Tras algunos días con un caudal notablemente reducido, las Cataratas del Iguazú parecen retomar su aspecto habitual. El fin de semana último, la mayoría de los 275 saltos del Parque Nacional Iguazú se veía con apreciable cantidad de agua gracias a las lluvias caídas río arriba, en el sur de Brasil, a la altura de Curitiba. Y en el tramo final de la pasarela que lleva a la Garganta del Diablo los turistas volvían a empaparse..., como en los buenos tiempos.
Según Marcelo Zuliani, gerente de operaciones de Iguazú Argentina, "el río está con un importante caudal que permite disfrutar de los paseos y circuitos; todos los servicios están habilitados, incluso el cruce a la isla San Martín".
"¿Ven esos tres saltos? Bueno, normalmente es uno solo, el San Martín", explicaba Mariela, guía del parque el domingo último a un grupo de visitantes que no advertía signos de la temida sequía. Metros abajo, frente a la isla del mismo nombre, los pasajeros de los clásicos botes comprobaban, pasados por agua, que el río recobraba su habitual carácter.