La modernidad

3 de marzo de 2011 • 10:22

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Hola todos.

Luján sigue mal, pobrecita, con mucha fiebre y mucho dolor en la garganta y la boca. Esta noche espero que esté mejor.

Hoy me tomé el día para quedarme con ella. Mandé a los varones al colegio y ahora la metí en mi cama a ver películas y tomar helado de limón.

Nicolás llamó anoche para saber cómo andaba y de paso para pedirme disculpas por lo que me había dicho.

Igual, me da lo mismo, les juro. Las escenitas de Nicolás me dan mucha pena. Siento que el tipo está todo el día pensando en cuánto me odia y no siento más que lástima por él.

Cariló me llamó a la noche y me dijo "cuando se duerman llamame por skype". Me pareció divertidísimo.

Lo llamé desde la cocina y tomamos un café online.

Pude adivinarle una mini intención libidinosa, pero de verdad que yo no estaba para "phone sex", nada más alejado. (tipo, por ejemplo: me paré 5 veces durante la conversación porque Luján lloraba).

Estuvo bueno, igual. Me dijo que me extrañaba y me di cuenta de que yo también a él. Y se lo dije.

Hoy a la noche los varones van a dormir con el padre, así que haremos un encuentro virtual de nuevo.

Quién te dice, Luján duerma más profundamente.

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