Antes de largar con el post, ¡muy feliz día a todas la mujeres! Mi deseo: confiar que podemos crecer, cada vez más, en todos los ámbitos.
El martes se presentó la segunda temporada de Kanye West en París y mi anhelo de participar en su show se concretó. Me puso muy feliz y les cuento por qué.
Además de admirarlo como artista y como persona, el gran desafío para un nuevo diseñador de alta moda es competir en la semana de la moda de París. Creo que la dificultad no está en que sea una persona conocida públicamente, como en el caso de Kanye, o desconocida, como en la situación de tantos talentosos, sino en codearse con los popes de la moda y gustar.
En ambos casos es extremadamente difícil, y hasta diría que más para alguien que es tan exitoso y líder en otro ámbito como es la música, rama del arte tan popular si se trata de un género como el rap o el hip hop o el rock. Las expectativas del público, en especial de los colegas, es enorme: un profesional que está en la cima de lo suyo cuenta con los recursos para hacer lo que quiera, convocar a las y los mejores modelos, es híper creativo como artista y se viste con los mejores. ¿Qué esperar de él? Lo mejor.
En este segundo show, la mayoría de las críticas especializadas no fueron de lo más alentadoras. En general, se opinó que la colección es algo ya visto: faldas tubo, mucho cuero, transparencias... Nada despampanante. Sin embargo, también hubo quienes destacaron su valentía y esmero por romper esa barrera y seguir con tanta energía para intentar cumplir un sueño. Al margen de esto, rescato de la colección que tiene detalles muy fieles al estilo de Kanye y de su gusto en general, eso del under gótico pero suavizado con detalles de estilos más modernos, como es su música. Seguir la propia identidad es de lo que más valoro, tanto en lo personal como en lo profesional.
Estuve con Kanye unos días antes del show en una comida en el restaurante Kaviar Caspia, en París. Me comentaba que para él era una gran prueba participar de esta semana de la moda y que se sentía un poco nervioso. Me surgió la pregunta del millón porque quería escuchar la respuesta cara a cara: ¿por qué había empezado a diseñar moda? Me contó que desde el momento en que su mamá murió, en 2007, se le había despertado un lado expresivo con este mundo y que para él, hoy, esta pasó a ser la mejor forma de dedicarle todo su arte a la mujer que más ama y amó.
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