija de la primera modalidad mencionada.
¿Qué opinan ustedes? ¿Pueden agregar otras modalidades? No tengo dudas...

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