No hay nada más lindo que hacerle un regalo a un chico. Pagaría por ver las caras de sorpresa todos los días. Esta de Lily me mató, les diría que hasta me hizo llorar.
Acabo de hacer la movida del año; en la agencia habían tres entradas para ver a Justin Bieber y me las apropié. Las pienso llevar a mi ahijada y su hermanita y convertirme en la madrina del siglo. Recordemos que hace un tiempo padecí a los Jonas. En realidad, es la menor la que muere por Justin pero la otra todavía agarra viaje. ¿En qué momento surgieron las fans desesperadas de 6? Hago memoria y no recuerdo ni siquiera tener demasiada decisión acerca de qué ropa me gustaba. Estas dos, sin embargo, saben lo que se van a poner desde que tienen dos. Que estos jeans sí, que las All Stars rosas, que tal mochila, que la misma mochila el año próximo es EL HORROR y así. En fin, yo a su edad seguía dejándoles pastito y agua a los camellos de los Reyes Magos (en un balcón de un tercer piso sin cuestionar).
La reacción de la menor no fue tanto como la de Lily pero estuvo el resto de la comida agarrándome la mano por abajo de la mesa durante el asado y mandándome sonrisas con algún diente de menos por el cual (según me comentó) recibió unos $15 la semana pasada del "Ratón Pérez". Porque sí, parece que Justin Bieber y el Ratón Pérez van de la mano.